Saturday, May 19, 2007

Entrevista a Quique Alcatena

Por Juan Data (originalmente publicada en el número 11 de la revista Ultimate Reports, Málaga, España, 2000)

Entrar al mundo de Quique Alcatena es entrar a una dimensión donde la magia y la mitología conviven entre los sueños y la realidad. Es encontrarse con un dibujante excepcional y por demás creativo.
Su obra, lejos de hacernos imaginar a un delirante con la percepción perturbada por los ácidos, nos hace sentir que estamos frente a una inagotable usina de conocimientos milenarios, como uno de esos viejos centenarios de barbas kilométricas que en los cuentos de hadas son el refugio del conocimiento ancestral.
Así es el verdadero Quique Alcatena (aunque le faltan muchos años para ser viejo y su barba sólo se mide en centímetros), una persona real de carne y hueso, que sin embargo parece salido del país de las maravillas de Alicia. Una mezcla de genttleman inglés con artista vanguardista de underground de quién uno imagina, debe vivir sólo como un ermitaño en un castillo medieval apartado de la ciudad. Y nos sorprende encontrarnos con un hombre casado, padre de familia tipo, que vive en un barrio céntrico de Buenos Aires. Así de contradictoria es su imagen y así de heterogéneo es su mundo interno.
Tal vez por eso sea un artista tan versátil como para trabajar al mismo tiempo para Italia, Francia y Estados Unidos sin dejar de lado nunca sus constantes emprendimientos para publicar en Argentina. Tal vez por eso genera la fascinación que genera en el mundillo del cómic vernáculo, pues uno puede tranquilamente esperar encontrarse con un soberbio rey de la historieta y se encuentra con un, por demás humilde y correcto caballero que, a pesar de su éxito mundial, no se sonroja por publicar una revistilla fotocopiada con cien ejemplares de tirada o colaborar ad honorem para cuanto fanzine le ofrezcan.
- ¿Cómo haces para tener éxito en un mercado tan estandarizado como el norteamericano, con un estilo tan poco convencional como el tuyo?
- Es que lo que hice para Estados Unidos, en general, no es tan poco convencional. Me adapto, primero porque los guiones no se prestan a hacer el delirio por el delirio mismo, entonces me atengo a dibujar lo que contribuye a la narración. Entonces, una historia muy puntual, de acción, con super-héroes que ya están muy fijados en la consciencia de la gente... me concentro en eso. La cosa más delirante y más imaginativa la vuelco más en los trabajos más personales.
- ¿Tienes que modificar tu estilo?
- No, el estilo es el mío. Un estilo mío pero más clásico. Nunca me dijeron que dibuje de alguna manera en especial. Siempre me dejaron hacer lo que yo quisiera, y dentro de los parámetros de cada guión, hice lo que yo quería.
- ¿Te sientes cómodo dibujando personajes de otros?
- Obvio que me gusta más hacer lo mío. Me divierte y me gusta dibujar los personajes que siempre me alucinaron de chico, pero una vez pasado el deslumbre inicial de decir “¡voy a dibujar a Flash!”, una vez que pasó ese gusto, ya está. No es que lo desprecie ese trabajo, o lo considere menor. Pero no es mío. No siento que Batman o Flash sean míos. Yo tengo más la consciencia de la historieta de autor. El trabajar con franquicias que no son propias...
- ¿Te pone límites creativos?
- Vos solo te los autoimponés inconscientemente. Quizás suene mezquino esto, quizás suene mal, pero se debe a que capaz, tuve una desilusión en su momento: poner mucha cosa personal en algo que, en última instancia, no es tuyo, es un poco bajoneante. Poner toda tu alma en algo que lo van a guardar otros, le van a sacar el jugo otros. No digo que haya que escatimar, pero tampoco regalar alegremente cosas que es mejor volcarlas en trabajos que te salieron de adentro.
- En un par de trabajos que hiciste para Estados Unidos sí tuviste la libertad de crear personajes, como aquel Elseworld de Linterna Verde o el Flash que estás haciendo ahora...
- Sí es cierto, te digo eso pero al mismo tiempo me contradigo. Para este número de Flash pude crear todo un panteón de personajes, pero bueno, yo se los regalé a DC, o se los vendí por un precio bastante irrisorio comparativamente. Por un lado estaba contento de crearlos, pero al mismo tiempo digo “los creé y nunca más voy a poder hacer una aventura de estos personajes, porque ya no son míos”. En este anual de Flash, la primera aventura es de Flash con estos personajes, pero en la segunda están los míos solos, o sea que la idea es mía, los personajes son míos y Dixon armó el guión, sobre un plot mío. Pero nunca más los voy a poder volver a usar libremente, salvo que a la DC se le ocurra hacer una continuación. Me di el gusto, pero al mismo tiempo decís “son buenas ideas y las tirás”.
- Por ahí pasa como con el Batman Pirata, que después de un par de años hicieron una nueva aventura.
- Puede ser, pero esto es más raro. Porque Batman es Batman.
- En esa obra también tuviste muchas posibilidades de crear y meter cosas bien tuyas.
- Sí, ese es un trabajo mío, totalmente de cero, es más, surgió a partir de un dibujo mío que yo le había mandado a Dixon. Yo le había hecho un dibujo de John Silver, el pirata de La Isla Del Tesoro y de ahí salió la idea de hacer algo ambientado en el caribe.
- Hubo intentos de continuarlo o hacerlo serie, ¿no?
- Sí, había una serie. Iba a estar el Pingüino, iba a estar Bane que era una especie de Hombre de la Máscara de Hierro. Batman volvía a Ingraterra a reclamar su título noviliario que se lo había robado el Pingüino y Bane era su ayudante. Pero bueno... quedó en el limbo. Tantas cosas quedaron en el limbo...
- ¿Qué otro trabajo te acuerdas que hayas hecho para Estados Unidos que te haya hecho sentir satisfecho?
- Los de Conan me gustaron bastante. Sin embargo, parece que mucho no gustaron allá. Pero hay que tener en cuenta que fueron muy mal impresos.
- Sobre todo los que salieron en color.
- Los de color eran imposibles de ver. Pero a los de blanco y negro también, les metían esos grises mal puestos que no ayudaban a hacer el trabajo lindo.
- Tienes un problema histórico con los coloristas...
- Porque yo trabajo para blanco y negro, no hay nada que hacer... Creo que la primera vez que hice un trabajo piola para color fue este Flash. Porque el original está bastante despojado en negros plenos y tramas, tengo la esperanza de que sea bien coloreado.
- Cuando hiciste la miniserie de los 4 Fantásticos para Marvel, la colorearon bastante bien.
- No estaba mal. Fue un lindo trabajo. Pero en general el resultado final, coloreado no se luce, no sé cómo la verá alguien que no conoce mis trabajos en blanco y negro... En Inglaterra por ejemplo han coloreado muchos trabajos míos, pero con colores planos y yo creo que es mucho más efectivo para mi tipo de dibujo. En Italia también algunas cosas las pintaron bien.
- Merlín, por ejemplo
- No lo de Merlín no, pero El Mago lo pintaron bien. Y después, bueno, están los trabajos que yo pinté que esos sí quedan bien, porque ya los hago pensando en cómo los voy a pintar y con qué colores. Es el caso de los trabajos que hice para Anteojito (revista infantil argentina en la que trabajó durante los 80’s) y ahora hice uno para Italia también coloreado, con guión de Robin Wood. Pero si me dan a elegir, prefiero blanco y negro, toda la vida. Me encanta. Para mi es irremplazable la fuerza, la sutileza y la subjetividad del blanco y negro.
- ¿A que adjudicas la preferencia especial que tiene el cómic under argentino por tí y por tu obra?
- Creo que más que nada por una cuestión afectiva. Porque creo que se dan cuenta que tengo pasión por la historieta como ellos. A lo mejor en gente de mi edad o más grande que yo, no es tan común. Acá era muy común trabajar de historietista. Era gente a la que le gustaba el dibujo por ahí, y hacía historieta como un trabajo. Pero a mi me gusta la historieta. El dibujo por el dibujo mismo mucho no me interesa. Dibujo siempre en función de los cuadros. Además tuve una relación muy cercana con el underground con las revistas Atiza y Hacha, de siempre estar en las convenciones... a mi me encanta eso. Yo creo que pasa más por una pasión compartida que por una predilección por mi obra desde lo artístico. Pasa por una cuestión de actitud. Es muy conmovedor ver a los pibes que con esfuerzo sacan sus fanzines y yo pienso que si estuviera en la situación de ellos haría lo mismo. Si yo hubiera nacido veinte años después sería un artista de fanzine. Yo agarré la última etapa de la historieta argentina que podías dedicarte a esto y vivir de la historieta. Los chicos de ahora no pueden darse ese lujo.
- ¿Cómo surgió lo de Atiza? ¿Cómo llega un dibujante profesional de renombre mundial a trabajar en un fanzine fotocopiado en 1997?
- Fue un intento medio trunco de continuar la revista Hacha (publicación independiente que había surgido de la unión de varios dibujantes argentinos entre los que también se encontraban Horacio Lalia y Leonardo Manco). Pero igual fue muy efímero, duró sólo dos números. No funcionó porque había muchos artistas con intereses incompatibles.
- ¿Pero no te parece que el hecho de que hayas tenido que trabajar en un fanzine, es un poco una radiografía de la crisis de la historieta tradicional argentina?
- Es probable. Es que por más que tenga trabajo para Europa o Estados Unidos, para mi es fundamental el lazo con el lector argentino. Yo, desde que no está la Skorpio en la calle, me siento como que no sé muy bien para qué público estoy trabajando. Para mi es muy importante trabajar para mi medio. A mi me gusta pasar por el kiosco y ver mi revista.
- ¿Ves alguna posibilidad de que vuelva a surgir una nueva explosión de la historieta nacional?
- Yo no sé si la historieta va a volver a ser masiva como fue una vez. No creo. En esa época, una editorial como Columba vendía 250 mil ejemplares de todas sus revistas, mensuales...Yo no sé bien donde se produjo el quiebre. Por un lado vos pensás “los chicos de ahora no se interesan tanto en la historieta” pero al mismo tiempo decís “pero los que leían masivamente las revistas de Columba no eran chicos, no dejaron la historietas por los juegos de computadora”. Es un público que se perdió en la nebulosa. Quizás porque no sabíamos darle cosas que lo retuviera...
- ¿La crisis, es de la historieta argentina en general, o de la historieta de autor en particular?
- Hay una crisis mundial de la historieta que es innegable, pero es inevitable también. Antes la historieta no tenía que competir con tantas propuestas diferentes como ahora. La historieta perdió mundialmente a su público consumidor masivo. Ahora está mucho más segmentizado. La pegan nada más los que hacen un comic que se aferra a un público en específico.
- Con esa teoría, los super-héroes clásicos tarde o temprano irían decantándose hasta quedarse sólo con el público fanático seguidor del personaje.
- Es lo que está pasando. Yo creo que a muchas revistas de super-héroes las siguen sacando nada más que para mantener la licencia abierta, para poder hacer merchandising, muñecos, video juegos... Yo he leído super-héroes de todas las épocas y antes tenían un encanto, una ingenuidad que ahora perdieron. No eran tan pretensiosas como ahora. Cuando se metieron con la continuidad y todo eso, dejaron la comprensión de la historia sólo para el seguidor fanático del título. Yo agarro una revista hoy de la JLA y no entiendo nada, y eso que estoy familiarizado con los personajes.
- ¿Cómo leíste el éxito masivo que tuvo el Cazador? Era una historieta de super-héroes exitosa hecha en argentina, cuando tanto la historieta argentina como la de super-héroes estaban en crisis.
- Era la excepción a la regla. Al público del Cazador ni le interesaba mucho la historieta, no era lector de historieta, era lector exclusivamente del Cazador. Fue un fenómeno interesante, pero de ningún modo yo lo pondría como uno de los hitos de la historieta nacional.
- ¿Hay algún super-héroe que te gustaría dibujar y que todavía no te ha tocado nunca?
- Sí, por ejemplo el Detective Marciano... Pero es como que ya se me pasó ese fetichismo por el personaje. Mis metas pasan por otro lado, por hacer historias propias, de autor.

1 comment:

Ismael said...

¡Magnífica entrevista! Seguir la obra de Alcatena es complicado pero cada historia que consigues merece siempre el esfuerzo. Hace tres días me encontré en el blog Argenzines de Mr. Exes ese Hacha estupendo.
Ya agradecí su trabajo a Argenzines y ahora también aquí: ¡Gracias por esta entrevista!