Por Juan Data (originalmente publicado en La Cosa, Argentina, 2005)
Entrar al mundo del porno es el sueño dorado de millones de hombres en todo el mundo. Ganar dinero por tener sexo con infinidad de jovencitas calientes debe ranquear cerca de la cima en el top-ten de los empleos más añorados del universo laboral. Desgraciadamente nadie hace castings para papeles masculinos en las películas para adultos y hasta hay un dicho en el Sur de California (la tierra prometida de las tres equis) que dice que, siendo hombre, “es más fácil conseguir un papel en una sit-com que en una película porno”. Así y todo, por más que uno tenga los contactos, tiene que ser joven, tener cierta pinta, buenos tubos y rondar los veinte centímetros de longaniza reglamentarios.
Es por eso que Ed Powers ha de ser una de las personas más envidiadas de la vía láctea. Un viejo verde con cara de pervertido, pelo largo, canoso y grasiento, anteojos culo de botella, una regia panza de cervecero vitalicio y una verguita de utilería: la antitesis absoluta de Dirk Diggler (aquel prematuro semental superdotato encarnado por Mark Wahlberg en Boogie Nights).
Así y todo, Ed Powers se las ha ingeniado para cumplir una función primordial en la industria del porno: darle la bienvenida y el curso introductorio a –casi- todas las chicas que llegan a Los Angeles ansiosas por debutar en esa millonaria industria y llegar algún día a convertirse en “pornstars”. Ed Powers es algo así como el portero del mundo porno y prácticamente todas las estrellas más reconocidas de los últimos diez años se echaron su primer polvo en cámara con él.
“Mucha gente se me acerca y me dice Ed, te amo... pero te odio. Lo sé, es la envidia. Pero bueno, yo comparto (risas). Si no fuese porque me tomo el trabajo de filmar todo lo que hago, tendrías a todas esas chicas que nadie sabría quienes son”.
En los pasados números de La Cosa, entrevistamos a Hannah Harper, Shay Sweet y Aurora Snow, las tres debutaron a sus tiernos dieciocho con Ed y las tres coincidieron en lo mismo: “es un buen tipo”. Y es que sí, Ed Powers tiene esa fama de buenazo, que tan fuera de lugar resulta en una industria dominada por el machismo, como lo es el porno.
“Tengo toda la fórmula –nos cuenta Ed-; me siento, les hablo, las trato como seres humanos, que lo son, no un pedazo de carne, como otros tantos hacen. Una chica, el otro día, que no era su primera vez, pero sí su primera vez con un tipo más viejo, me contó que el último tipo con el que había trabajado le dijo: “callate perra, te están pagando novecientos dólares así que hacé lo que se te pide” . Y yo no puedo ver a alguien diciéndole eso a una chica. Obviamente a todos se les paga, es un trabajo, pero de ahí a decirle “callate perra...” es como si el tipo estuviese celoso de ella. Claro que los tipos no ganan tanto como las mujeres y no se lo merecen tampoco... ¿Por qué? Porque la mayoría toma píldoras y ni siquiera lo pueden hacer natural (risas). ¡Jesucristo! ¡Chicos, paren de tomar viagra! Hay algunos que lo hacen natural, pero yo creo que todos están tomando píldoras. He escuchado historias de pumps (válvulas de vacío), inyecciones... ¡y las escucho de las chicas!”
Ed se jacta de que nunca le falla y cuando le preguntamos su edad, duda: “Mi cumpleaños es en un par de días, voy a cumplir... voy a cumplir... cincuenta. Cuesta decirlo. Estuvo bueno estar en los cuarentas por un tiempo... Pero miralo a Dave Cummings, ¡tiene sesenta y cuatro! El verdadero viagra está en las chicas, no hace falta nada más, tenés cinco o seis chicas diferentes en un día... es más de lo que pueda necesitar para que se me pare. Te digo más, ¡deberían usa mi sangre para una píldora!”
El Debut Del Debutante
En 1989 Mark Arnold, tal su verdadero nombre, recién llegado de la Costa Este, empezó a filmar sus primeras pornos en Los Angeles. Pero lo hizo con un concepto visionario y por demás innovador. Tituló su serie Bus Stop Tales: él mismo se acercaba a mujeres desconocidas en las paradas de colectivo y, cámara al hombro, les hacía el chamuyo (y les ofrecía dinero, claro está) intentando convencerlas para que filmasen una escena de sexo con él. Casi sin proponérselo, se había anticipado a su época con el reality-porn, dando el puntapié inicial del subgénero dominante hoy en día en la pornografía norteamericana: el gonzo.
El gran éxito, sin embargo, no le llegó hasta la creación, un año más tarde, de su célebre serie Dirty Debutantes. Ed simplificó el proceso del levante y en vez de salir de cacería por las calles, puso avisos en los diarios, invitando a las chicas a una audición en su propia casa.
“Cuando decidí empezar con Dirty Debutantes –rememora Ed-, contraté un par de tipos y formamos los Nasty Brothers, Randy West era uno de ellos, pero a la larga los terminé largando y me quedé yo solo, porque al fin y al cabo yo soy el nasty brother definitivo.”
Es que la clave del éxito de Dirty Debutantes (así como sus series derivadas) era justamente el look de anti-galán de Ed Powers. En poco tiempo se había ganado adeptos en todo el mundo que lo veían como un súper-héroe, el vengador de los feos, la esperanza de los menos dotados; sus fans lo veían encamándose tremendas pendejas de dieciocho años y el silogismo resultante era obvio: “si él puede, yo también”. Y listo, a llenarse los bolsillos.
“Filmo en mi casa. En mi propia cama donde duermo, así duermo rodeado del aroma de las chicas. Cambio la cámara, corro de acá para allá, hago esto, aquello, no tengo asistentes, nadie que me grite, ni nadie a quién gritarle. Pero no te creas que me sale muy barato, soy muy generoso con las chicas, porque se lo merecen.”
Cuantas Minas Que Tengo
Briana Banks, Sunrise Adams, Lauren Phoenix, Mimi Miyagui, Nikita Denise, Mia Smiles, Taylor Rain, Olivia del Rio, Janine, Julie Meadows, Carmen Luvana... todas pasaron por Dirty Debutantes antes de hacerse famosas. Y Ed no se toma descanso, sigue cosechando primerizas y lanzándolas al mercado.
- ¿Cuál es tu record?
- En un día lo máximo que estuve fue con veintidós chicas. Tengo una foto en la bañera con catorce, eso fue en la primera mitad del día, después, al final del día sumaron veintidós.
- ¿Alguna vez te pasó que, llegada la hora de hacerlo, la chica arrugue y te diga que no?
- Nunca tuve ni una que dijese que no. Alguna puede que haya cambiado de idea, que primero me diga que no tiene novio y después en la mitad del asunto le agarra la culpa y ves que se le escapa una lágrima... y bueno, hay que parar y hablarles, tranquilizarlas. Quizás vuelven a tranquilizarse y terminamos la escena. En una ocasión hasta llamé al novio y le dije que su chica estaba en mi casa, el novio vino ¡y acabó haciendo la escena con ella!
- A comienzos del año pasado filmaste a Nautica Thorn (una de las mayores revelaciones del 2004) en su primera escena y también fue con su novio.
- ¡Totalmente! Nautica Thorn es un excelente ejemplo. Ella vino y no sabía bien si lo quería hacer o no y yo le propuse que lo hiciese con el novio y salió perfecto.
- De todas las famosas, ¿cuál fue tu favorita?
- La próxima.
- ¿Qué planeás para el futuro? ¿Pensás seguir con la serie Dirty Debutantes hasta llegar al número mil?
- Creo que continuaré, pero al mismo tiempo sé que la industria está cambiando, sé que la Internet es una gran porción de nuestro futuro y ya tengo cinco web sites.
- Cuando las chicas se hacen famosas, tarde o temprano terminan sacando a la venta una muñeca inflable supuestamente moldeada con el cuerpo de la estrella. ¿Harán algún día un consolador moldeado en base a tu pene?
- ¡Hicieron uno ya! Sí, pero no era realista, ¡porque le agregaron dos pulgadas! Yo no les pedí, el tipo me dijo “sólo terminé lo que Dios dejó por la mitad.” ¡Además no lo tengo tan chiquito! ¿No lo viste? A las chicas les gusta así, me dicen que tengo la medida perfecta para sexo anal.
El extraño mundo de Ed
More Dirty Debutantes: La original, la serie que dio pié a todas las demás y lleva ya más de una década de éxitos. Estilo crudo, casero, mal manejo de cámara, mediocre iluminación y muy poca edición. Imperdibles los diálogos entre Ed y las aspirantes a pornstar.
Deep Inside Dirty Debutantes: Esta serie se diferencia en poco y nada a la original. Supuestamente se trata de material descartado en aquella por ser un poco más fuerte. Hay más sexo anal y eyaculaciones en la boca. Pero hasta ahí, Ed sigue siendo el tierno de siempre.
Global Warming Debutantes: Parece que a Ed le llegó el rumor de que en Europa del Este se consiguen chicas dispuestas a filmar porno por mucha menos guita y allá fue. En esta serie Ed traslada el set de filmación de su casa a una habitación de hotel y se las arregla como puede para hacerles el chamuyo a las chicas que poco y nada entienden de inglés.
New Ends: Ed Powers y la actriz porno Anisa coproducen esta serie donde se hace foco en el sexo anal y para variar es esta vez una mujer la que hace los comentarios detrás de cámara. Los resultados son bastante flojos.
Gonzoman: No es una creación, es una evolución, decía el slogan de esta nueva serie y efectivamente la propuesta era tomar el formato exitoso de Dirty Debutantes y modernizarlo. La edición es algo más cuidada, se anima a intercalar tomas en blanco y negro; hay más textos separadores entre toma y toma y subtítulos en lugar del exesivo diálogo a que Ed nos tiene acostumbrados. Lamentablemente el manejo de cámara sigue siendo igual de precario y las aspiraciones se quedan a mitad de camino. La serie no duró mucho. La gente sigue prefiriendo al Ed original, al sucio.
Otras Series A Tener En Cuenta: Cockless (sólo escenas lésbicas o de masturbación femenina), Black Dirty Debutantes (el título lo dice todo, ¿no?), Dirtier Debutantes (cuando las chicas se animan a lo más kinky), Loving Spoonfulls (las nenas buenas se toman todita la lechita), Real Naturals (chicas normales, hijas de vecino), Dawn Of The Debutantes (refrito de las primeras escenas de las chicas que luego acabaron siendo famosas, imperdibles).
Thursday, July 07, 2005
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