Tuesday, July 11, 2006

Babasónicos: Tan Freaks y Tan Populares

Por Juan Data (Originalmente Publicado en LBEDigital.com, 2006)

Babasónicos han sido siempre una rareza en el bestiario del rock latino. Lo más inexplicable del fenómeno, sin embargo, quizás sea la manera en que alcanzaron el éxito masivo. ¿Cómo una banda que se caracterizó históricamente por ser los bichos raros, inclasificables, de la vanguardia underground argentina, llegó a convertirse en una de las más populares del país sin cambiar radicalmente su fórmula ni “normalizar” su rareza?
Si analizamos su discografía, veremos que entre Miami (uno de sus discos más injustamente pasados por alto en su momento) y Jessico (el que los consagró y les abrió las puertas del mainstream) no hubo ningún abismal cambio en cuanto a la propuesta estilística. Queda entonces la teoría de que ellos no cambiaron, pero sí cambió el público que, repentinamente empezó a entenderlos y apreciarlos y quedará para futuros estudios sociológicos la explicación de tan peculiar fenómeno.
Sin duda adelantados a su tiempo, los Babasónicos dicen ser los mismos excéntricos de hace quince años y que la fórmula para seguir sorprendiendo con cada disco está en sorprenderse a sí mismos. De eso hablamos con Diego Rodríguez, mejor conocido como Uma-T, guitarristas y hermano de Adrián Dárgelos, la voz y la cara de la rareza babasónica

- ¿Cómo analizas la evolución que hubo entre Jessico y su disco más reciente, Anoche?
- En realidad es una evolución más o menos natural. La banda, cambia disco a disco, de una manera radical, porque lo que intentamos es sorprendernos a nosotros mismos. Después de estar constantemente haciendo canciones desde hace tantos años, lo que más nos cuesta es lograr la sorpresa con nosotros mismos. Eso nos da el indicio de que evolucionamos porque la verdad que cuando el artista se queda estancado en un ritmo, un tipo de canción o melodía, se empieza a aburrir. Yo creo que lo más difícil de estos últimos tres discos es que después de haber hecho tantos, lograr hacer uno diferente y que sea bueno, que sea lindo de escuchar para nosostros es muy difícil.

- ¿A qué se debe que se hayan decidido por un sonido, si se quiere, más rockero?
- Anoche es más rustico y rockero porque lo pensamos así, es un disco que fue pensado o casi diseñado para tocarlo en vivo, nos parecía que lo que mejor estábamos haciendo en vivo era un swing dinámico entre nosotros que no tenía nada que ver con máquinas o sequencers, como a pura sangre. Eso cambia de raíz la forma de componer, termina generando una obra mucho más dinámica y como te decía más rockera.

- ¿No es contradictorio que sea este el camino escogido cuando su mayor éxito alcanzado fue con Jessico, el disco más electrónico y dance de la banda?
- Es algo que se va dando y nos vamos dando cuenta cuando empezamos a tocar el disco en vivo. Por ejemplo, Anoche te hace tocar de una forma diferente y eso después te cambia para la composición del próximo.

- En los 90’s ser Babasónicos era sinónimo de alternatividad, de posmodernidad. ¿Qué significa para ustedes ser Babasónicos en este punto de su carrera, aceptación masiva mediante?
- Yo lo que siento es lo mismo del principio, en cuanto a que nosotros seguimos explorando la mejor canción posible, la que más nos guste, la que más pegue y ahonde en la mentalidad de las personas. Los grandes temas que logran un cambio en los demás, marcan una epoca y cada vez que los escuchás te remiten a toda una época, porque el artista te llevó a ese lugar. Lo que tratamos de hacer es discos que después se tranformen en clásicos. Me encantaría que un disco nuestro sea un clásico del rock nacional. Y poco a poco creo que lo vamos logrando. En nuestro pasado teníamos poca fama, pero nunca nos interesó la fama. Ahora lo que tenemos no es estrictamente fama, sino que somos más populares que es algo mucho más lindo; ser un artista popular. Después de haber pasado por todas las otras situaciones ¿no?, después de haber sido del under, contraculturales, pasar a ser de las bandas más grandes del circuito, a ser una de las más chicas del mainstream y de ahí a ser ahora una banda ya prácticamente masiva...

- ¿Este cambio del underground al mainstream, sienten que los limita de alguna manera, que les infiere alguna clase de responsabilidad extra o los obliga a madurar?
- No, porque como te decía, lo más difícil es sorprenderse a uno mismo que es el juez más difícil de todos y nosotros no claudicamos en eso. Hacer una cosa que no nos gusta, solo por ser vanguardista, es horrible. A veces las bandas después de hacer un disco muy exitoso se tiran a hacer un disco difícil, que no lo entiende nadie y tiene muy pocas ventas. Nosotros ya lo hicimos eso, ya tuvimos nuestro disco difícil, ya experimentamos con todo, los sonidos, los espacios con silencio... Ahora estamos experimentando con melodías que tocan cosas dentro del cuerpo de las personas. Que los obliga a bailar y los obliga a pensar en algo... lograr la hipnosis. Somos una banda que escucha mucha música y lo mismo que nos causa a nosotros la música, es lo que queremos causarle a los demás.

- Hablando de experimentación, en el pasado se les ha dado por experimentar con cuanto género musical se cruzó en su camino, del rap a la bossa nova y del disco al metal. De Jessico en adelante pareciera que esa búsqueda se terminó y encontraron finalmente el estilo babasónico puro. ¿Es así?
- Sí, lo que sucede con estos últimos discos es que tocamos tanta cantidad de shows que sabemos cuales ritmos nos favorecen a la dinámica y dónde podemos lograr esa hipnosis, cuando arriba del escenario más que una persona, somos personajes en trance. Hemos logrado divisar cuáles son los ritmos que nos favorecen a ese punto. Eso fue lo que creo que nos pasó. Fue un cambio muy natural y la forma en que nos fue aceptando el medio también fue muy natural.

- Cada uno de los últimos tres discos fue clasificado por la prensa como el mejor disco de su carrera. ¿Ustedes comparten esa sensación de constante apogeo?
- Nosotros preferiríamos no sacar un disco si no es el mejor que sacamos hasta el momento. En realidad no es el mejor, sino el que más nos gusta. Un disco bueno o un disco malo no lo juzga la ventas o la prensa, lo juzga el que uno lo escuche y le pueda entrar. Es muy difícil, porque hay discos muy bien tocados que son horribles ¿o no?

Bitman & Roban: Ladrones de Guante Blanco

Por Juan Data (Originalmente Publicado en LBEDigital.com, 2006)

Bitman & Roban, no sólo son la banda con el nombre más ingenioso que jamás se le haya ocurrido a un artista de hip hop latinoamericano, también son la avanzada de la escena chilena en cuanto a la introducción de este tipo de música en los Estados Unidos. Gracias al nuevo sello independiente Nacional Records, Bitman y Roban se han convertido en el primer grupo de hip hop chileno en tener su disco publicado en este país, lo cual tiene especial importancia si tenemos en consideración que Chile cuenta con una de las escenas de hip hop más ricas y más aventuradas en cuanto a la exploración musical de toda Latinoamerica.
Ahora bien, cuando hablamos de hip hop aquí para explicar a Bitman & Roban lo hacemos refiriéndonos a la definición tradicional/histórica del hip hop: música compuesta con tornamesas en base al reciclaje de trozos de música ya existente de artistas varios con un groove de funk como eje central y sobre la que, no necesariamente, pero pueden subirse al micrófono MC’s invitados a despachar sus rimas. En otras palabras, Bitman & Roban sí son hip hop, pero absolutamente nada tienen que ver con la concepción contemporánea distorsionada del rap corporativizado (bling-bling, gangsterismo, machismo, etc.) por lo cual es comprensible que a la hora de catalogarlos muchas veces se los haya denominado como música electrónica, lounge, down-tempo, break beat u otros neologísmos de esa clase.
Bitman & Roban surge en Santiago de Chile en el año ‘99 de la unión de DJ Bitman y Christian Powditch. Bitman, también conocido como José Bravo, pero para sus amigos Toto, nació hace 31 años en Arica, la ciudad más al norte de Chile. “Desde chico siempre me había gustado pasar música en las fiestas. Siempre hice música de manera punk, sin estudiar mucho, nada en realidad, aprendiendo de oído. Cuando llegué a Santiago, en el año ‘97, al año siguiente ya tenía mis tornamesas y ya tenía contacto con todos los grupos de hip hop de la escena”.
Christian Powditch, por su parte, venía de la música electrónica, había participado en el proyecto Plan V de Gustavo Cerati pre-Bocanada. “El vivía muy cerca de donde yo tenía mi estudio así que pasaba casi todos los días y empezamos a hacer música de una manera... sampleando, sampleando y después lo empezamos a ordenar. El venía de la vertiente electrónica pura y esa fue un poco la mezcla que en ese momento acá en chile por lo menos llamó mucho la atención porque se sabía algo de electronica y se sabía algo de hip hop, pero las dos cosas juntas era algo que acá no había.”
En el año 2000 sacaron su primer disco “Hurtos” al que le siguió dos años más tarde “Robar Es Natural” el cual fue nominado ese mismo año en los premios de La Banda Elástica dentro de la categoría de mejor disco importado/no publicado en los Estados Unidos (el ganador de esa categoría fue Gotan Project cuyo álbum debut fue finalmente lanzado al mercado un par de meses más tarde). A continuación le tocó a Bitman el turno de lanzarse como solista con su disco Sunset Beats, para luego volver a reunirse con Roban, que ahora ya no era sólo Christian Powditch, sino toda una banda de ladrones profesionales y sacar el tercer disco: “Música Para Después Del Almuerzo”.

-A pesar de los cambios de formación y de que ya dejaron hace rato de ser un simple dúo, siguen manteniendo el nombre de Bitman & Roban.
Bitman- Nosotros dos seguimos siempre a la cabeza, en este disco yo un poco más porque decidí atribuirme la producción del disco. Después de que sacamos “Robar es Natural” yo hice un disco solitario y en ese momento ya estaba trabajando con Roberto Titae Lindl, que es el bajista de Los Tres y con el baterista de Los Tetas para tocar en vivo. Y así fue como empezó a crecer un poco el núcleo y ahí nos dimos cuenta de que en vivo cambiaba mucho la cosa cuando había dos, tres, cuatro personas más arriba del escenario, por lo tanto yo ya no podía volver atrás y así nos converitmos en una orquesta porque esto ya no es una banda, hoy día llegamos a ser diez o doce personas arriba del escenario y es algo demasiado potente, muy bueno.

-Esto, me imagino, debe haber afectado también la manera de componer.
Bitman -Claro, al principio todo era samplers y si faltaba algo lo sampleábamos y lo poníamos. Hoy día dejamos mucho espacio, el sampler es sólo como el eje central nomás, es una guía solamente, pero lo demás está todo tocado. El tema de los samplers se mantiene intacto, la gente logra seguir reconociendo los samplers. Pero todo el color que tiene el disco está dado gracias a cómo están grabados los intrumentos.

- Parte del concepto original de Bitman & Roban era el utilizar sampleos de sonidos bien fáciles de reconocer, de artistas muy populares. ¿Esto les ha traído alguna clase de inconveniente legal por el tema de la violación del copyright?
Bitman -No todavía. No sé hasta que punto van a encontrar a un grupo gracioso y simpático para escuchar y cuándo vamos a cruzar esa linea de llegar a ser ya un grupo peligroso. Hasta ahora no hemos tenido ningún problema. Creo que el hecho de haber sacado el disco “Robar es Natural”, que traía a Lionel Richie cantando en una canción... estoy seguro que la gente que está a cargo de sus derechos no ha escuchado esa canción. Tampoco ha sido editado en otras partes fuera de Chile, o sea, es un trabajo que nos dio a conocer en términos de difusión, pero no creo que sea factible sacarlo afuera. Por eso que el disco este último, claro, tiene algunos samplers, pero son bastante inofensivos, son de grupos conocidos (Kool & The Gang, Kurtis Blow...), pero han sido utilizados de una manera bastante inocente. Y tampoco el tema se nutre al cien por ciento de los samplers. Yo creo que si los mismos artistas que grabaron esos temas escucharan lo que se hizo, aprobarían de todas maneras su uso, porque en el fondo nosotros estamos haciendo algo distinto. No nos estamos colgando de esos samplers para hacer música, lo estamos usando porque es algo que forma parte del patrimonio musical mundial. Nada más que eso. Como un artista gráfico que trabaja con fotografías de distintos autores y hace un collage de tal manera que nadie puede decir nada porque se está haciendo algo nuevo.

- Hiciste varios remixes para diferentes artistas. Quizás el más reconocido sea la versión de “Putita” que hiciste para el disco de remezclas de Babasónicos.
Bitman- Lo de Babasónicos surgió a través del sello de acá, tuve la suerte de conocerlos porque me invitaron a su camarín antes de salir a tocar, ya que estaba por hacerles un remix. También he estado trabajando con los Plastilina Mosh. Estuve haciendo remixes también para gente de acá como Makiza. A Los Tetas siempre les hice remixes de todos sus discos. También remixé a Angel Parra Trío, en un tema que hicieron, Café con Leche, y a Rock Hudson que es otra banda de acá. Hago también bastante música para publicidad, televisión y algunos soundtracks de películas... para poder vivir de la música ¿no? sin tener que convertirme en el Daddy Yankee.

- ¿Cuál es la relación de Bitman & Roban con el hip hop chileno? ¿Se consideran parte de esa escena?
Bitman- Estamos ligados a la escena hip hop pero de una manera bastante especial. Todos saben que Bitman & Roban es un grupo que suena hip hop, pero que no es un grupo de rapperos. Entonces hay un gran respeto en todos los ámbitos de la música porque nosotros tocamos un poco de todo y eso es lo interesante que tiene este grupo. El eje central es el funk, pero usamos samplers de todo tipo, no nos limitamos a eso, sampleamos a José Feliciano, Alberto Cortez, no importa, de todo tipo de música

- ¿Cómo ves al hip hop chileno a nivel de exportación?
Bitman- Hay muy buen hip hop acá. Hay mucho en todos lados... en cada país con su identidad, es un fenómeno global. Hoy puede salir un grupo famoso de hip hop árabe, mañana uno chino y pasado uno chileno. Entonces en el mercado internacional, la entrada es muy pequeña para tanta gente que hay. Los que llegan son los que hacen algo un poco más interesante que se diferencia de la gran mayoría. Muchos que hacen hip hop acá, tratan de sonar como 50 Cents, entonces nunca van a llegar a pegar en Estados Unidos porque de eso ya hay de sobra. Pero yo creo que también hay mucha gente que está haciendo cosas muy interesantes, pero todo basado en la mezcla de cosas, de hacer algo que vaya más allá del hip hop.

GECKO TURNER: Tu Próximo Favorito

Por Juan Data (originalmente publicado en LBEDigital.com, 2006)

De vez en cuando llega a nuestras manos un disco tan refrescante e innovador que uno se pregunta ¿dónde estaba este artista escondido todo este tiempo? ¿cómo puede ser que no hayamos oído hablar antes de alguien tan bueno?
Gecko Turner no estaba exactamente escondido, sino que en su España natal ya tenía cierto renombre y trayectoria con proyectos anteriores como Perroflauta y The Animal Crackers, pero no fue hasta su reciente debut solista que saltó al mapa de la música internacional.
Original de la provincia de Extremadura, de “un pueblecito que está a unos setenta, ochenta kilómetros de Badajoz. Justito en la frontera con Portugal,” Gecko se crió escuchando música afroamericana, en oposición al flamenco reinante de la zona. El blues y el soul de hecho, forman el esqueleto “afromeño” sobre el que se erige su primer disco, Guapapasea (Quango, 2006) que abre con una sorpresiva reinterpretación traducida de un clásico de Bob Dylan: “Subterrean Homesick Blues”.
Pero a medida que los temas van pasando, el espectro sonoro se va inflitrando de percusiones de samba brasileña, grooves de bajos funky, melodías y atmósferas caribeñas (balanceándose entre Jamaica y Cuba) lo cual, sumado a las letras trilingües (español, portugués e inglés), llenas de guiños ingeniosos, con algo de contenido social y mucho slang acuñado por el propio cantante, nos hacen pensar en un suerte de Manu Chao, aunque un tanto más cool y relajado y mucho menos punk.

- ¿Qué clase de nombre es Gecko Turner para un artista español? Uno se esperaría Manolo García...
- Es un pseudónimo con el que me quedé. Cuando tuve que registrar mi primera canción en la sociedad de autores, rellenando los papelitos, había un hueco a donde te ponían pseudónimo y tal y yo puse Gecko Turner, sin pensar pues que me iba a quedar para siempre. Quizás la idea fue porque yo siempre escribía más canciones en inglés... bueno, en los últimos años me estuve abriendo un poco más a escribir en castellano. Pero por mi formación, derivada del blues, el jazz, el rock, cuando empecé a hacer songwriting lo hacía en inglés. Así que me parecía más adecuado afrontar mi carrera musical con un pseudónimo como Gecko Turner en lugar de mi nombre real que es Fernando Gabriel Echave Peláez. No sé, al final la cosa parece que fue cuajando y aquí estoy.

- Mencionabas que tus principales influencias son anglosajonas, lo cual es evidente al escuchar tu música, también son muy claras las influencias brasileñas, ¿pero qué influencias reconoces de música en español?
- Bueno, yo cuando empecé a tocar, como te dije, mi máxima influencia era el blues y todos sus derivados. Pero con el tiempo tuve ocasión de escuchar y apasionarme con otras músicas que no son de raíz anglosajona como puede ser la música brasileña o cubana. Además he trabajado durante los últimos diez años con muchos músicos brasileños y cubanos que viven aquí y a través de ellos tuve mi principal aprendizaje de esas músicas.

- ¿Pero hay algún artista de habla hispana que te haya influenciado en tu manera de componer las canciones en castellano?
- Seguro que sí... Pero imagínate a un jovencito a las orillas del Mississippi que de repente se le diera por sacar discos de flamenco. Bueno, a mí me pasa un poco al revés. Yo donde vivo es una ciudad muy flamenca, muy relacionada con esa música y a mí fíjate, me acabó capturando el blues, el soul, el funk y bueno...

- ¿Cómo te cae que cataloguen tu música como world music?
- Es un saco tan grande que cabe todo y como todos formamos parte de este “world” de alguna manera somos world music también. Pero yo tampoco es que haga únicamente música soul o funky sino que también tengo inquietudes por rollos de onda cubana, reggae, brasileña... entonces a mucha gente le resulta más fácil ubicarme dentro de lo que se ha dado en llamar world music pero que ahí caben un montón de estilos y de artistas de los más diversos.

- ¿Te sientes parte del movimiento musical que en España se dio en llamar el “mestizaje”?
- También es otra etiqueta con la que me han solido definir, pero yo la verdad que eso del mestizaje... es verdad que es una tendencia que se ha generalizado demasiado últimamente, hasta el punto de que yo creo que hay muchas cosas que se intentan mestizar de una manera artificiosa y no le veo el punto. Pero al mismo tiempo te digo que hay cosas que por su propio peso natural caen bien, como no sé, hay ritmos reggae que tienen un parecido increíble con unos tipos de ritmos de flamenco y tal, ¿no? Entonces te das cuenta de que hay cosas que por su propio peso de pueden mestizar y queda interesante. Pero es como todo, cada uno hace lo que puede y hay gente que tiene más escrúpulos y otros menos.

- Se te ha comparado bastante con Manu Chao, ¿qué sentimientos te despierta dicha comparación?
- Bueno, por un lado me halaga porque es una personalidad dentro de la música de los últimos años en todo el mundo y más allá de lo musical también, es un personaje con mucho carisma dentro de lo social. A mí me parece que tiene que ser un tipo muy interesante pero la verdad es que musicalmente yo creo que no tengo mucho que ver con este hombre. Es como lo que hablábamos antes del world music y el mestizaje, a la gente le gusta agarrarse de referencias, pero yo personalmente nunca me he puesto a escuchar un disco de Manu Chao, ni me atrae especialmente. De todos modos, que me comparen con él no deja de ser positivo.

- En España se acaba de estrenar tu segundo disco, ¿qué nos puedes adelantar de él? - Bueno, supongo que tendré que ir con un delay de un año al menos porque allí ahora recién sale el primer disco que salió aquí hace un par de años. Creo que lo lógico será esperar hasta el año siguiente. Te puedo decir que el título es Chandalismo Ilustrado y que he tenido mucho más tiempo y muchos más medios para hacerlo, porque lo hice ya sabiendo que se iba a editar; cosa que no me ocurrió con el primer álbum, que fue una maqueta que yo me grabé como pude y que hasta que no lo tuve todo terminado no tuve la opción de dar con un sello.

- Para terminar, explícame un poco esas terminologías propias que usas en tus letras. ¿Qué significa, por ejemplo, “guapapasea”?
- Es una palabra que me tomé la licencia de inventar a base de juntar otras dos palabras: guapa y pasea. Entonces cuando estoy trabajando en la canción esta que se llama “$45,000 Guapapasea”, en el estribillo decía “guapa pasea” y se me ocurrió que podría ser una palabra nueva. Es un poco lo que significan las dos palabras: belleza andante.

- ¿Y la expresión “tener un limon en la cabeza” es también de tu autoría?
- Sí. Se me metió en la cabeza esa idea y empecé a escribir como loco un montón de rimas y todas las acababa con que si te pasa tal cosa o tal otra, échate un poquito de limón en la cabeza, si te preocupa tal aspecto de la vida, échate un poquito de limón en la cabeza y si no vives como quieres, pues, échate un poquito de limón en la cabeza. Es como una muletilla que suena simpática y yo la dejo un poco abierta a que cada uno interprete lo que quiera. Echarte limón en la cabeza es como si fuera una solución a cualquier tipo de males, para toda situación. También se puede intepretar como que tengo una manera de pensar un poquito ácida.

Larry Clark: El Eterno Adolescente

(Entrevista publicada originalmente en LBEDigital.com, 2006)

Un fotógrafo y director de cine, veterano de la guerra de Viet Nam, nacido y criado en Oklahoma, se anima a hacer una película sobre los adolescentes latinos en Los Angeles. Parece la premisa de un chiste, pero no. Larry Clark logró retratar con inédito realismo a un segmento de la juventud latina de los Estados Unidos sobre el que nadie se interesó hasta el momento. Wassup Rockers es una película única en su tipo y representa una visión por demás original de lo que significa ser latino en este país.

- ¿Cómo fue que surgió tu interés en este grupo de adolescentes latinos de Los Angeles?
- Conocí a los chicos en el skate-park de Venice Beach en julio del 2003, hace casi tres años. Kico creo que tenía trece años y Porky tendría catorce o quince. Estaba tomando fotos de skaters para una revista francesa y ellos estaban ahí. Me llamó mucho la atención su estilo, las zapatillas todas gastadas, las camisas cayéndose a pedazos, el pelo largo... definitivamente tenían estilo. Entonces nos pusimos a hablar, les pregunté si podía tomarles fotos y dijeron que sí y los acabé siguiendo hasta South Central, donde conocí a Jonathan y al resto de los chicos y con ellos anduvimos por todo Los Angeles tomando fotos. Un par de meses más tarde me los volví a encontrar y les mostré la revista con sus fotos y ellos querían ir a andar en skate de nuevo así que fuimos y ahí me empecé a enterar realmente cómo era su vida en South Central, lo que me pareció muy interesante. Todo el tema de la presión para seguir los patrones y la moda gangsta que ellos rechazaban. Ellos no fuman, no toman, sólo quieren divertirse. Son sólo chicos. Así fue como empezó todo. Después de eso estuvimos reuniéndonos cada sábado durante un año o más y me fui enterando de sus historias que después terminaron conformando la historia de esta película.

- ¿Tu principal motivación al concevir esta película fue contar una historia o hacer un estudio sociológico?
- El comentario social está siempre presente, obviamente, el hecho de enfocarme en sujetos tan inusuales y recrear sus vidas lo hace casi como un documental. La aventura, la historia, aparece luego, como consecuencia de lo otro. En este caso en particular lo que más me interesaba era capturar la reacción de la gente blanca y rica de Los Angeles frente a estos chicos y creo que logramos mostrarlo de una manera bastante honesta.

- Es una pregunta obligada pero ¿a qué se debe tu fascinación con los adolescentes como personajes constantes en todas tus películas?
- Bueno creo que la adolescencia es una parte tan importante de nuestras vidas, son los años formativos que casi dictan lo que uno será al llegar a la adultez. Empecé a interesarme desde que yo mismo era un adolescente y les tomaba fotos a mis amigos. En 1971 publiqué mi primer libro de fotos, llamado Tulsa, donde recopilaba esas fotos. Y eso se terminó convirtiendo en mi especialidad. Cuando hice mi primera película, Kids, yo quería hacer una película sobre la cultura juvenil de ese momento, no sobre mí y mi interés se concentró en los skaters.

- Habiendo pasado tanto tiempo con estos chicos me imagino que habrás aprendido mucho de su cultura, ¿qué fue lo que más te llamó la atención?
- Sí, todo para mí era una novedad. Desde la manera en que caminan, hablan, o se visten hasta, tu sabes, el desafío que significa para ellos cada día viviendo en ese lugar. Fue un choque cultural muy interesante porque no hay gente blanca en South Central. Son todos negros o latinos. Yo le decía a mis amigos que iba a South Central y me decían que estaba loco que me iban a matar. La mayoría de la gente blanca que vive en Los Angeles nunca estuvo en South Central. Así son las políticas raciales del ghetto. Pero la mayoría de los chicos que nacen y se crían ahí no quieren formar parte de pandillas y sus padres no quieren que formen parte de pandillas, son chicos y sólo quieren ser chicos. Pero es muy difícil.

-¿Qué porcentaje del contenido de la película fue improvisación?
- Hay mucha improvisación pero guiada por mí. Yo tenía la historia ya planeada, basada en cosas que ellos me habían contado o que yo había visto conviviendo con ellos. Pero a la hora de los diálogos yo les decía, hablen de esto o aquellos y ellos lo hacían con sus propias palabras. No son actores así que lo más complicado, mi trabajo, era hacerlos sentirse cómodos y hablar con naturaleza.

-¿Cuál fue la reacción de las familias de estos chicos cuando se enteraron de que alguien quería hacer una película sobre sus vidas?
- Muchas veces no creyeron que la película realmente iba a suceder porque llevó mucho tiempo conseguir el dinero para financiarla, así que no se lo tomaban muy en serio.

- ¿Estuviste involucrado en la selección de la banda de sonido?
-Sí, sí, son todas bandas locales sin contrato, son bandas de garage. Los chicos mismos me las presentaros, me hicieron interesarme en ese estilo de música. Hay bandas muy buenas como South Central Riot Squad, Los Basics, The Remains, The Retaliates y The Revolts que es la banda de Jonathan.

- Kids lanzó a la fama a actrices como Rosario Dawson y Chloë Sevigny, ¿crees que alguno de los chicos de Wassup Rockers tiene oportunidades de convertirse en estrella de cine?
- Sí, estoy trabajando ahora mismo en un guión de una nueva película para Jonathan y Kico y esta vez no va a ser sobre ellos, sino que los va a tener representando papeles.

- El tema del sexo entre menores de edad es un tabú para el cine de Hollywood pero ha estado siempre presente en casi todas tus películas, ¿a qué se debe?
- No lo sé, es un tema que encuentro muy importante porque los chicos están muy presionados para tener sexo cada vez a más temprana edad. Esa es la cultura en la que vivimos. Es parte de la vida real de los adolescentes. Pero las películas de Hollywood... en general no se ocupan de temas que dejen a la gente pensando. Yo veo una película de esas y a los tres días ya me la olvidé por completo. Creo que mucho de lo de Wassup Rockers va a quedar en la memoria de los que la vean.