Friday, October 21, 2005

Zion I y el futuro del hip hop

Por Juan Data (Publicado Originalmente en Hip Hop Nation, España, 2005)

Zion I surgió de la fértil escena de la Bahía de San Francisco cuando ésta se encontraba a punto de ebullición. Hacia finales de los 90’s con la fiebre del hip hop underground en expansión, todo parecía indicar que la Bahía se perfilaba como una fuente inagotable de hip hop progresivo: Hieroglyphics, Quannum Projects, Rasco y Planet Asia, Bahamadia, Automator... marcaban la pauta del hip hop más aventurado artísitcamente. Sin embargo, cinco años después –y con la excepción de Automator gracias a su proyecto Gorillaz- todavía falta que un artista del área de la bahía pegue el gran salto y lleve su éxito de costa a costa de los Estados Unidos.
MC Zion nació hace 32 años en Filadelfia y en palabras suyas “viví por todos lados en los Estados Unidos pero defino al área de la Bahía como mi hogar porque es donde viví más tiempo”. Asistió a la universidad en Atlanta, Georgia y allí fue donde conoció a Amp Live, original de San Antonio, Texas, culpable de los beats del dúo. Los dos empezaron a tocar en el cirtuito universitario y después pasaron a los escenarios locales pero no fue sino hasta que se mudaron a Oakland a finales de la década pasada que se ganaron su merecido reconocimiento en el submundo del hip hop underground.
Su primer single, que incluía las canciones “Rap degreez” y “Inner light” los colocó instantaneamente en el ojo del huracán que se gestaba en ese entonces en esa zona. Los beats infectados de drum & bass y sonidos etéreos y electrónicos hacían que su música sonase a experimental y futurista. La siempre progresiva San Francisco los recibió con los brazos abiertos. En el año 2000 editaron su primer trabajo de estudio, Mind Over Matter que continuaba en aquella línea de exploración hacia el futuro del hip hop por los caminos de la electrónica y no les fue nada mal. Dos años más tarde sacaron su segundo álbum Deep Water Slang 2.0 que desgraciadamente pasó casi inadvertido por el mundo del hip hop, debido a una mediocre campaña de promoción, pero al menos dejó un tema con pasta de himno underground inmortal “Tha Drill”.
Para su tercer disco entonces optaron por el camino de la independencia y cómo tantos otros artistas de su zona que percibieron la pérdida de interés de las disqueras multinacionales por el hip hop generado en en Norte de California (tierra de donde en el pasado han salido artistas exitosos y tan disímiles como Too $Hort, 2Pac y MC Hammer) y fundaron su propio sello: Live Up.

- True & Living es el título del nuevo álbum y lo primero que me llama la atención al escucharlo es la ausencia notoria de ese elemento de experimentación electrónica que abundaba en los beats de sus primeros días y un cambio hacia un sonido de hip hop si se quiere más clásico o convencional. ¿A qué se debe esto?
Amp Live: Yo creo que con Zion I en cada álbum intentamos hacer algo diferente, entonces, ya sabes, en éste quicimos hacer algo más clásico. Pero a mí todavía me mola el drum & bass, acabo de terminar un CD mío que va todo en esa línea (Electrowonderland Vol. 1), pero en términos del grupo creo que avanzamos hacia otra clase de sonido. Además, la escena del drum & bass medio como se que murió. Cuando salimos parecía que estaba en un momento a punto de explotar pero luego se pasó. Todavía sigue teniendo sus fans y todavía hay algunos fans que esperan ese sonido de Zion I, pero en una escala mayor creo que ya pasó.

Para este disco se consiguieron unas cuantas colaboraciones con artistas de primera línea. ¿Cómo surgieron y cómo fue trabajar con ellos?
Zion: A Talib Kweli habíamos intentado invitarlo para nuestro disco anterior pero no funcionó. Su manager era nuestro manager en cuando todavía estábamos en Atlanta así que de ahí surgió la conexión. Así que bueno, para este disco, lo arreglamos con mucho tiempo de anticipación para que sucediese. Con Gift Of Gab fue más fácil porque Blackalicious trabajan en el estudio de aquí al lado así que los vemos todo el tiempo. Para lo de Aesop Rock nos fuimos a New York el verano pasado y nos estábamos quedando en casa de un amigo en común así que nos cruzamos varias veces. Y con Del (The Funky Homosapien) estuvimos de tour por un tiempo juntos a lo largo de toda California. Así que con excepción de Talib, la mayoría salieron espontánemente de gente con la que nos frecuentamos. Pero no grabamos en el mismo estudio con ninguno de ellos. Yo escribí mi verso, grabé mi voz y se los mandé para que ellos hicieran lo suyo. Cada uno tiene sus horarios imposibles entre grabaciones y tours así que es muy difícil combinar para estar en el mismo estudio.

Acaban de regresar de una gira por Japón y sé que anduvieron también por Europa y Brasil. ¿Comparten con otros artistas independientes de aquí la sensación de que el hip hop underground es más aceptado fuera que dentro de los Estados Unidos?
Z: No lo sé, no creo, yo siento que somos muy bien recibidos por el público de aquí. En ciertos lugares hay mucho aprecio para Zion I en otros... no tanto. Pero creo que en general, en Europa están más abiertos a escuchar nuevas propuestas. Aquí la gente viene a verte en posición de “a ver qué tienes para ofrecernos de diferente, ya he visto de todo” es como que están esperando que les pruebes algo. Hay más competencia y tantos artistas y tantos años de hip hop... es como que es imposible salir con algo nuevo. Ya está todo visto. En Europa, en cambio, todavía está esa inocencia refrescante de lo novedoso.

¿Qué tan difícil es hacer algo innovador en el hip hop de nuestros días?
AL: Es bastante difícil porque mucho ya está hecho. Creo que ahora para nosotros se trata más bien de refinar la calidad. Todo está hecho ya. Puedes hacer algo que sea un poquito distinto, pero hoy por hoy el hip hop creo que está en un momento cíclico de estancamiento, donde todo ya está hecho.
Z: Yo creo que aún cuando salgas con algo totalmente nuevo, es igualmente difícil porque no siento que la gente ahora esté dispuesta a escuchar algo que rompa todos los esquemas. Debería ser algo muy excepcional, excelente. Los medios de comunicación como que alimentan a la gente siempre con lo mismo y el público entonces está acostumbrados a esa fórmula. Incluso a nivel underground hay fórmulas que son difíciles de romper. Así que sí, yo creo que es muy difícil salir con algo nuevo, pero no creo que sea totalmente imposible.

En su nuevo disco tienen una canción dedicada a la escena de la Bahía de San Francisco. Ustedes, a pesar de no ser originales de aquí dicen representar a esta escena. Mi pregunta es ¿en cuánto les ha influído la Bahía a la hora de formar lo que Zion I es hoy?
Z: No nos ha influenciado en la formación del grupo, porque Zion I nació en Atlanta en un momento histórico completamente diferente. Pero creo que como grupo independiente, como sello, como show en directo... la Bahía nos ha dado mucho. Además, la comunidad de aquí nos ha recibido muy bien y apoya mucho nuestra música. Entonces, creo que básicamente nos dio un lugar donde plantar nuestras semillas, que traíamos desde Atlanta, pero recién ahora están dando frutos, aquí es donde han echado raíces. Ahora en cuanto a estilos... no creo que nos haya influenciado tanto, creo que mantenemos nuestro estilo desde las épocas en que hacíamos música en la universidad de Atlanta. Hemos evolucionado, claro, pero no creo que mi estilo se haya adaptado a la Bahía.

¿Viajando por los Estados Unidos, han notado alguna diferencia entre la escena de aquí con otras escenas?
Z: Hasta cierto punto sí, porque aquí todavía puedes ser independiente y vivir de tu música y en muchas otras ciudades a las que vamos, vemos a muchos artistas locales que no pueden vivir de lo que hacen. Aquí somos varios los que hemos logrado ese nivel de independencia con éxito, los de Quannum (Blackalicious, Lyrics Born, DJ Shadow), Living Legends, Hieroglyphics... En otros lugares parece que no es tan sencillo como aquí. Tenemos la suerte de estar aquí y ser aceptados como parte de esta escena.

Volviendo al disco nuevo, el primer corte de difusión es “Bird’s Eye View” una canción de amor dedicada no a una mujer sino a la cultura hip hop, un tema bastante recurrente en sus obras. ¿Qué es lo que les hace sentirse tan a gusto con esta cultura?
Z: Yo creo que somos hip hop real. Yo creo que el hip hop real es arte, es necesidad y también provocación y yo creo que todo eso está en Zion I. Lo que más me identifica de esta cultura es la necesidad de siempre ser originales, únicos. No creo que el hip hop se defina real en base a cierto estilo de ritmos o de maneras de rapear. Creo que va más bien por la intención y el espíritu que tu le pones a la música. Hablamos mucho sobre la cultura porque la amo, me fascina y nos ha ayudado mucho. A veces los medios nos llevan a pensar que la cultura hip hop es algo que no es, cadenas de oro, autos... no creo que tenga que ver nada con eso. Lo que succede es que la cultura fue absorvida por el negocio de la sociedad capitalista, pero la realidad es que los chicos lo hacen por amor, porque prefieren estar bailando break o pintando una pared en vez de ir a robar o matar a alguien.

¿Crees que el hablar mucho de hip hop en tus letras pueda limitar tus oyentes a un selecto grupo de fans ortodoxos del genero ya que el público más masivo no se identifica con esa manera de ver la cultura?
Z: No. Yo creo que cualquier persona que ame la música va a sentir ese amor por la cultura del que hablo. Además no sólo hablamos de hip hop en las letras, lo que hacemos es mucho más abarcativo en cuanto a contenidos. El hip hop es sólo un aspecto y está ahí porque eso es lo que somos y eso es lo que hacemos. Pero en general nuestras canciones son sobre emociones humanas con las que cualquiera puede identificarse, no sólo los b-boys. Muchas mujeres que no son necesariamente DJ’s, ni graffiteras, ni b-girls también aprecian nuestra música.

Otro tema presente es el contenido político de sus letras. ¿Cómo llevan lo del compromiso a causas políticas fuera de la música, en la vida cotidiana?
Z: ¿Sabes? Solía considerarme totalmente apolítico, pero no creo que eso tampoco esté bien. A mi sólo me importa la gente, las minorías explotadas, negros, latinos, de aquí y del resto del mundo también. No defiendo los ideales de ningún partido, no me defino demócrata, ni republicano, pero sí sé que no me gusta George Bush. No formo parte de ningún grupo de militancia o activismo político. Pero cada vez que nos invitan a un show a beneficio de una causa justa lo hacemos porque es nuestra manera de ayudar.

Explícame el sentido de la letra de “Stranger in my home”, la canción que haces con Gift of Gab de Blackalicious.
Z: “Stranger in my home” es sobre... bueno la idea básica es... yo sé que a Gift of Gab también le toca el tema personalmente y es por eso que lo invité para esta canción. Habíamos hablado de este tema con él antes, así que pensé que era la persona ideal para la canción. Básicamente se trata de cómo cambió el público del hip hop. Cuando yo era chico a comienzos y mediados de los 80’s, escuchar esta música era cosa de negros y latinos únicamente. Si había algún chico blanco era porque el tío venía del ghetto y estaba afiliado a la vida de pandillas, vivía como negros. Así era el hip hop en donde yo crecí, en la escuela, en la universidad... era sólo cosa de gente de color. A mediado de los 90’s empezó a cambiar, cada vez había más y más chicos blancos de los suburbios acercándose al hip hop. Hoy en día cuando tocamos en directo lo hacemos para una gran mayoría de blancos. Yo diría que entre el sesenta y el setenta por ciento de la gente que nos viene a ver es blanca. Así que la canción de lo que trata es de ese fenómeno que nos deja como ¡wow! ¡Es todo tan diferente!

¿Crees que ese fenómeno sea necesariamente negativo?
Z: No, no digo que esté mal. Sólo que me llama mucho la atención. Lo que yo veo mal, por ejemplo, es cuando Eminem explotó a nivel masivo y de repente todas las compañías discográficas estaban desesperadas buscando al nuevo raper blanco. A nadie le importaba más lo que hacían los negros. Antes ser negro y rapero era cool, ahora es un cliché. Ser un rapero negro es como cualquier cosa, ya está visto, cualquiera puede hacerlo. Pero si eres blanco y sabes rapear bien, eso es lo que está caliente ahora. Eso es lo que la gente está esperando. Así que la canción no hace más que mostrar cómo han cambiado las cosas en ese sentido. Ayer lo que hacíamos era cool, ahora ya no lo es más. Es como sucedió con el rock n’ roll, una vez que triunfó Elvis las compañías dejaron de buscar a músicos de rock negros. Los negros pasaron a ser obsoletos en el rock después de un tiempo. Eso es lo que nos preocupa. Siempre hubo blancos comprando los discos de rap, pero antes no se veía este fenómeno tan de frente, quizás lo escuchaban a escondidas, ahora está más aceptado a nivel masivo y también en el underground, si te fijas los artistas independientes que más discos están vendiendo son Atmosphere, Aesop Rock, El-P... No es nuestra intención alienar a nuestro público, amamos a nuestro público, así que este es un tema que debemos tratar con delicadeza. Es algo que simplemente quería llamar a la atención, sin criticar, ni hacer enojar a nadie.

Blood Of Abraham: La tardía segunda aparición de los profetas

Por Juan Data (Publicado originalmente en Hip Hop Nation, España, 2005)

Más de diez años pasaron desde la primera aparición de Benyad y Mazik en el panorama del hip hop estadounidense y mucho ha cambiado desde entonces. Future Profists había sido su primero y hasta ahora único disco, lanzado en 1993, para sorpresa de muchos, por nada menos que Ruthless Records, emblema del gangsta rap de la época con Eazy E a la cabeza. Y la sorpresa recaía en que se trataba de dos muchachos blancos, educados y suburbanos que para colmo se confesaban abiertamente judíos, algo que en el globalizado y étnicamente heterogeneo hip hop de hoy en día no asusta a nadie, pero en aquel entonces era toda una novedad.
Después de la muerte de Eazy E y la consiguiente disolución del sello, Blood of Abraham se perdió en el olvido, quedando sólo para los más memoriosos como un buen grupo que podría haber sido mucho más grande si las condiciones hubiesen sido otras.
Benyad, sin embargo, no se alejó por completo del hip hop y desarrolló una interesante carrera como director de videos (entre otros dirigió a Nas y Gangstarr) y en el 2000 se volvió a reunir con su compañero Mazik para un intento fallido de resucitar a Abraham. De aquel intento quedó un disco trunco que recién vio la luz en el 2005, se trata de Eyedollartree (juego de palabras entre “idolatría” y “ojo-dólar-árbol”) publicado por Basement Records y para muchos fans nuevos del hip hop pasará desapercibido, lo cual es una pena porque se trata de un excelente trabajo lleno de originalidad y estilo, cargado de letras inteligentes y con una producción musical memorable. De todo eso y más conversamos con Benyad.

- ¿Cuál es la historia detrás del retraso en la salida de Eyedollartree?
- Lo en el año 2000 y estábamos con esta compañía llamada Atomic Pop, pero poco antes de que el álbum se publicase, nos cambiaron varias condiciones del contrato y nosotros dijimos que o lo hacíamos como estaba acordado o nos íbamos y nos llevábamos nuestro disco para lanzarlo por otra discográfica. Entonces nos dejaron ir y poco tiempo después la compañía quebró y desapareció, así que nos salimos justo a tiempo. Nosotros nos quedamos con los masters y en la búsqueda de alguien que quiciese publicarlo hasta que encontramos a la gente de Basement Records que estaban interesados. Pero en el medio pasaron cinco años, porque estábamos trabajando en otras cosas y ocupados con nuestros proyectos personales. Yo estaba dirigiendo videos y haciendo comerciales para televisión y juntos hacemos música para comerciales también. El tiempo pasó y el álbum seguía ahí durmiendo, pero todavía era un gran disco y era una pena que no saliese. Fue más que nada por amor a la música que decidimos sacarlo, por todo el trabajo que nos costó hacerlo en su momento y porque creemos que es un gran disco y la gente tiene que escucharlo. Definitivamente no fue por dinero que lo hicimos, ya que nuestra carrera trabajando para comerciales es mucho más lucrativa que el hip hop y no necesitábamos de esto.

- Vender un disco que tiene cinco años de viejo, en un movimiento efímero y pasajero como el hip hop, no debe ser cosa fácil. ¿Qué piensas al respecto?
- Creo que mucho ha cambiado en el hip hop hoy. En cuanto al sonido puede que algunos digan que suena un poco pasado de moda en algún que otro tema, pero creo que en general la producción que hicimos es bastante perenne porque no se ata a ningún estilo del momento, sino que va más bien hacia lo clásico. Las letras tampoco perdieron actualidad porque no hablamos de cosas del momento, ni usamos palabras de slang que estaban de moda ese verano y hablamos de asuntos que siguen siendo actuales.

- ¿Se plantearon esto como un regreso formal del grupo o simplemente querían lanzar el disco y basta?
- La idea era sólo sacar el disco y después veremos lo que suceda. Hace tres años que no tocamos en directo y ahora que sale el disco tenemos planeadas algunas presentaciones. En un mes vamos a tocar con De La Soul y Common. La idea básicamente fue: saquemos el disco y si vemos que hay demanda del público, volvemos a tocar. No es que estemos apostando todo a eso porque tenemos muchas otras cosas que nos mantienen ocupados en nuestras vidas. Con un sólo comercial que haga para la televisión gano más dinero que estando de gira con el grupo por cuatro meses.

- ¿Crees que en el hip hop contemporáneo hay lugar para grupos de hace más de diez años para regresar y captar la atención del público?
- No creo que vayamos a tener ninguna clase de éxito a nivel masivo. El público que nos sigue a nosotros es más bien underground, de culto. En realidad es más la gente que nos conoce de nombre que los que realmente escucharon o se acuerdan de nuestra música. Yo creo que nuestro disco musicalmente es mucho mejor que el 99% del rap que está a la venta hoy en día. Todo el tiempo y el trabajo que le dedicamos a la producción... nadie está grabando canciones así ahora, con semejante nivel de detalles en la producción. Entonces, yo no planeo competir con 50 Cents, simplemente darle la oportunidad a gente que nos conoce o tiene curiosidad, de escuchar un buen disco de rap y después veremos qué pasa. Es más bien como un experimento.

- Con respecto a la producción, es algo que me llamó mucho la atención al escuchar el disco, ¿cómo trabajaron y con quienes?
- En general la mayoría de los temas los armamos entre nostros y Will.I.Am de los Black Eyed Peas. Con él ya tenemos una relación de larga data. Antes de ser quienes son hoy, Black Eyed Peas grabó sus primeros dos álbumes en el estudio de mi casa. Así que la cooperación ha sido mutua entre los dos grupos. Empezamos con un MPC 3000 y después lo pasamos a Protools, combinando muchos samples extraños y a eso le agregamos músicos sesionistas en vivo tocando sobre las secuencias programadas, así que el sonido es muy particular, nunca suena como un loop repetido al infinito.

- Además de Will.I.Am también aparece Kool Keith en el álbum. ¿Cómo surgió esa colaboración?
- Siempre fuimos admiradores de él y de casualidad nos lo encontramos un día en una tienda de discos de Hollywood y nos pusimos a hablar y cuando saliamos de la disquería lo vimos en la calle tratando de parar un taxi y le dijimos: “hey, esto es Los Angeles, nadie toma taxis aquí” así que le ofrecimos llevarlo a su hotel en nuestro coche y desde ahí quedamos amigos. En el camino le hicimos escuchar algunas canciones y le gustaron, así que de ahí salió la invitación a participar en el disco.

- Volviendo atrás en la historia de Blood of Abraham, a ustedes les tocó vivir la época de oro del gangsta rap de la mano de Eazy E. Me imagino que deben guardar muchos recuerdos de esa época.
- Oh sí, tenemos muchísimas anécdotas increíbles de esa época. Eazy E era un gran tipo, muy buena onda y gracias a él estuvimos expuestos a cosas que de otra manera jamás hubiesemos experimentado. Fuimos a muchas fiestas con él, tocamos en muchos conciertos con él, imagínate, nosotros dos chicos judios rodeados de todos estos gangsta rappers cuando el gangsta rap estaba en su apogeo. Eazy E siempre se mantuvo muy cercano a nosotros y nos entendía y le gustaba nuestra actitud así que fue una tragedia enorme para nosotros cuando murió de la manera que murió. En muchos shows nos tocó abrir para él y era loquísimo, nosotros dos en el escenario y éramos los únicos dos blancos en todo el lugar... Un par de veces llegamos a una sala de conciertos en un lugar como Texas y donde Eazy E tocaba, atraía a toda la juventud marginal de la zona entonces se formaba un público bastante difícil y un par de veces escuchamos disparos afuera del concierto...

- ¿Es cierto que Mazik vivía en la casa de Eazy E en ese entonces?
- Sí, es totalmente cierto, Eazy tenía creo que dos o tres casas, una de ellas en Calabazas (localidad californiana en los suburbios de Los Angeles) cercana a la casa de Dre, en un barrio cerrado y Mazik en esta época estaba casi recién llegado de Las Vegas y Eazy le ofreció que se quedase ahí, porque prácticamente no usaba esa casa para nada, a veces aparecía los fines de semana para usar la piscina. Así que nos la pasábamos de fiesta en esa casa enorme. Creo que Mazik vivió ahí por casi tres años.

- ¿Cómo ves el hip hop ahora a compración de lo que era en aquella epoca?
- Bueno, para empezar el hip hop ahora es gigante, es mucho más grande de lo que nunca fue. Y en una escala global es la música mayoritaria de la juventud. Ahora en cuanto a la calidad musical, creo que en general lo que se hace ahora no es mejor que lo de antes, es peor incluso. Pero desde un punto de vista comercial es mucho más grande, hay muchos más intereses corporativos en juego. Ya era un fenómeno grande en aquel entonces, estaba empezando a notarse, pero ni nos imaginábamos las dimensiones que iba a alcanzar hoy en día. Hoy por hoy es la cultura juvenil dominante a nivel mundial, yo he viajado por todos lados, Brasil, Cuba, Africa, Francia... todos los países tienen su hip hop ahora.

- A eso justamente iba mi siguiente pregunta, ya que nuestra revista se lee en España y Latinoamérica, ¿Has tenido alguna clase de contacto con el rap latino?
- No creo haber escuchado nada de España, pero definitivamente he eschucado y visto bastante en Latinoamérica. Principalmente en Brasil. Estuve allí varias veces trabajando en videos y cada vez que voy me vuelvo con gran cantidad de música increíble. Ese funk de las favelas, como lo llaman en Río, creo que es lo que se va a venir, todos los DJ’s de aquí están cada vez más interesados en lo que está saliendo de Brasil.

- Cuando salieron con su primer disco captaron mucha atención del mercado por ser blancos y en especial judíos. Ahora el panorama es otro y eso ya no asusta a nadie.
- Sí, creo que en cierto sentido estábamos un poco adelantados a nuestra época. Definitivamente creo que es algo mucho más común hoy en día. Cuando nosotros salimos los únicos otros artistas blancos que había en el hip hop eran los Beastie Boys, 3rd Base, Everlast y listo, y bueno Vanilla Ice y toda esa mierda... En ese entonces era todo un tema ser blancos en el hip hop y nos perjudicó más de lo que nos ayudó. Ahora ya no hacen tanto drama, sobre todo después de Eminem, está lleno de raperos blancos, especialmente en el underground, El-P, Aesop Rock, son muchísimos y así es como siempre debió ser.

- Siendo que se definen judíos desde su nombre, me llama la atención que no hayan abordado en ninguna canción el tema del conflicto Israel-Palestina.
- No, nunca me interesó incluir esos temas en nuestra música. No me interesa la religión desde un punto de vista político, sino meramente por el lado espirtitual. Nuestra filosofía desde el punto de vista espiritual es más bien como budista. Yo viajé por todos lados, nací en Israel, me crié en Nigeria y si hay algo que aprendí es que la gente es igual en todos lados más allá de las religiones y que las religiones en vez de unificar, dividen a la gente, así que estamos en contra de las religiones organizadas.

GETTING KINKY WITH IT

By Juan Data (Publicado originalmente en la revista Fuego, USA 2005. Nota: la versión publicada incluye sólo siete de los diez puntos)

If there should be such a thing as a manual on how to be a successful Latin band in the Anglo-speaking world, it should be authored by this young Mexican band called Kinky.

1. Form a band with college-educated world-traveled Mexican musicians. “I studied music in Boston,” recalls Ulises Lozano, and that’s actually where he first met with Carlos Chaírez. Keyboard and guitar players respectively, they became the foundation for what would end up being Kinky. “Back in Monterrey, I went to business school,” adds Ulises, who stills wears his businessmen attire on stage as his trademark. “I bought so many suits, and then I had to quit my job to go on tour... so I found a better use for them”.

2. Win a new talents contest in the US, and consequently land a recording deal with a British record label (Sonic 360). OK, this one might not be a very easy task, especially if you are competing at the Latin American Music Conference, in New York, with other bands from all over the continent, trying to break into the American market.

3. Release a groundbreaking self-titled debut. Before their first album came out, they were already getting airplay on many college radios across the country. But they conquered England first with their contagious live performances, so when they came back to the US, the international buzz was already launched.

4. Work with an acclaimed producer. Forget about Emilio Estefan, aim higher, get somebody like, let’s say, Chris Allison (The Beta Band, Coldplay) and it will ease you up the way into the CD players of the snob Anglo music critics.

5. Sound unique. Come out with a totally new style mixing rock, house music, Mexican folk, cumbia and Brazilian percussions with smart lyrics. Kinky are the living proof that you can sound Latin and make people dance without being cheesy.

6. Be metrosexual. When in front of a camera or a live audience, don’t forget to take good care of your looks. “We laugh about it, it’s cool, but we’ve been called metrosexual already and yeah, we are”. Have a hot Latin stud in tight pants and cowboy hat playing the bass. This, besides dragging lots of girls to your shows, will also guarantee some gay audience appeal. “César (the bass player), is a real cowboy guy, he always listen to folk music, he even likes to be in the rodeo. Look, he’s listening to rancheras right now!”

7. Do some remixes for world famous artist. “We try to choose just a few from all the remixes that artists ask us to do. We don’t like to do just a remix of a song. We like to give it another kind of approach to the song. Make a Kinky version of it.” Not just avant-guard Latin rockers like Gustavo Cerati and Babasónicos; Placebo just got remixed by Kinky, and also Carlos Santana in an amazing new version of “Oye como va” (original of Tito Puente).

8. Get played in the soundtrack for movies and TV shows. Alias, 2 Fast 2 Furious, Nip/Tuck, Kingpin, they all have something in common: some Kinky tune playing in the background. “Tony Scott, the director of Men On Fire wanted to include some of our music in his movie and he came out with the idea for “Oye como va”. It’s a great song and it just worked out perfectly for us”.

9. Keep your lyrics bilingual. Appeal to both audiences. “In the first album we already had many songs in English, the thing is that for the second we just developed them more, we incorporated more lyrics,” explains Ulises. “We play for whoever likes the music and in our shows you’ll see all type of people, Mexican, Americans, Asians...”

10. Throw the best live shows. Kinky and Atlas, their two records, sound pretty good, but you can’t go back to listening them on CD once you experienced them live. Kinky has the most energetic live performance in the Latin music universe. Period. “ We improvise a lot, we let things a little bit free. We really enjoy playing live. We have a lot of fun.”

Bonus track: Get the singer of the band to date a Mexican rock diva, like Ely Guerra, forming the most hip couple in the Spanish-speaking half of the planet.

RON JEREMY: CUESTION DE TAMAÑO

Por Juan Data (Publicado originalmente en La Cosa, Buenos Aires, 2005)

“El tamaño importa no”, le dice Yoda a Luke en los pantanos de Dagobah. Ron Jeremy, en una galaxia más cercana, es la demostración encarnada de que el tamaño sí importa, de hecho, lleva más de tres décadas y mil setecientas películas acumulando fama y fortuna a costa de eso: su tamaño.

Medida por medida
No podés decir que no conocés a Ron Jeremy. Si sólo viste tres películas porno en tu vida, una con certeza lo incluía en su elenco y no se trata justamente de un tipo de rasgos fáciles de olvidar. Aún en el caso extremo en que no hayas visto ni una porno –ojo que mentir es tan pecado como pajearse- muy probablemente sepas de quién se trata este señor o al menos su cara te resulte familiar. Y es que Ron Jeremy, como ningún otro, trascendió del mundillo del porno para convertirse en todo un ícono de la cultura pop americana. Películas de Hollywood, videos de rock, entregas de premios, fiestas de la farándula, reality shows... Ron Jeremy, también conocido como “The Hedgehog”, se las ha ingeniado para infiltrarse en las altas esferas del show business y todo gracias a un único gran talento: cargar entre sus piernas con un miembro de veinticuatro centímetros y medio de largo en erección.
“John Holmes era el único que me ganaba,” cuenta Ron, recreando una imaginaria competencia de extensión fálica entre actores porno de la vieja guardia. Pero John Holmes se quemó solo, adicto a la cocaína, el poder y el dinero fácil, acabó metiéndose en problemas con la mafia que lo llevaron a prisión para, años más tarde morir de sida, sólo, pobre y olvidado. Ron es uno de los pocos, sino el único, de aquella generación que sobrevivió y sigue activo en el porno. Pasó del pretencioso cine para adultos en 16 milímietros de los 70’s, al video triple equis de los 80’s, sobrevivió en los 90’s la transición –internet mediante- del porno con guión al gonzo (subgénero dominante hoy en día) y en la primera década del dos mil, aunque se lo vea más vestido en las pantallas de MTV que en bolas en los DVD’s de la sección condicionada, sigue dirigiendo y “actuando” en varias producciones de la compañía Metro, con la que tiene contrato de semi-exclusividad (algo común en las actrices, no así en sus partenaires masculinos).
“¿Y Lexington Steele?” le preguntamos, haciendo referencia al famoso actor porno afroamericano de las once pulgadas. “Bueno,” se excusa, “de los de ahora él es el único que me gana... y con Rocco Siffredi estamos parejos, yo la tengo un poco más larga, él la tiene más gruesa”.
Hablar abiertamente del tamaño de su pene es un lugar común para este gordito judio original de New York. Basta con que uno toque el tema para que salga con sus respuestas preprogramadas que suenan más a rutinas de comediante que a contestaciones de entrevistado. Y es que últimamente, ante el declive en su nivel de empleo, ha recurrido también al curro de presentarse solo con un micrófono, frente a la clásica pared de ladrillos a la vista de los cafés norteamericanos, haciendo su mediocre show de “stand-up comedy”.
- En tus comienzos solías chupártela a vos mismo en varias películas, algunos envidiosos criticaron ese acto como de tendencia homosexual.
- Eddie Murphy hizo toda una rutina sobre eso. Decía que chupártela no es gay, a menos que acabes en tu cara, ahí sí que ya es gay. Igual que si te metés la pija en tu propio culo.

Sexópata profesional
A Ron le tocó encamarse a las más deseadas estrellas de la pornografía audiovisual. Desde su debut en 1978 con Vanessa del Río, hasta nuestros días, los lejendarios veinticuatro centímetros y medio de caño recortado han entrado y salido de las húmedas profundidades de más de “cuatro mil mujeres” (según sus cáculos más recientes). Enumera a Christy Canyon y Tabitha Stevens entre sus favoritas y a más de una le tocó hacerla debutar también.
- En una entrevista reciente, Ginger Lynn dice que tuvo su primera escena con vos y que entonces pensó “si puedo hacerlo con Ron Jeremy, puedo hacerlo con cualquiera”.
- No es justo que diga eso, si yo era flaco en esa época. Cuando trabajé con ella estaba en buena forma. Eso lo dijo después de que subí de peso.
- Fuiste uno de los que trabajó con Traci Lords, cuando todavía era menor de edad. ¿Qué recordás de aquella época?
- Era una chica hermosa. Ella ya estaba haciendo porno desde hacía un año y medio, más o menos, cuando me tocó trabajar con ella. No me tocó en sus comienzos. Otros tipos estuvieron con ella cuando era realmente muy chica. Cuando le tocó conmigo ya estaba por cumplir los 18.
- ¿Cuántos años tenías vos?
- Y... yo empecé a los 25, así que tendría unos 26 en ese entonces.
- Empezaste a los 25. ¿Con cuántas mujeres habías estado antes?
- Probablemente unas docientas, me iba bastante bien...
Eternamente soltero y sin apuros, pasados sus cincuenta años, Ron se asume adicto al sexo y no desperdicia oportunidad. Durante la entrevista se acercan chicas con edad suficiente para ser sus nietas y le piden autógrafos, él les firma las tetas y les anota la dirección del hotel donde está parando y el número de habitación: “¿Por qué no se dan una vuelta más tarde?”
- ¿Extrañás los comienzos de los 90’s cuando filmabas dos o tres películas por semana?
- No necesariamente, me gusta como ha evolucionado mi carrera hasta estos días. A medida que me fui poniendo más viejo y más gordo, me fui haciendo más y más famoso y me encanta estar frente a las cámaras.
- ¿Cómo alcanzaste ese estatus de ícono popular masivo?
- Videos de música, MTV, muchas bandas de rock me nombran en sus canciones, he hecho muchas cosas para los chicos, el público más joven, universitario... Esos son los que después crecen, pero a mí ya me conocen desde chicos, desde antes de empezar a ver porno.
- Hablando de público universitario, hiciste un video para la serie College Invasion de Shane’s World. ¿Cómo fue esa experiencia?
- Fue muy divertido. Los chicos son fabulosos. Tuve mucho sexo muy bueno fuera de cámaras con las estudiantes.
- ¿Se te acercaban las chicas a pedirte qeu les muestres tu herramienta de trabajo?
- Sí, así es como empieza la cosa usualmente. ¿Puedo verla? ¿Puedo tocarla? Y así es como sucede...

El legado del maestro
Por su apariencia física, uno diría que Ron Jeremy pertenece más a un oscuro y sucio bar de camioneros en la ruta, que al glamour de un set de filmación de Hollywood. Pero si algo ha demostrado este antihéroe del porno es que las apariencias engañan. Así como lo ven, antes de lanzarse en su carrera de sex-symbol (cuando su novia de aquel entonces mandó una foto suya en bolas a la revista Playgirl), Ron Jeremy, o quizás debamos decir David Elliot, era un maestro de escuela especial para chicos con problemas.
Pero su sueño fue siempre ser actor: “Me encanta actuar, siempre me gustó. Siempre disfruto estar frente a las cámaras”. Al poco tiempo de hacerse un nombre en el porno, Ron empezó a trabajar en papeles menores en películas aptas para todo público. Desde su debut en una cinta titulda C.O.D. en 1981, Ron no ha parado de colarse en varias producciones cinematográficas como Detroit Rock City, 54, The Wickeds y Spun. Además, su nombre aparece en los créditos de Nueve Semanas y Media y Juegos de Placer, no cómo actor sino como consultor. Y quizás una de sus intervenciones extra-porno más curiosas haya sido en Orgazmo, de Trey Parker pre-South Park, en 1997, donde también participan las actrices porno Juli Ashton y Chasey Lain.
Además de actuar, Ron Jeremy también incurrió con éxito en la dirección. En 1993, cuando todavía estaba fresco el escándalo de Lorena Bobbit, Ron contrató a su marido, John, para actuar en una porno y mostrarle al mundo que su miembro, amputado y vuelto a cocer, estaba en perfecto funcionamiento. John Bobbit Uncut fue el título de aquella producción que batió todos los records de ventas hasta entonces y abrió el camino para un nuevo subgénero: el “celebrity porn” que tanto rédito ha dado luego con Pamela Anderson y Paris Hilton.
- Muchos de los hombres del porno de tu generación se hicieron productores y abrieron sus propias compañías. ¿Por qué vos no seguiste ese camino?
- Muchos, la mayoría en realidad, no fueron a ninguna parte, desaparecieron. Sólo un puñado sobrevivieron así, John Stagliano, Max Hardcore, John Leslie, Ed Powers, pero un montón se esfumaron. A mí me gusta trabajar para otros, no me interesa mucho lo de la producción. Es mucho trabajo, muy agotador, después siempre acabás metiéndote en problemas legales, o yendo preso. Ser dueño de la compañía significa muchos dolores de cabeza.
- ¿Se te acercan los actores más jóvenes a pedirte consejos?
- ¡Todos! Muchos hoy en día toman Viagra, ya no necesitan de mis consejos. Yo les digo que no tomen, pero todos toman Viagra. El problema es que si empiezan tomando Viagra en el comienzo de sus carreras, después se acostumbran y tienen que seguir tomando para siempre o ya no se les para más.
- ¿Cuál era tu secreto en las épocas pre-viagra?
- Una buena mano suave y mucha imaginación.

Mika Tan: Desmintiendo el cuento chino

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