Thursday, September 21, 2006

SKA CUBANO: Dando clase de historia

Por Juan Data (Originalmente publicado en LBEDigital.com, Estados Unidos, 2006)

Los latinos estamos más que familiarizados con la música ska. Desde Los Fabulosos Cadillacs en adelante, pasando por Maldita Vecindad, Los De Abajo, Desorden Público, La Vela Puerca, hasta King Changó, la fusión de ska con ritmos tradicionales centro y sudamericanos ha sido prácticamente una constante por casi dos décadas. Por eso es que de entrada no nos sorprende un grupo que se propone mostrarnos una versión cubana del ska.
La sorpresa llega más tarde, cuando nos enteramos que dicho grupo es en realidad originario de Inglaterra y que, paradógicamente, nos invita a un paseo por la historia de esta música caribeña desde sus orígenes en Jamaica, buscando el eslabón perdido de la conexión Jamaica-Cuba. Su intención es escribir una versión alternativa de la historia, en una línea de tiempo improbablemente paralela, en la que Cuba no sufrió el aislamiento del resto de las islas del Caribe y aquel intercambio que existía entre músicos de una y otra isla hasta los años cincuenta se mantuvo intacto. En otras palabras: ¿Cómo sonaría la música ska si se hubiese desarrollado en Cuba?
Esa es la premisa inicial de Ska Cubano, un grupo que surgió como un proyecto experimental paralelo de Natty Bo, reconocido historiador de la música ska y cantante del grupo TopCats (uno de los nombres principales de la escena ska londinense contemporánea) quién invitado por el productor Peter A. Scott, se aventuró hasta Santiago De Cuba en una exploración musical-arqueológica.
A diferencia de la mayoría de la escena de ska británico, Natty Bo se interesó desde siempre más por las raíces originales del género que por la versión popularizada en los finales de los 70’s y comienzos de los 80’s por lo que se dio en llamar la segunda ola del ska, con grupos como Madness y The Specials (la tercera ola fue en los 90’s en Estados Unidos con Mighty Mighty Boostones, Rancid, No Doubt...).
Eso es justamente lo que distancia enormemente a Ska Cubano del sin fin de grupos de ska latinoamericano, ya que estos últimos en su mayoría se sumaron al ska a partir de la segunda ola, influenciados por los grupos londinenses que fusinaban el género con el punk de la época y luego le agregaron sobre eso el elemento latino a su música. Natty Bo recorrió el camino a la inversa y partiendo del ska original de los 60’s, invitó a músicos cubanos y al cantante sonero Beny Billy a tocar ska -un ritmo para ellos desconocido- como si el ska hubiese continuado su desarrollo natural en cuba, de la mano del son, la rumba, el mambo y el cha-cha-cha. “Yo me imaginé cómo sería el ska si se tocase en Cuba y a partir de ahí creamos el concepto de un grupo cubano de ska”.
“Desde que era muy chico, crecí escuchando mucho blues y jazz,” recuerda Natty Bo, un londinense de 40 años de edad y origen judío al que cuesta imaginarse interesado en la música latina, “luego reggae y de ahí al ska, el ska original jamaiquino, como The Skatalites. Cuando era adolescente escuché por un tiempo el ska inglés que estaba de moda en esa época, el two-tone influenciado por el punk, pero después volví a enfocarme en el ska original y a investigar su historia.”
El interés por el elemento latino en el ska, llegó más tarde, buscando las influencias originales de los primeros músicos de ska jamaiquinos. “Donde yo crecí no se escuchaba, ni se conocía prácticamente nada de música cubana, conocía quizás un poco de cha-cha-cha, Pérez Prado, el mambo... No era la música cubana lo que me interesaba particularmente, sino su historia, las conexiones con otros estilos musicales, en especial africanos, en sus orígenes. En algunas cosas de los Skatalites se podían advertir ciertas influencias cubanas, por ejemplo, tienen temas con ritmo de mambo. Yo siempre fui un coleccionista de discos viejos y así que empecé a buscar discos que se pareciesen a eso. Así llegué a Benny Moré, la cumbia colombiana...”
¡Ay Caramba! Es el título de su primer trabajo en publicarse en los Estados Unidos, a través del sello Cumbancha y fue grabado en su totalidad en un estudio análogo en Cuba, con músicos invitados locales, por lo que si bien la apuesta es innovadora, es sonido es clásico y hasta retro, combinando composiciones propias con covers de temas populares. “Ensayamos mucho allá cuando fuimos a grabar el disco y nos juntábamos a tocar en las calles con músicos locales y la gente se reunía a vernos improvisar,” comenta Natty quién asegura que su mayor deseo es ir de gira a Cuba a presentarse formalmente en un escenario con Ska Cubano.
- ¿Eres conciente de que el ska es uno de los ritmos más populares en Latinoamérica y que hay cientos de bandas que vienen desde hace años fusionando el género con ritmos latinos?
- Sí, sí, hay muchísimas bandas de ska latino, lo sé. Me viene a la mente ahora Desorden Público, de hace un tiempo. No he visto mucho, pero sí sé de su existencia. En su mayoría combinan el ska con ritmos latinos pero desde otra perspectiva, porque sus influencias primarias de ska son del ska-punk inglés que es mucho más rápido que el ska
original. Entonces suenan totalmente distintas a lo que intentamos hacer nosotros.

1 comment:

BlackScorpio said...

I love u, is that ok?