Por Juan Data (publicada originalmente en Moshpit Posse #8, Julio de 1998, Buenos Aires)
Cuando el año pasado nos propusimos entrevistar a los mexicanos de Control Machete, las cosas no nos habían salido de la manera más oportuna; sin grabador y sin fotógrafo piloteamos la situación como pudimos para sacar la nota. Cuando en abril pasaron por Buenos Aires para presentarse junto al Sindicato Argentino del Hip Hop, 9 Milímetros y los uruguayos de Plátano Macho, los encontramos en una posición algo más cómoda y tranquila; y a pesar de el cansancio de haber terminado minutos antes un show extenuante, tuvimos tiempo suficiente para hacerles un par de preguntas en los camarines y sacarnos algunas dudas que nos habían quedado colgadas.
"La raza estuvo demasiado prendida" constató Fermín al referirse al recital que los había obligado a compartir el escenario con casi 200 fanáticos saltando y haciendo mosh "cumplió con nuestras expectativas, totalmente. La otra vez que vinimos estuvo llenísimo el lugar. Ahora yo creo que vino la gente que necesitaba venir, la gente que realmente sigue a Control Machete."
Todavía no salía del asombre de la noche anterior, cuando se habían presentado en Paraguay por primera vez junto al Sindicato, en un concierto que superó ampliamente lo que se esperaban ambos grupos: "fue impresionante... más de mil gentes, saltando, cantando las canciones." Pero sin embargo aseguran que la fama no se les subió a la cabeza y siguen siendo las mismas personas "vivimos en las mismas casas, con los papás y todo"
- En qué cambió la banda desde el año pasado hasta ahora?
- Cambió mucho en vivo, porque adquirimos mucha experiencia, tocamos muchísimo. Hicimos un gira con Molotov por todo el interior de México, tocamos en Guatemala, Costa Rica, vinimos acá, después nos vamos a Chile y a Bolivia, de ahí pegamos el salto hacia Estados Unidos donde vamos a hacer una gira...
- Que impresión se llevaron del Hip Hop latinoamericano en general, después de tanto viajar?
- Va madurando poco a poco, lentamente, porque así debe ser en principio. El Hip Hop en Latinoamérica, para nuestro gusto, todavía está en pañales. Hay que darle de comer para que siga creciendo. A mi me impresionó Sindicato, no los había oído nunca, sólo había visto el video en Monterrey. Plátano Macho también me pareció buenísimo. Tiro de Gracia, en Chile, hicieron un disco de Hip Hop-G Funk buenísimo. Quiero decir que sí hay calidad en Latinoamérica para hacer Hip Hop. Ahora a nosotros nos compromete en cierta forma a hacer un disco de nivel, un disco totalmente "Pure Hip Hop" y fuertísimo.
- Esa responsabilidad los hace sentirse un poco como a la cabeza del Hip Hop latinoamericano, no es asÌ?
- No a la cabeza sino junto con todos, pero por ejemplo, oyendo el disco de Tiro de Gracia, que es muy bueno, digo: órale! yo también quiero estar a ese nivel!
- Y en Brasil estuvieron?
- No, vamos a ir a São Paulo para septiembre u octubre, ya con el disco nuevo.
- Qué tuvieron la oportunidad de conocer del movimiento argentino.
- Bueno, a Actitud MarÌa Marta ya las conocíamos de hace tiempo, a Encontra del Hombre que me han dicho que no existe más, a Bola 8 lo vimos la vez pasada que estuvimos aquí...
- Para cuando el nuevo disco?
- Lo vamos a grabar al regresar de la gira por Estados Unidos, más o menos por agosto, como para que salga a la calle en Octubre.
- No es extraño que detrás del monumental éxito de Control Machete no haya germinado un movimiento de Hip Hop mexicano, más allá de Molotov y esas cosas que no son del todo Hip Hop?
- Ya existía desde antes que nosotros, pero lo que allí pasó es muy diferente de lo que ocurrió acá en Argentina, porque allí los grupos en su mayoría rappeaban sobre bases instrumentales de otros grupos y hay poca gente que esté produciendo su propia música. En México hay como 8 o 9 grupos de Hip Hop, en Monterrey hay como 4 y ya existían. Ahora hay que ayudarlos a ellos para que puedan subir y que toda la gente los conozca.
- La cultura Hip Hop en México ha explotado sólo a nivel Rap o también surgieron el Break Dance y el Graffiti?
- En Monterrey lo que sucedió fue que el Rap pegó primero, el Breakdance había como pasado de largo, al contrario de la mayorÌa de los lugares. En la ciudad de México sin embargo si pegó mucho el Break y todavía hay mucho movimiento de Breakers y Graffiteros.
- El año pasado cuando los entrevisté, estaban muy cebados con el último disco de Wu-Tang Clan, ahora con qué se están dando?
- Psycho Realm, Gravediggaz, The Firm, Magoo & Timbaland, todo lo de No Limit, Missy Elliot, Lil Kim...
- Consideran que hay alguna posibilidad de que el Hip Hop latinoamericano pueda emerger de las fronteras del continente y llegar a pegar en Europa o Estados Unidos?
- Lo va a hacer, pero falta madurar mucho, hay que trabajar, trabajar, trabajar... sacar muchos discos y que lleguen a todos lados. Se hace muy buen Hip Hop aquÌ en Latinoamérica y hay muchos buenos rapperos. un ejemplo de eso es Tiro de Gracia.
Mangaka
Saturday, May 19, 2007
Santiago Zona Bruta (de como el rap español triunfó en Sudamérica)
Por Juan Data (originalmente publicado en Hip Hop Nation #05, España, 2000)
Imagínate estar en una ciudad que no conoces, a la que llegaste hace sólo unas horas, es de noche, hace algo de frío, estás sólo, no conoces a nadie. Acabas de salir de un recital y te chocas con una barrera de policías con cara de pocos amigos. Recién entonces caes en la cuenta de que has perdido tu equipaje, no tienes documentos, tarjetas de crédito, abrigo ni pasajes de vuelta. En tu bolsillo sólo llevas algo de cambio, como para viajar en metro y comer un Hot Dog. Ni siquiera tienes un número de teléfono al que llamar porque también perdiste tu agenda.
Momento crítico. Pasar la noche en la calle pareciera ser la solución más viable... si no fuera porque estás en Chile y los “pacos” no son lo que se dice gente cordial con la que uno pueda dialogar civilizadamente.
Ya sé lo que estás pensando: “ja, a mí eso nunca me pasaría porque yo soy demasiado listo”, pero bueno, haz un esfuerzo intelectual e imagina que no eres tan listo y que te tienes que arreglar escribiendo para Hip Hop Nation porque no eres tan buen MC como para forrarte con tus skills. “Ah, bueno en ese caso...”
Entonces, ¿qué harías ante esa situación? ¿que no sabes? Pues, déjame que te cuente lo que hice yo.
El Preludio
Antes que nada, vamos a hacer un relevamiento geográfico del terreno y pongamos al lector en situación. Chile: país sudamericano que disfruta de una democracia demasiado joven. De escasa población repartida en escaso territorio (para lo que son las dimensiones en esa parte del continente), donde la sociedad se jacta de ser ordenada, patriota, religiosa y conservadora. Cómo todo país del tercer mundo sufre la marginalidad y el desempleo en carne propia, pero parece sobrellevarlo mejor que sus vecinos, ahogados en la corrupción.
¿Es este un panorama propicio para generar una escena Hip Hop con identidad propia y bien consolidada? A primera vista uno diría que no, y sin embargo, no hace falta internarse mucho en las calles de Santiago para descubrir en esa ciudad a una digna contendiente de São Paulo para la “Capital Sudamericana del Hip Hop”.
Así rezaba el flyer del evento al que me dirigía. El primer “Festival Hispanoamericano de Hip Hop”. Era mi primer incursión en tierras chilenas así que estaba muy emocionado con la idea de viajar para cubrir el concierto. Mi único contacto hasta entonces con la escena Hip Hop de Chile había sido entrevistando, años atrás, a los Tiro de Gracia y los Panteras Negras para algún fanzine apócrifo porteño, o cubriendo las visitas a Argentina de los graffiteros de la crew DVE o los b-boys transandinos que se hicieron presentes en el campeonato de Rosario (ver Hip Hop Nation Nº3).
Pero lo cierto, era que el Hip Hop de Chile era todo un enigma para mí, y es que a pesar de estar a menos de dos horas de avión, las ciudades de Santiago y Buenos Aires tienen muy poca comunicación entre sí.
Me disponía entonces a pasar un fin de semana recorriendo las tierras por las que Pinochet todavía camina libremente. Pero mi misión, que quede claro, no era rastrear el mapa del Hip Hop local (lo cual me llevaría mucho más que un fin de semana y por lo tanto quedará pendiente para alguna ocasión futura), sino más bien, analizar el desembarco aplastante del Hip Hop ibérico en esa ciudad, tomando como punto de referencia el mencionado festival.
La Llegada
Habiendo arribado a Santiago al mediodía, me disponía a recorrer tranquilo la ciudad y sacar unas fotos, antes incluso de buscar alojamiento. Es que el recital era por la noche, y entonces tenía toda la tarde libre por delante. Así llegué a Otra Vida, el único Hip Hop Shop de la ciudad, y uno de los pocos de Sudamérica (allí, me dijeron, habían estado Ari y Jotamayúscula la tarde anterior), la tienda es la única en todo Chile que vende discos de rap españoles originales, mientras la piratería es moneda corriente en la ciudad. Enseguida conocí a un grupo de ganjamanes acompañados de unas adolescentes de amplios escotes que se ofrecieron a acompañarme hasta el lugar del evento. Pero, ¿que no es a la noche?
No. Dos días antes habían cambiado el horario. Todos los flyers indicaban que las puertas se abrirían a las 19 y sin embargo, en sólo 48hs se había corrido el rumor de que el recital se había adelantado para las 15.
Dos conclusiones saqué de lo anterior, a priori: me queda menos de una hora para resolver mi problema de alojamiento, y a posteriori: vaya que si corren rápido los rumores en esta ciudad. Decidí dejar de lado lo del alojamiento, ya conocería a alguien que me quisiera hospedar por una noche y en todo caso, tenía algo de dinero como para pagar por una habitación. Mi problema pasaba más bien por el equipaje. Venía cargado con una mochila repleta de ropa, discos, revistas y demás cosas que la hacían tremendamente incómoda para asistir a una jam de semejantes dimensiones.
Uno de los fumetas que recién había conocido tenía una tienda ahí cerca y me propuso dejar mis cosas dentro. Iríamos al recital juntos y a la vuelta pasaríamos a recogerla. Me pareció buena idea y accedí. Hasta dejé allí todo el grueso de mi dinero pensando en el riesgo que corría si me llegaban a robar en las adyacencias del lugar. Santiago es muy reconocida por los robos y arrebatos en las calles.
Los Chilenos
Estadio Chile. El metro nos dejó a dos manzanas. Las calles abarrotadas de jóvenes b-boys. Advertí con admiración que no había alcohol en las manos de los que esperaban para entrar, ni latas de cerveza ni vino en tetra-brick, como se acostumbra en mis pagos. Casi por instinto me pedí un Hot Dog y una cerveza en un bar (los Hot Dog chilenos son muy buenos), salí a la calle y entonces me enteré de la situación. En Chile está prohibido tomar alcohol en la vía pública. ¿Reminiscencias de tiempos oscuros? “Si te ven los pacos te llevan” me dijeron mis amigos. Tomé un trago apresurado y la escondí. Al instante vi pasar uno de esos uniformados de verde, casi como militares nazis.
Hora de entrar y segunda aproximación al “orden” reinante en la idiosincrasia chilena. En Argentina, tierra de chantas y ventajeros, entrar a un evento sin pagar es casi un deporte nacional. Decir, “soy periodista, vengo a cubrir el show” suele ser suficiente para que se abran las puertas del cielo. Ahí, en Chile, no sólo no me dejaron pasar, me pidieron documentos, carnet de periodista, referencias del medio para el que trabajaba... ¡y todo eso a pesar de que mi nombre estaba en la lista de invitados!
Logré transponer el primer vallado pero todavía no podía entrar al estadio. Había dos puertas, en una me pedían el ticket de la entrada y en la otra una acreditación de invitado. No tenía ninguna de las dos cosas. Desde el interior del local emergía una densa nube de humo verde dulzón y se dejaban oír los primeros beats. Finalmente, después de haberle llorado a más de media docena de guardias de seguridad, pude entrar al estadio y aquí me llevé la mayor sorpresa de mi viaje.
De repente me encontraba inmerso en una maraña infinita de gente, un estadio enorme repleto hasta más no poder, tanto las gradas como el campo, y todo para ver un show de rap. ¡Mierda, y en Buenos Aires a duras penas juntamos trescientas personas! Pensé. De las casi cinco mil personas que se amontonaban para ver a Ari, un porcentaje importante (me atrevería a decir el 30%) eran mujeres y eso no hacía más que asombrarme aún más. Eso sí, el promedio de edad de las b-girls a duras penas rozaba los quince años. Las había muy pequeñas, todas vestiditas con sus ropitas de homies, dispuestas en primera fila cual fans de algún cantante romántico carilindo salido del Top 40... ¡pero estaban allí para ver un show de rap! Yo sabía que el éxito de Tiro de Gracia había acercado a muchas jovencitas al Hip Hop en Chile, pero no me imaginé nunca que estas se iban a prender a la cultura con tanta fuerza.
En el escenario estaba Savia Nueva, una especie de grupo paralelo de Makiza, con varios integrantes cada uno presentándose como un solista con el apoyo del resto. Era su primera vez en vivo y no les fue nada mal. Makiza es el grupo del momento en Chile, con miles de copias de su álbum, editado por una multi, acercaron el rap a un público más maduro e intelectual sin perder el respeto del grueso de la audiencia rappera de estirpe callejera. Entendí la fascinación de las niñas chilenas por el rap cuando vi subir a las tarimas a la incomparable Anita, de quién hasta ese entonces sólo había oído hablar maravillas, y no me defraudó en lo más mínimo. Anita (voz femenina de Makiza) tiene el talento suficiente para enfrentar a cualquier mujer MC del mundo, tanto en sus letras como en sus fabulosos freestyles. Es el secreto mejor guardado del rap chileno. Y así, como en secreto, subió y cogió el micro, escondida tras una capucha que no dejaba distinguirla. La capucha voló tras el segundo verso y la tribuna se vino literalmente abajo en una ovación unánime. Tendríais que haber visto entonces, a todas esas rapperitas de catorce primaveras coreando las rimas de la Anita.
Aún no salía de mi asombro cuando pude ver a toda la masa de gente pidiendo a gritos la presencia de Vico C, MC puertorriqueño que había prometido su visita a Chile y la había cancelado a último momento ya que los organizadores no accedieron a sus pretenciosas exigencias. Supe que en los camarines la gente de la organización del evento estaba super nerviosa con el tema y no se atrevían a salir a decir que Vico C no había venido, entonces un rappero chileno invitado de los grupos que teloneaban a Ari se ofreció para enfrentar a la muchedumbre, que no paraba de gritar “¡Vico C, Vico C!” Se asomó como tímidamente, cogió el micro y pidió la palabra: “Vico C no es verdadero... pidió una limusina para venir a Chile, así no es el Hip Hop y bla-bla-bla...” De repente, la misma gente que aclamaba a Vico C, dejó de hacerlo y cambió sus gritos por silbidos, silbidos que se fueron transformando en un cántico de guerra generalizado como los entonados por los fanáticos del fútbol: “¡Somos del Hip Hop, Somos del Hip Hop!”
A Savia Nueva le siguió Conexxión, un combo joven de rap, más denso y callejero, con sietes MC’s (seis chicos y una niña). Antes dije que los chilenos eran nacionalistas, y si lo serán que estos colgaron una bandera de su país frente a la mesa de los platos. Durante toda la tarde no paré de oír la palabra Chile en las letras, los estribillos y las arengas de los maestros de ceremonia, hasta había uno flameando la bandera patria en medio del público. Más tarde le tocó el turno a los Panteras Negras, uno de los grupos que han sobrevivido desde la vieja escuela, su Rap enteramente politizado no despierta fanatismos en la gente pero son bien respetados en la escena por su notable trayectoria. A continuación, subieron al escenario los B-Boys de Gravedad Cero que dejaron absorto al público con sus acrobacias y principalmente con la incursión de un bailarín de escasos ocho años que cerró el show con un impecable headspin. Le siguieron los muchachos de Rezonancia un dúo de rap bien hard core y marihuanero que arrastra mucho público pesado, pero también tiene a sus groupies que se agolpaban contra el vallado para sacarles fotos. Como invitado de Rezonancia en un par de temas subió su eminencia el Jimmy de la Pozze Latina, el grupo que dio el puntapié inicial del Hip Hop Chileno hace más de una década.
Los Españoles
Hasta ahí los chilenos. Afuera ya empezaba a anochecer y el público estaba cada vez más ansioso por ver a la estrella de la noche: Ari. Fue entonces cuando me di cuenta de lo grave de mi situación, había perdido de vista a los que habían ido conmigo y la oscuridad no me ayudaba a encontrarlos. Distinguir la cara de alguien a quién conociste hace unas horas -y apenas sabes su apodo- no es cosa sencilla entre una aglomeración de cinco mil personas.
“¿Qué pasa Chile?” Gritó Jotamayúscula apenas se acomodó detrás de los platos y una vez más la ovación colmó el estadio. Por fin alguien de España subía a escena, recién entonces comprendí las dimensiones del fanatismo que tiene la escena chilena con los artistas del Hip Hop ibérico. El desempeño de Jota no fue el mejor ya que estaba en pleno estado gripal y transpiraba de fiebre, pero eso no le impidió dar un buen show y mover un poco a la gente cada vez más ansiosa por ver a la chica de Gerona.
El show de Jota en los platos llegaba ya a su fin cuando anunciaron la gran sorpresa de la noche: “¡CPV estaba en la casa!” Sí, sí, como habéis leído, sin anticipos ni nada, Mr Rango se coló en el escenario secundado por Kamikaze y Supernafamacho y empezó el show sorpresa del Club, que por lo que supe es el grupo español que más fanatismo ha causado en el público chileno después de 7 Notas 7 Colores (Nota: el Mu y su gente se habían presentado un mes antes ante similar cantidad de gente y había así inaugurado oficialmente la invasión española a tierras sudamericanas). Fue el Nafa quién dijo ante la enfervorizada muchedumbre que lamentable no contaban con la presencia de Paco y Meswy, pero contentó a los fans con una promesa: “En Octubre volvemos con CPV completo”.
Finalmente llegó la hora tan esperada, se apagaron los focos en las tarimas y el Jota dejó su lugar al DJ de Ari. De repente las luces se encendieron y dejaron apreciar la figura menuda de la MC en cuestión que con más fuerza que nunca gritó nuevamente “¡¿Qué pasa Chile?!” dando así comienzo al show más prendido de la noche. Imaginaos la sorpresa de la morena de Cataluña cuando advirtió la gran cantidad de público femenino que no sólo la idolatraban sino que coreaban sus letras de punta a punta. Y atención, el disco de Ari no está editado en Chile y las ventas de la única tienda que lo ofrece original no son tan abundantes, pero todos los cinco mil presentes parecían conocer a la muchacha como si fuera una más del barrio. Creedme, la impresión que se ha llevado esta chica ha sido de lo más fuerte, pagaría por haber estado un minuto en sus pantalones.
Pero las sorpresas no se terminan aquí, como corista suplente, Ari llevó a su compañero de aventuras el Payo Malo, que también era bien reconocido en Chile aunque no tanto como solista, sino como invitado de Sólo los Solo (otro de los que han causado furor en tierras mapuches). También tuvo el Payo oportunidad de demostrar algo de lo suyo en medio del show de Ari.
Se aproximaba ya el final del festival y después de haber dado varias vueltas por el estadio me había resignado, había perdido a mis amigos y se me iba a complicar recuperar mi equipaje. Lo que más nervioso me ponía era que el domingo (o sea, al día siguiente) la tienda estaría cerrada y el lunes siguiente era feriado nacional. En fin... perdí todo lo que traje, pensé, así que me dediqué a disfrutar del show que llegaba a su punto de apogeo cuando Ari entonó su himno “Arriba los buscavidas”. El público alcanzó prácticamente el éxtasis con esta canción cuya letra reflejaba mejor que nada la situación marginal, de pobreza y violencia extrema en la que viven la mayoría de los b-boys chilenos.
Después del Show
El siguiente capítulo de mis aventuras se desarrolla intentando encontrar a alguien conocido a la salida del evento, alguien que me quisiera alojar por al menos una noche hasta que pudiera recuperar mi dinero y mis pertenencias. No conseguí encontrar a nadie así que me metí en los camarines, al menos conocía a Nieves de Zona Bruta, con quién había tenido contacto por e-mail únicamente y habíamos acordado reunirnos aquel día. Ahí los conocí personalmente a Kamikaze y a Ari que andaba de lo más contenta tras terminar el show y se paseaba con una bandeja de galletas ofreciéndole a todo el mundo. Vi con mis propios ojos, como una fan chilena de Ari cogía una galleta y la guardaba como recuerdo “por más hambre que tenga no la voy a comer... me la dio Ari” y agradecía al cielo como si hubiese recibido una bendición.
Terminé en un hotel del centro de Santiago, en una habitación con toda la troupe de Zona Bruta que no dejaban de asombrarse del público chileno. “¿Cómo puede ser que habiendo tanta gente no hayan salido sellos de Hip Hop?” le oí decir a Nieves “¿Cómo puede ser que en Argentina, que tiene el triple de población, el Hip Hop aún no haya pegado?” Enigmas sin respuestas. Escuché las anécdotas del Kami que solito, apenas llegó a Santiago, incursionó en los barrios bajos dominados por las pandillas de rapperos más peligrosas y apenas lo reconocieron salieron a recibirlo como una verdadera estrella. Me contaron de cuando había venido Mucho Muchacho y la policía había tenido que hacer todo un cordón para que pudiese llegar al estadio, escapando del acoso de los fans. Me enteré también de que, en una especie de tour, habían llevado a Ari, Payo Malo y los CPV a conocer la Guamachuco, una de las poblaciones marginales de Chile de donde más grupos de rap habían surgido y que los recibieron con una fiesta en un centro cultural indígena donde los pusieron al tanto de la situación de los descendientes de aborígenes y el racismo. Pude apreciar con asombro a las groupies de escasos catorce abriles esperando en la puerta del hotel para pedirles autógrafos a los MC’s madrileños, regalarles muñecos y llevarse algún recuerdo de sus ídolos...
La Conclusión
Yo de mi mochila ya ni me acordaba. La daba por perdida. Recién a las 11:30 de la noche conseguí lugar donde quedarme: ocupé la cama que había dejado libre Kamikaze en el departamento de la gente que organizaba el festival, que me acogieron con singular hospitalidad. Me tranquilicé y me puse a ordenar en mi cabeza todas las ideas para escribir este artículo a mi regreso a Buenos Aires, ya que también había perdido mi grabadora y no había podido hacer ni una entrevista como tenía planeado. Todavía me faltaba resolver el problema de cómo regresar a mi país sin los tickets del avión ni dinero para comprar unos nuevos, pero eso era para mí ya un inconveniente menor. Estaba satisfecho. Había presenciado uno de los shows de Hip Hop más importantes de mi vida y tenía la certeza absoluta de que esto era sólo el comienzo. Que no tardarían en llegar al cono sur tantos otros artistas españoles del rap. Ya que claro... no van a querer perdérselo, ¿o acaso a ti no te han dado ganas de probar el fruto de la fama internacional, los hoteles, los fans y los estadios repletos de niñas que corean tus letras?
Imagínate estar en una ciudad que no conoces, a la que llegaste hace sólo unas horas, es de noche, hace algo de frío, estás sólo, no conoces a nadie. Acabas de salir de un recital y te chocas con una barrera de policías con cara de pocos amigos. Recién entonces caes en la cuenta de que has perdido tu equipaje, no tienes documentos, tarjetas de crédito, abrigo ni pasajes de vuelta. En tu bolsillo sólo llevas algo de cambio, como para viajar en metro y comer un Hot Dog. Ni siquiera tienes un número de teléfono al que llamar porque también perdiste tu agenda.
Momento crítico. Pasar la noche en la calle pareciera ser la solución más viable... si no fuera porque estás en Chile y los “pacos” no son lo que se dice gente cordial con la que uno pueda dialogar civilizadamente.
Ya sé lo que estás pensando: “ja, a mí eso nunca me pasaría porque yo soy demasiado listo”, pero bueno, haz un esfuerzo intelectual e imagina que no eres tan listo y que te tienes que arreglar escribiendo para Hip Hop Nation porque no eres tan buen MC como para forrarte con tus skills. “Ah, bueno en ese caso...”
Entonces, ¿qué harías ante esa situación? ¿que no sabes? Pues, déjame que te cuente lo que hice yo.
El Preludio
Antes que nada, vamos a hacer un relevamiento geográfico del terreno y pongamos al lector en situación. Chile: país sudamericano que disfruta de una democracia demasiado joven. De escasa población repartida en escaso territorio (para lo que son las dimensiones en esa parte del continente), donde la sociedad se jacta de ser ordenada, patriota, religiosa y conservadora. Cómo todo país del tercer mundo sufre la marginalidad y el desempleo en carne propia, pero parece sobrellevarlo mejor que sus vecinos, ahogados en la corrupción.
¿Es este un panorama propicio para generar una escena Hip Hop con identidad propia y bien consolidada? A primera vista uno diría que no, y sin embargo, no hace falta internarse mucho en las calles de Santiago para descubrir en esa ciudad a una digna contendiente de São Paulo para la “Capital Sudamericana del Hip Hop”.
Así rezaba el flyer del evento al que me dirigía. El primer “Festival Hispanoamericano de Hip Hop”. Era mi primer incursión en tierras chilenas así que estaba muy emocionado con la idea de viajar para cubrir el concierto. Mi único contacto hasta entonces con la escena Hip Hop de Chile había sido entrevistando, años atrás, a los Tiro de Gracia y los Panteras Negras para algún fanzine apócrifo porteño, o cubriendo las visitas a Argentina de los graffiteros de la crew DVE o los b-boys transandinos que se hicieron presentes en el campeonato de Rosario (ver Hip Hop Nation Nº3).
Pero lo cierto, era que el Hip Hop de Chile era todo un enigma para mí, y es que a pesar de estar a menos de dos horas de avión, las ciudades de Santiago y Buenos Aires tienen muy poca comunicación entre sí.
Me disponía entonces a pasar un fin de semana recorriendo las tierras por las que Pinochet todavía camina libremente. Pero mi misión, que quede claro, no era rastrear el mapa del Hip Hop local (lo cual me llevaría mucho más que un fin de semana y por lo tanto quedará pendiente para alguna ocasión futura), sino más bien, analizar el desembarco aplastante del Hip Hop ibérico en esa ciudad, tomando como punto de referencia el mencionado festival.
La Llegada
Habiendo arribado a Santiago al mediodía, me disponía a recorrer tranquilo la ciudad y sacar unas fotos, antes incluso de buscar alojamiento. Es que el recital era por la noche, y entonces tenía toda la tarde libre por delante. Así llegué a Otra Vida, el único Hip Hop Shop de la ciudad, y uno de los pocos de Sudamérica (allí, me dijeron, habían estado Ari y Jotamayúscula la tarde anterior), la tienda es la única en todo Chile que vende discos de rap españoles originales, mientras la piratería es moneda corriente en la ciudad. Enseguida conocí a un grupo de ganjamanes acompañados de unas adolescentes de amplios escotes que se ofrecieron a acompañarme hasta el lugar del evento. Pero, ¿que no es a la noche?
No. Dos días antes habían cambiado el horario. Todos los flyers indicaban que las puertas se abrirían a las 19 y sin embargo, en sólo 48hs se había corrido el rumor de que el recital se había adelantado para las 15.
Dos conclusiones saqué de lo anterior, a priori: me queda menos de una hora para resolver mi problema de alojamiento, y a posteriori: vaya que si corren rápido los rumores en esta ciudad. Decidí dejar de lado lo del alojamiento, ya conocería a alguien que me quisiera hospedar por una noche y en todo caso, tenía algo de dinero como para pagar por una habitación. Mi problema pasaba más bien por el equipaje. Venía cargado con una mochila repleta de ropa, discos, revistas y demás cosas que la hacían tremendamente incómoda para asistir a una jam de semejantes dimensiones.
Uno de los fumetas que recién había conocido tenía una tienda ahí cerca y me propuso dejar mis cosas dentro. Iríamos al recital juntos y a la vuelta pasaríamos a recogerla. Me pareció buena idea y accedí. Hasta dejé allí todo el grueso de mi dinero pensando en el riesgo que corría si me llegaban a robar en las adyacencias del lugar. Santiago es muy reconocida por los robos y arrebatos en las calles.
Los Chilenos
Estadio Chile. El metro nos dejó a dos manzanas. Las calles abarrotadas de jóvenes b-boys. Advertí con admiración que no había alcohol en las manos de los que esperaban para entrar, ni latas de cerveza ni vino en tetra-brick, como se acostumbra en mis pagos. Casi por instinto me pedí un Hot Dog y una cerveza en un bar (los Hot Dog chilenos son muy buenos), salí a la calle y entonces me enteré de la situación. En Chile está prohibido tomar alcohol en la vía pública. ¿Reminiscencias de tiempos oscuros? “Si te ven los pacos te llevan” me dijeron mis amigos. Tomé un trago apresurado y la escondí. Al instante vi pasar uno de esos uniformados de verde, casi como militares nazis.
Hora de entrar y segunda aproximación al “orden” reinante en la idiosincrasia chilena. En Argentina, tierra de chantas y ventajeros, entrar a un evento sin pagar es casi un deporte nacional. Decir, “soy periodista, vengo a cubrir el show” suele ser suficiente para que se abran las puertas del cielo. Ahí, en Chile, no sólo no me dejaron pasar, me pidieron documentos, carnet de periodista, referencias del medio para el que trabajaba... ¡y todo eso a pesar de que mi nombre estaba en la lista de invitados!
Logré transponer el primer vallado pero todavía no podía entrar al estadio. Había dos puertas, en una me pedían el ticket de la entrada y en la otra una acreditación de invitado. No tenía ninguna de las dos cosas. Desde el interior del local emergía una densa nube de humo verde dulzón y se dejaban oír los primeros beats. Finalmente, después de haberle llorado a más de media docena de guardias de seguridad, pude entrar al estadio y aquí me llevé la mayor sorpresa de mi viaje.
De repente me encontraba inmerso en una maraña infinita de gente, un estadio enorme repleto hasta más no poder, tanto las gradas como el campo, y todo para ver un show de rap. ¡Mierda, y en Buenos Aires a duras penas juntamos trescientas personas! Pensé. De las casi cinco mil personas que se amontonaban para ver a Ari, un porcentaje importante (me atrevería a decir el 30%) eran mujeres y eso no hacía más que asombrarme aún más. Eso sí, el promedio de edad de las b-girls a duras penas rozaba los quince años. Las había muy pequeñas, todas vestiditas con sus ropitas de homies, dispuestas en primera fila cual fans de algún cantante romántico carilindo salido del Top 40... ¡pero estaban allí para ver un show de rap! Yo sabía que el éxito de Tiro de Gracia había acercado a muchas jovencitas al Hip Hop en Chile, pero no me imaginé nunca que estas se iban a prender a la cultura con tanta fuerza.
En el escenario estaba Savia Nueva, una especie de grupo paralelo de Makiza, con varios integrantes cada uno presentándose como un solista con el apoyo del resto. Era su primera vez en vivo y no les fue nada mal. Makiza es el grupo del momento en Chile, con miles de copias de su álbum, editado por una multi, acercaron el rap a un público más maduro e intelectual sin perder el respeto del grueso de la audiencia rappera de estirpe callejera. Entendí la fascinación de las niñas chilenas por el rap cuando vi subir a las tarimas a la incomparable Anita, de quién hasta ese entonces sólo había oído hablar maravillas, y no me defraudó en lo más mínimo. Anita (voz femenina de Makiza) tiene el talento suficiente para enfrentar a cualquier mujer MC del mundo, tanto en sus letras como en sus fabulosos freestyles. Es el secreto mejor guardado del rap chileno. Y así, como en secreto, subió y cogió el micro, escondida tras una capucha que no dejaba distinguirla. La capucha voló tras el segundo verso y la tribuna se vino literalmente abajo en una ovación unánime. Tendríais que haber visto entonces, a todas esas rapperitas de catorce primaveras coreando las rimas de la Anita.
Aún no salía de mi asombro cuando pude ver a toda la masa de gente pidiendo a gritos la presencia de Vico C, MC puertorriqueño que había prometido su visita a Chile y la había cancelado a último momento ya que los organizadores no accedieron a sus pretenciosas exigencias. Supe que en los camarines la gente de la organización del evento estaba super nerviosa con el tema y no se atrevían a salir a decir que Vico C no había venido, entonces un rappero chileno invitado de los grupos que teloneaban a Ari se ofreció para enfrentar a la muchedumbre, que no paraba de gritar “¡Vico C, Vico C!” Se asomó como tímidamente, cogió el micro y pidió la palabra: “Vico C no es verdadero... pidió una limusina para venir a Chile, así no es el Hip Hop y bla-bla-bla...” De repente, la misma gente que aclamaba a Vico C, dejó de hacerlo y cambió sus gritos por silbidos, silbidos que se fueron transformando en un cántico de guerra generalizado como los entonados por los fanáticos del fútbol: “¡Somos del Hip Hop, Somos del Hip Hop!”
A Savia Nueva le siguió Conexxión, un combo joven de rap, más denso y callejero, con sietes MC’s (seis chicos y una niña). Antes dije que los chilenos eran nacionalistas, y si lo serán que estos colgaron una bandera de su país frente a la mesa de los platos. Durante toda la tarde no paré de oír la palabra Chile en las letras, los estribillos y las arengas de los maestros de ceremonia, hasta había uno flameando la bandera patria en medio del público. Más tarde le tocó el turno a los Panteras Negras, uno de los grupos que han sobrevivido desde la vieja escuela, su Rap enteramente politizado no despierta fanatismos en la gente pero son bien respetados en la escena por su notable trayectoria. A continuación, subieron al escenario los B-Boys de Gravedad Cero que dejaron absorto al público con sus acrobacias y principalmente con la incursión de un bailarín de escasos ocho años que cerró el show con un impecable headspin. Le siguieron los muchachos de Rezonancia un dúo de rap bien hard core y marihuanero que arrastra mucho público pesado, pero también tiene a sus groupies que se agolpaban contra el vallado para sacarles fotos. Como invitado de Rezonancia en un par de temas subió su eminencia el Jimmy de la Pozze Latina, el grupo que dio el puntapié inicial del Hip Hop Chileno hace más de una década.
Los Españoles
Hasta ahí los chilenos. Afuera ya empezaba a anochecer y el público estaba cada vez más ansioso por ver a la estrella de la noche: Ari. Fue entonces cuando me di cuenta de lo grave de mi situación, había perdido de vista a los que habían ido conmigo y la oscuridad no me ayudaba a encontrarlos. Distinguir la cara de alguien a quién conociste hace unas horas -y apenas sabes su apodo- no es cosa sencilla entre una aglomeración de cinco mil personas.
“¿Qué pasa Chile?” Gritó Jotamayúscula apenas se acomodó detrás de los platos y una vez más la ovación colmó el estadio. Por fin alguien de España subía a escena, recién entonces comprendí las dimensiones del fanatismo que tiene la escena chilena con los artistas del Hip Hop ibérico. El desempeño de Jota no fue el mejor ya que estaba en pleno estado gripal y transpiraba de fiebre, pero eso no le impidió dar un buen show y mover un poco a la gente cada vez más ansiosa por ver a la chica de Gerona.
El show de Jota en los platos llegaba ya a su fin cuando anunciaron la gran sorpresa de la noche: “¡CPV estaba en la casa!” Sí, sí, como habéis leído, sin anticipos ni nada, Mr Rango se coló en el escenario secundado por Kamikaze y Supernafamacho y empezó el show sorpresa del Club, que por lo que supe es el grupo español que más fanatismo ha causado en el público chileno después de 7 Notas 7 Colores (Nota: el Mu y su gente se habían presentado un mes antes ante similar cantidad de gente y había así inaugurado oficialmente la invasión española a tierras sudamericanas). Fue el Nafa quién dijo ante la enfervorizada muchedumbre que lamentable no contaban con la presencia de Paco y Meswy, pero contentó a los fans con una promesa: “En Octubre volvemos con CPV completo”.
Finalmente llegó la hora tan esperada, se apagaron los focos en las tarimas y el Jota dejó su lugar al DJ de Ari. De repente las luces se encendieron y dejaron apreciar la figura menuda de la MC en cuestión que con más fuerza que nunca gritó nuevamente “¡¿Qué pasa Chile?!” dando así comienzo al show más prendido de la noche. Imaginaos la sorpresa de la morena de Cataluña cuando advirtió la gran cantidad de público femenino que no sólo la idolatraban sino que coreaban sus letras de punta a punta. Y atención, el disco de Ari no está editado en Chile y las ventas de la única tienda que lo ofrece original no son tan abundantes, pero todos los cinco mil presentes parecían conocer a la muchacha como si fuera una más del barrio. Creedme, la impresión que se ha llevado esta chica ha sido de lo más fuerte, pagaría por haber estado un minuto en sus pantalones.
Pero las sorpresas no se terminan aquí, como corista suplente, Ari llevó a su compañero de aventuras el Payo Malo, que también era bien reconocido en Chile aunque no tanto como solista, sino como invitado de Sólo los Solo (otro de los que han causado furor en tierras mapuches). También tuvo el Payo oportunidad de demostrar algo de lo suyo en medio del show de Ari.
Se aproximaba ya el final del festival y después de haber dado varias vueltas por el estadio me había resignado, había perdido a mis amigos y se me iba a complicar recuperar mi equipaje. Lo que más nervioso me ponía era que el domingo (o sea, al día siguiente) la tienda estaría cerrada y el lunes siguiente era feriado nacional. En fin... perdí todo lo que traje, pensé, así que me dediqué a disfrutar del show que llegaba a su punto de apogeo cuando Ari entonó su himno “Arriba los buscavidas”. El público alcanzó prácticamente el éxtasis con esta canción cuya letra reflejaba mejor que nada la situación marginal, de pobreza y violencia extrema en la que viven la mayoría de los b-boys chilenos.
Después del Show
El siguiente capítulo de mis aventuras se desarrolla intentando encontrar a alguien conocido a la salida del evento, alguien que me quisiera alojar por al menos una noche hasta que pudiera recuperar mi dinero y mis pertenencias. No conseguí encontrar a nadie así que me metí en los camarines, al menos conocía a Nieves de Zona Bruta, con quién había tenido contacto por e-mail únicamente y habíamos acordado reunirnos aquel día. Ahí los conocí personalmente a Kamikaze y a Ari que andaba de lo más contenta tras terminar el show y se paseaba con una bandeja de galletas ofreciéndole a todo el mundo. Vi con mis propios ojos, como una fan chilena de Ari cogía una galleta y la guardaba como recuerdo “por más hambre que tenga no la voy a comer... me la dio Ari” y agradecía al cielo como si hubiese recibido una bendición.
Terminé en un hotel del centro de Santiago, en una habitación con toda la troupe de Zona Bruta que no dejaban de asombrarse del público chileno. “¿Cómo puede ser que habiendo tanta gente no hayan salido sellos de Hip Hop?” le oí decir a Nieves “¿Cómo puede ser que en Argentina, que tiene el triple de población, el Hip Hop aún no haya pegado?” Enigmas sin respuestas. Escuché las anécdotas del Kami que solito, apenas llegó a Santiago, incursionó en los barrios bajos dominados por las pandillas de rapperos más peligrosas y apenas lo reconocieron salieron a recibirlo como una verdadera estrella. Me contaron de cuando había venido Mucho Muchacho y la policía había tenido que hacer todo un cordón para que pudiese llegar al estadio, escapando del acoso de los fans. Me enteré también de que, en una especie de tour, habían llevado a Ari, Payo Malo y los CPV a conocer la Guamachuco, una de las poblaciones marginales de Chile de donde más grupos de rap habían surgido y que los recibieron con una fiesta en un centro cultural indígena donde los pusieron al tanto de la situación de los descendientes de aborígenes y el racismo. Pude apreciar con asombro a las groupies de escasos catorce abriles esperando en la puerta del hotel para pedirles autógrafos a los MC’s madrileños, regalarles muñecos y llevarse algún recuerdo de sus ídolos...
La Conclusión
Yo de mi mochila ya ni me acordaba. La daba por perdida. Recién a las 11:30 de la noche conseguí lugar donde quedarme: ocupé la cama que había dejado libre Kamikaze en el departamento de la gente que organizaba el festival, que me acogieron con singular hospitalidad. Me tranquilicé y me puse a ordenar en mi cabeza todas las ideas para escribir este artículo a mi regreso a Buenos Aires, ya que también había perdido mi grabadora y no había podido hacer ni una entrevista como tenía planeado. Todavía me faltaba resolver el problema de cómo regresar a mi país sin los tickets del avión ni dinero para comprar unos nuevos, pero eso era para mí ya un inconveniente menor. Estaba satisfecho. Había presenciado uno de los shows de Hip Hop más importantes de mi vida y tenía la certeza absoluta de que esto era sólo el comienzo. Que no tardarían en llegar al cono sur tantos otros artistas españoles del rap. Ya que claro... no van a querer perdérselo, ¿o acaso a ti no te han dado ganas de probar el fruto de la fama internacional, los hoteles, los fans y los estadios repletos de niñas que corean tus letras?
Makiza: Volando bien alto
Por Juan Data (publicado originalmente en Hip Hop Nation #08, España 2000)
Bienvenidos a bordo de este vuelo, Aerolíneas Makiza les agradece por haber escogido sus servicios. Nuestra tripulación, encabezada por Seo2 y su copiloto Anita, los saludan atentamente y les desean un feliz viaje. Estaremos arribando al aeropuerto internacional de Santiago de Chile, en aproximadamente 180 líneas, así que le pedimos que se relajen, reclinen su asiento y observen con atención las indicaciones de nuestras azafatas para casos de emergencia. En minutos más se proyectará la película “Vida Salvaje” que esperamos sea de su agrado... Gracias nuevamente y buen viaje.
Despegue
La historia de Makiza no comienza en Chile sino mucho más lejos. Eran las épocas trágicas de Pinochet y Cristián Bórquez (Seo2) debía abandonar su tierra natal, la isla de Chiloé, para radicarse por tiempo indeterminado en Suiza. No muy lejos de allí, en Francia, nacía Ana María Tijoux, quién hasta su pubertad sólo conoció Chile por las referencias de su madre, una profesora de sociología. En Canadá le tocó criarse a Gastón Gabarró (Cenzi, el productor) y bien lejos de ahí, en la Isla Mauricio –Océano Indico- llegó al mundo el cuarto miembro de la banda, Jean Paul Hourton (actualmente conocido como DJ Squat).
Así de remotos son sus orígenes. Así de heterogéneas sus influencias. “Los países donde he vivido han unido sus matices” dice Seo2 en “La rosa de los vientos”, su primer gran éxito. Pero por más melange cultural que confluya en Makiza, todos tienen en común el ser hijos del exilio y el ser parte de una generación de chilenos marcada a fuego por la dictadura, el desarraigo... y sí, el Hip Hop. Porque el Hip Hop entró a Chile, con más fuerza que nunca tras la caída de Pinochet y se instaló en su juventud, con raíces tan fuertes como para, en pocos años, hacer de Santiago el epicentro del Hip Hop de habla hispana más importante del continente, ¿del mundo?.
Para 1997 el Hip Hop ya era en Chile moneda corriente en la juventud y se expandía por los suburbios a velocidades increíbles. Panteras Negras, Los Tetas, La Pozze Latina... todos habían tenido su momento de gloria, pero ninguno había alcanzado aún el éxito comercial masivo.
Seo2 - Yo en esa época tenía un grupo, a diferencia de los otros. Con Gastón y Squat ya hacíamos cosas juntos. La idea nació de Squat, que estaba en África, me mandó un fax donde decía “podríamos hacer un grupo con Gastón”. Paralelamente la Anita estaba trabajando en ese tiempo con Zaturno y hacía bases con Gastón. Y como eso no funcionó mucho, Zaturno se fue para Tiro de Gracia y nosotros la conocimos en esa época a ella, que estaba organizando fiestas Hip Hop. Había hecho una fiesta donde había contratado a Squat y ahí me la presentaron. Un día fui a la casa de Gastón y estaba Anita y dije “¡hagamos un tema!”. Rappeó la Anita y me dejó asombrado. Yo quedé con ganas de hacer temas con ella. Después de eso, que ya habíamos hecho una canción con Anita...
Anita - Yo hacía relaciones públicas y me conseguía muchísimos recitales mostrando a todos ese tema.
Seo 2 - ...llegó un día en que nos tuvimos que reunir los tres que ya estábamos en el grupo para discutir si la admitíamos a Anita o no y todos estuvimos de acuerdo, así que ahí empezamos a buscar un nombre y a Squat se le ocurrió Makiza.
Los comienzos de Makiza fueron dentro de la crew Demo Sapiens, de la que también formaban parte los, en ese entonces incipientes, Tiro de Gracia. Al poco tiempo Tiro de Gracia firmaría contrato con la multinacional EMI y desde ese entonces la historia del rap chileno nunca volvería a ser la misma. Tiro de Gracia logró lo que nunca nadie antes había logrado, llevó el rap a los sitios más recónditos de Chile, atrajo al movimiento a toda una generación de adolescentes y niñas, y puso la palabra Hip Hop en boca del público más plural y diverso.
Altitud: 10.000 m
Esa era la situación del campo de batalla cuando Makiza salió a la cancha y comenzó a hacer carrera en las tarimas.
Instantáneamente captaron la atención del público con su rap tranquilo, refinado, de bases melódicas con arreglos sutiles y la voz cálida, suave y bien femenina de Anita. Las letras concienzudas, de rimas inteligentes, terminaron por atraer un público cada vez mayor: “siempre hemos tenido el interés de que nos escuche todo tipo de gente, nunca tuvimos prejuicios contra gente que no es Hip Hop. El público de Makiza es súper mezclado, tiene niños, pero también hay papás de niños y estudiantes y mucha gente que no escucha Hip Hop pero les gusta Makiza”.
Luego, para 1998, les llegó la hora de grabar y con sus propios ahorros sustentaron toda la producción y edición de su cinta “Vida Salvaje” de la que sólo hicieron quinientas copias. “Algunos no tenían mucha fe... –bromea Seo2- algunas, no vamos a decir quién. Pero yo tenía mucha fe, porque siempre que tocábamos, llenábamos”.
El éxito de aquella maketa fue instantáneo. No sólo Makiza se convirtió en el fenómeno underground del momento (si bien Anita aclara: “no sé si existe el underground”), mucha gente de la industria de la música se les empezó a acercar. Las compañías discográficas vieron, tal vez, en Makiza la posibilidad de multiplicar el éxito abrumador que Tiro de Gracia estaba teniendo en ese entonces (con 70 mil copias vendidas de su primer disco y giras internacionales), “ahí conocimos a nuestro manager actual, que nos ayudó mucho, hasta que llegamos a firmar contrato con la Sony y sacar nuestro disco”.
Anita – Siempre se nos cuestionó el haber firmado con una multinacional, pero no te lo dicen en la cara. Mucha gente se quejó, como que nos habíamos vendido. Hay músicos que para mí son buenísimos y están en multinacionales, están en un negocio, no sé... pienso en Manu Chao, en muchos grupos que están en multinacionales pero igual siguen diciendo lo que quieren.
DJ Squat - Es que hemos hecho siempre lo que hemos querido, entonces no nos importa lo que digan o piensen. Siempre hemos estado bien libres.
“Aerolíneas Makiza” fue el título de su segundo trabajo discográfico editado, y era, a su vez, un refrito de muchos de los tracks de “Vida Salvaje” más otros nuevos. Mejoró notablemente la calidad de sonido y presentación, como era de esperarse, y desaparecieron las letras rappeadas en francés, que tan bien quedaban en boca de Anita. Otro punto a destacar fue la agudización de la crítica política y social, que desembocó en la censura en las radios de su segundo corte de difusión “El paro”.
Anita - Yo creo que el Hip Hop en cada lugar tiene que tener una identidad cultural relacionada con el país donde se encuentre. Acá en Chile, como en Argentina, hay una historia política bastante fuerte y por eso creo que hay una gran influencia política en nuestras evocaciones... lo que no significa que tengamos una corriente dogmática, o de un partido, porque tampoco creo en los partidos. Pero sí creo en la justicia. Obviamente tenemos diferencias, porque si fuéramos todos iguales sería patético, Gastón, por ejemplo está inscripto para votar. Tenemos algunas diferencias, pero igual, dentro de los valores somos lo mismo. Y las letras son un reflejo de todo eso.
Seo2 - Nuestro mensaje en general, es aprender a focalizar la energía de una forma positiva, para mejorar lo que está alrededor tuyo. Nosotros criticamos pero siempre con fundamentos. La juventud tiene mucha energía y no sabe a donde tirarla, pelean entre ellos, van a fútbol... Hemos dicho muchas cosas y seguiremos diciendo muchas cosas, pero en resumen yo creo que esa es como la esencia.
Con 20 mil copias vendidas y un disco de oro, Makiza quedó tranquilo a la cabeza del movimiento Hip Hop chileno, tras la pérdida de prestigio y consiguiente separación de Tiro de Gracia. Así y todo, el éxito económico aún no ha golpeado a sus puertas. Anita dejó sus estudios universitarios y trabaja de lunes a viernes como camarera en un restaurante del centro. Seo2 trabaja en una oficina haciendo diseño gráfico y mantenimiento de redes. Sqaut asiste a la universidad, donde cursa la carrera de Publicidad y Cenzi abandonó Diseño Gráfico por la mitad.
Cenzi - Siempre hemos pensado que sería bacán poder vivir de esto. Pero mira... tenemos disco de oro pero igual tengo que andar en bici, tenemos que trabajar. Puedes vivir de la música... pero mal. Tenés que conformarte con poco.
Aterrizaje
¿Cuál será el nuevo escenario a conquistar? ¿A dónde se dirige desde ahora en más el avión de Aerolíneas Makiza? Todo parece indicar que la compañía apunta a trascender los límites locales y convertir a Makiza en un fenómeno a nivel latinoamericano.
Sin embargo, el aterrizaje se presenta con inconvenientes inesperados, los rumores de una posible separación son cada vez más insistentes entorno a Makiza, el alejamiento de Anita sería de una probabilidad bastante elevada, mientras tanto, todos mantienen sus carreras en paralelo con otros grupos y justo cuando el avión está ya dispuesto para dejar de hacer sólo vuelos de cabotaje, las posibilidades de un cambio de rumbo son cada vez más factibles. ¿Será este su último vuelo?
Bienvenidos a bordo de este vuelo, Aerolíneas Makiza les agradece por haber escogido sus servicios. Nuestra tripulación, encabezada por Seo2 y su copiloto Anita, los saludan atentamente y les desean un feliz viaje. Estaremos arribando al aeropuerto internacional de Santiago de Chile, en aproximadamente 180 líneas, así que le pedimos que se relajen, reclinen su asiento y observen con atención las indicaciones de nuestras azafatas para casos de emergencia. En minutos más se proyectará la película “Vida Salvaje” que esperamos sea de su agrado... Gracias nuevamente y buen viaje.
Despegue
La historia de Makiza no comienza en Chile sino mucho más lejos. Eran las épocas trágicas de Pinochet y Cristián Bórquez (Seo2) debía abandonar su tierra natal, la isla de Chiloé, para radicarse por tiempo indeterminado en Suiza. No muy lejos de allí, en Francia, nacía Ana María Tijoux, quién hasta su pubertad sólo conoció Chile por las referencias de su madre, una profesora de sociología. En Canadá le tocó criarse a Gastón Gabarró (Cenzi, el productor) y bien lejos de ahí, en la Isla Mauricio –Océano Indico- llegó al mundo el cuarto miembro de la banda, Jean Paul Hourton (actualmente conocido como DJ Squat).
Así de remotos son sus orígenes. Así de heterogéneas sus influencias. “Los países donde he vivido han unido sus matices” dice Seo2 en “La rosa de los vientos”, su primer gran éxito. Pero por más melange cultural que confluya en Makiza, todos tienen en común el ser hijos del exilio y el ser parte de una generación de chilenos marcada a fuego por la dictadura, el desarraigo... y sí, el Hip Hop. Porque el Hip Hop entró a Chile, con más fuerza que nunca tras la caída de Pinochet y se instaló en su juventud, con raíces tan fuertes como para, en pocos años, hacer de Santiago el epicentro del Hip Hop de habla hispana más importante del continente, ¿del mundo?.
Para 1997 el Hip Hop ya era en Chile moneda corriente en la juventud y se expandía por los suburbios a velocidades increíbles. Panteras Negras, Los Tetas, La Pozze Latina... todos habían tenido su momento de gloria, pero ninguno había alcanzado aún el éxito comercial masivo.
Seo2 - Yo en esa época tenía un grupo, a diferencia de los otros. Con Gastón y Squat ya hacíamos cosas juntos. La idea nació de Squat, que estaba en África, me mandó un fax donde decía “podríamos hacer un grupo con Gastón”. Paralelamente la Anita estaba trabajando en ese tiempo con Zaturno y hacía bases con Gastón. Y como eso no funcionó mucho, Zaturno se fue para Tiro de Gracia y nosotros la conocimos en esa época a ella, que estaba organizando fiestas Hip Hop. Había hecho una fiesta donde había contratado a Squat y ahí me la presentaron. Un día fui a la casa de Gastón y estaba Anita y dije “¡hagamos un tema!”. Rappeó la Anita y me dejó asombrado. Yo quedé con ganas de hacer temas con ella. Después de eso, que ya habíamos hecho una canción con Anita...
Anita - Yo hacía relaciones públicas y me conseguía muchísimos recitales mostrando a todos ese tema.
Seo 2 - ...llegó un día en que nos tuvimos que reunir los tres que ya estábamos en el grupo para discutir si la admitíamos a Anita o no y todos estuvimos de acuerdo, así que ahí empezamos a buscar un nombre y a Squat se le ocurrió Makiza.
Los comienzos de Makiza fueron dentro de la crew Demo Sapiens, de la que también formaban parte los, en ese entonces incipientes, Tiro de Gracia. Al poco tiempo Tiro de Gracia firmaría contrato con la multinacional EMI y desde ese entonces la historia del rap chileno nunca volvería a ser la misma. Tiro de Gracia logró lo que nunca nadie antes había logrado, llevó el rap a los sitios más recónditos de Chile, atrajo al movimiento a toda una generación de adolescentes y niñas, y puso la palabra Hip Hop en boca del público más plural y diverso.
Altitud: 10.000 m
Esa era la situación del campo de batalla cuando Makiza salió a la cancha y comenzó a hacer carrera en las tarimas.
Instantáneamente captaron la atención del público con su rap tranquilo, refinado, de bases melódicas con arreglos sutiles y la voz cálida, suave y bien femenina de Anita. Las letras concienzudas, de rimas inteligentes, terminaron por atraer un público cada vez mayor: “siempre hemos tenido el interés de que nos escuche todo tipo de gente, nunca tuvimos prejuicios contra gente que no es Hip Hop. El público de Makiza es súper mezclado, tiene niños, pero también hay papás de niños y estudiantes y mucha gente que no escucha Hip Hop pero les gusta Makiza”.
Luego, para 1998, les llegó la hora de grabar y con sus propios ahorros sustentaron toda la producción y edición de su cinta “Vida Salvaje” de la que sólo hicieron quinientas copias. “Algunos no tenían mucha fe... –bromea Seo2- algunas, no vamos a decir quién. Pero yo tenía mucha fe, porque siempre que tocábamos, llenábamos”.
El éxito de aquella maketa fue instantáneo. No sólo Makiza se convirtió en el fenómeno underground del momento (si bien Anita aclara: “no sé si existe el underground”), mucha gente de la industria de la música se les empezó a acercar. Las compañías discográficas vieron, tal vez, en Makiza la posibilidad de multiplicar el éxito abrumador que Tiro de Gracia estaba teniendo en ese entonces (con 70 mil copias vendidas de su primer disco y giras internacionales), “ahí conocimos a nuestro manager actual, que nos ayudó mucho, hasta que llegamos a firmar contrato con la Sony y sacar nuestro disco”.
Anita – Siempre se nos cuestionó el haber firmado con una multinacional, pero no te lo dicen en la cara. Mucha gente se quejó, como que nos habíamos vendido. Hay músicos que para mí son buenísimos y están en multinacionales, están en un negocio, no sé... pienso en Manu Chao, en muchos grupos que están en multinacionales pero igual siguen diciendo lo que quieren.
DJ Squat - Es que hemos hecho siempre lo que hemos querido, entonces no nos importa lo que digan o piensen. Siempre hemos estado bien libres.
“Aerolíneas Makiza” fue el título de su segundo trabajo discográfico editado, y era, a su vez, un refrito de muchos de los tracks de “Vida Salvaje” más otros nuevos. Mejoró notablemente la calidad de sonido y presentación, como era de esperarse, y desaparecieron las letras rappeadas en francés, que tan bien quedaban en boca de Anita. Otro punto a destacar fue la agudización de la crítica política y social, que desembocó en la censura en las radios de su segundo corte de difusión “El paro”.
Anita - Yo creo que el Hip Hop en cada lugar tiene que tener una identidad cultural relacionada con el país donde se encuentre. Acá en Chile, como en Argentina, hay una historia política bastante fuerte y por eso creo que hay una gran influencia política en nuestras evocaciones... lo que no significa que tengamos una corriente dogmática, o de un partido, porque tampoco creo en los partidos. Pero sí creo en la justicia. Obviamente tenemos diferencias, porque si fuéramos todos iguales sería patético, Gastón, por ejemplo está inscripto para votar. Tenemos algunas diferencias, pero igual, dentro de los valores somos lo mismo. Y las letras son un reflejo de todo eso.
Seo2 - Nuestro mensaje en general, es aprender a focalizar la energía de una forma positiva, para mejorar lo que está alrededor tuyo. Nosotros criticamos pero siempre con fundamentos. La juventud tiene mucha energía y no sabe a donde tirarla, pelean entre ellos, van a fútbol... Hemos dicho muchas cosas y seguiremos diciendo muchas cosas, pero en resumen yo creo que esa es como la esencia.
Con 20 mil copias vendidas y un disco de oro, Makiza quedó tranquilo a la cabeza del movimiento Hip Hop chileno, tras la pérdida de prestigio y consiguiente separación de Tiro de Gracia. Así y todo, el éxito económico aún no ha golpeado a sus puertas. Anita dejó sus estudios universitarios y trabaja de lunes a viernes como camarera en un restaurante del centro. Seo2 trabaja en una oficina haciendo diseño gráfico y mantenimiento de redes. Sqaut asiste a la universidad, donde cursa la carrera de Publicidad y Cenzi abandonó Diseño Gráfico por la mitad.
Cenzi - Siempre hemos pensado que sería bacán poder vivir de esto. Pero mira... tenemos disco de oro pero igual tengo que andar en bici, tenemos que trabajar. Puedes vivir de la música... pero mal. Tenés que conformarte con poco.
Aterrizaje
¿Cuál será el nuevo escenario a conquistar? ¿A dónde se dirige desde ahora en más el avión de Aerolíneas Makiza? Todo parece indicar que la compañía apunta a trascender los límites locales y convertir a Makiza en un fenómeno a nivel latinoamericano.
Sin embargo, el aterrizaje se presenta con inconvenientes inesperados, los rumores de una posible separación son cada vez más insistentes entorno a Makiza, el alejamiento de Anita sería de una probabilidad bastante elevada, mientras tanto, todos mantienen sus carreras en paralelo con otros grupos y justo cuando el avión está ya dispuesto para dejar de hacer sólo vuelos de cabotaje, las posibilidades de un cambio de rumbo son cada vez más factibles. ¿Será este su último vuelo?
PRIMER JAM ARGENTINO
Por Juan Data (publicado originalmente en laturma.com circa 1999)
Sólo seis días antes del evento me enteré de su existencia y mi primera impresión sincera fue que estaba destinado al irremediable fracaso. ¿Como van a organizar una joda de esas magnitudes y avisarle al público con sólo una semana de anticipación, sin prensa, sin publicidad, sin afiches, sin flyers...? Pensé. Pero claro, quienes lo organizaban, no eran otros que La Organización, (vaya paradoja!), y todos conocemos el poder de convocatoria incomparable que tiene esta gente.
Yo había visto eventos similares colapsar después de meses de promoción, miles de flyers a color en papel ilustración y avisos pagos en el Sí de Clarín. Los había visto, vivido y sufrido. Tal vez por eso, no tuve demasiadas expectativas cuando salí aquel mediodía rumbo al microcentro porteño, con la mochila cargada de revista y una cámara de fotos. Al llegar, vi la gente esperando en la puerta y me di cuenta de que estaba equivocado.
Camino a “La Reina” tuve que desviar mi rumbo para hacer una posta en el Hotel Plaza donde se alojaban mis entrañables amigos chilenos, con quienes había acordado encontrarme a las tres de la tarde para llevarlos hasta el lugar. Se me complicó un poco porque los muchachos había salido en otro de sus tours promocionales, esta vez con destino a la radio Energy, así que no pude más que dejarles una notita en la conserjería con la dirección y el horario del “1° Jam Argentino, 101% Hip Hop”.
En la puerta de la Reina me encontré con Mr Sur a quién le encomendé el sacar las fotos; poco a poco, vi caer a los chicos de La Plata, Taiz & Cray, Pato & Roy, Tortuga, Is Real vestida como una señorita (“can´t I dress like a girl sometimes?”) y demás galería de personajes (y super MC´s...). Una hora más tarde llegó la Traffic y en su interior estaban Juan Sativo, Lengua Dura y Zaturno, abrieron la puerta, pero quedaron adentro, y desde el interior de la camioneta fluían con notable sincronía el sonido del grabador de Zaturno y el olor dulzón y penetrante de la “melaza”.
Llegó la hora de entrar y ya casi todo el mundo estaba en su asunto, o sea, los graffiteros pintaban y los b-boys bailaban mientras desde la cabina Tortuga deleitaba a la feligresía con rimas ibéricas. El aire era denso como un caldo, producto obvio de la pintura en spray condensada, multiplicada por la deficiente ventilación del local. Taiz & Cray se quedaron con el paredón más grande, el más iluminado y el mejor ubicado, los demás se repartieron salomónicamente por los costados de la pista.
Mientras me divertía viendo cómo los Tiro de Gracia querían encarar (y transarse) a cuanto ser con más de un agujero entre las piernas caminase por ahí, Apolo me llamó a la cabina donde mi informó de mi trágico destino: tenía que ser jurado (ouch!).
Los b-boys seguían practicando sus piruetas cuando vi asomarse a muchos personajes de la escena, cuya presencia no me imaginaba en ese lugar, como los chicos de 9 Milímetros (hace tanto que no se los veía en la escena) o los de Comunidad que venían acompañados de adivinen quién?... Mr. Almada! Qué hacía ahí?, no me lo pregunten a mi.
Empezó el campeonato de baile y se presentaron cuatro grupos de 7 integrantes cada uno, cual rezaba el improvisado reglamento que habían escrito en una pizarra blanca. Los New Breakers abrieron juego, una cofradía de ignotos danzarines novatos, con buen estilo y destreza pero escasa experiencia en las pistas. Pelotón de Vuelo le siguió, allí confluían B-boys de distintas edades y estilos entre los que se destacaba el inquieto Willow, con su estilo extra expresivo que se ganó al jurado.
El turno le tocó a los Air Monsters y de entrada supe que estaban destinados a combatir por el podio. Abrieron con coreografías teatrales de la mano del inigualable Black Freak, un b-boy que, como pocos, sabe ganarse la simpatía de los concurrentes con un par de sus eclécticos movimientos de electro boogie. Robertón y el Colo también formaban parte de esta coalición y demostraron un tremendo avance en ambos casos, pero se guardaron lo mejor para el final. A su turno Robertón asombró a los desprevenidos leyendo el diario mientras hacía su giro de cabeza.
El postre del banquete era Aniquilación, algo así como las ligas mayores del b-boying argentino; si yo fuera director técnico y tuviese que armar un equipo para que represente al país bailado en el campeonato mundial de Alemania, sería algo muy parecido a Aniquilación. De entrada me incomodó un poco la situación, porque se sabía que podían (o debían) ganar por afano y me pareció casi una injusticia que se tuviesen que enfrentar con los grupos chicos. Aniquilación, además jugaba de local y tenía a todo el público de su lado. En sus filas contaban con el superoriginal Fresh con su estilo cada vez más complejo y exhibicionista (se sacó los lienzos mientras bailaba!); Mugre, el artífice máximo de los giros de cabeza; Jaime, la sorpresa del equipo; Davo y el Mendo, los marplatences, las armas secretas para tener la victoria asegurada; y Apolo, el personaje más carismático de la escena, líder de La Organización, tremendo MC y uno de los b-boys con más destreza que pude ver en mi vida (aunque hay que aceptar que le faltaba entrenamiento y en otras oportunidades se lo había visto lucirse con más maestría).
Por un momento deseé que Aniquilación cometiesen algún error imperdonable, o que los Air Monsters saltasen con alguna acrobacia asombrosa, y es que está en mi sangre el ponerme del lado de los más débiles, y como dije, la situación de “afano” me ponía muy incómoda, más sabiendo que yo iba a tener que tomar el micrófono y coronar a la troupe ganadora.
Fue en vano todo intento de inclinar la balanza para el otro lado, la precisión absoluta del Mendo en sus movimientos certeros, no dejó dudas de que el premio iba para él y su equipo. Pero lo que rescaté de la noche no fue el campeonato en sí ni sus ganadores, sino el espíritu de Hip Hop que se respiraba en el ambiente, la buena onda de los b-boys, que dieron todo de sí y se esforzaron por llegar a la cima (además no arrugaron aunque sabían contra quienes se iban a enfrentar), el público atento que aplaudió a todos como correspondía y la buena organización de La Organización (valga, de nuevo, la redundancia).
La noche terminó con una serie de rappeadas de micrófono libre donde tomaron la palabra Apolo y Mugre, Los Delincuentes del Sur, Comunidad, El Ejército Milenario (gran sorpresa gran), Tortuga, Is Real y la delegación de Senegal. Los de Tiro de Gracia que habían venido con la idea de tirarse una rimas en el micro, abandonaron el recinto minutos antes de la final.
Me volví a mi casa a las 11 de la noche con el estómago vacío y los bolsillos llenos (por las ventas de la revista), aunque claro, no podía usar esa guita para comer porque tenía deudas pendientes con la imprenta así que me tuve que aguantar hasta llegar a casa. Esa noche se hacía en la Tribu la fiesta regreso de las gloriosas “Hip Hop Reggae Party” del 98 y tenía la intención de ir pero el sueño me lo impidió.
Sólo seis días antes del evento me enteré de su existencia y mi primera impresión sincera fue que estaba destinado al irremediable fracaso. ¿Como van a organizar una joda de esas magnitudes y avisarle al público con sólo una semana de anticipación, sin prensa, sin publicidad, sin afiches, sin flyers...? Pensé. Pero claro, quienes lo organizaban, no eran otros que La Organización, (vaya paradoja!), y todos conocemos el poder de convocatoria incomparable que tiene esta gente.
Yo había visto eventos similares colapsar después de meses de promoción, miles de flyers a color en papel ilustración y avisos pagos en el Sí de Clarín. Los había visto, vivido y sufrido. Tal vez por eso, no tuve demasiadas expectativas cuando salí aquel mediodía rumbo al microcentro porteño, con la mochila cargada de revista y una cámara de fotos. Al llegar, vi la gente esperando en la puerta y me di cuenta de que estaba equivocado.
Camino a “La Reina” tuve que desviar mi rumbo para hacer una posta en el Hotel Plaza donde se alojaban mis entrañables amigos chilenos, con quienes había acordado encontrarme a las tres de la tarde para llevarlos hasta el lugar. Se me complicó un poco porque los muchachos había salido en otro de sus tours promocionales, esta vez con destino a la radio Energy, así que no pude más que dejarles una notita en la conserjería con la dirección y el horario del “1° Jam Argentino, 101% Hip Hop”.
En la puerta de la Reina me encontré con Mr Sur a quién le encomendé el sacar las fotos; poco a poco, vi caer a los chicos de La Plata, Taiz & Cray, Pato & Roy, Tortuga, Is Real vestida como una señorita (“can´t I dress like a girl sometimes?”) y demás galería de personajes (y super MC´s...). Una hora más tarde llegó la Traffic y en su interior estaban Juan Sativo, Lengua Dura y Zaturno, abrieron la puerta, pero quedaron adentro, y desde el interior de la camioneta fluían con notable sincronía el sonido del grabador de Zaturno y el olor dulzón y penetrante de la “melaza”.
Llegó la hora de entrar y ya casi todo el mundo estaba en su asunto, o sea, los graffiteros pintaban y los b-boys bailaban mientras desde la cabina Tortuga deleitaba a la feligresía con rimas ibéricas. El aire era denso como un caldo, producto obvio de la pintura en spray condensada, multiplicada por la deficiente ventilación del local. Taiz & Cray se quedaron con el paredón más grande, el más iluminado y el mejor ubicado, los demás se repartieron salomónicamente por los costados de la pista.
Mientras me divertía viendo cómo los Tiro de Gracia querían encarar (y transarse) a cuanto ser con más de un agujero entre las piernas caminase por ahí, Apolo me llamó a la cabina donde mi informó de mi trágico destino: tenía que ser jurado (ouch!).
Los b-boys seguían practicando sus piruetas cuando vi asomarse a muchos personajes de la escena, cuya presencia no me imaginaba en ese lugar, como los chicos de 9 Milímetros (hace tanto que no se los veía en la escena) o los de Comunidad que venían acompañados de adivinen quién?... Mr. Almada! Qué hacía ahí?, no me lo pregunten a mi.
Empezó el campeonato de baile y se presentaron cuatro grupos de 7 integrantes cada uno, cual rezaba el improvisado reglamento que habían escrito en una pizarra blanca. Los New Breakers abrieron juego, una cofradía de ignotos danzarines novatos, con buen estilo y destreza pero escasa experiencia en las pistas. Pelotón de Vuelo le siguió, allí confluían B-boys de distintas edades y estilos entre los que se destacaba el inquieto Willow, con su estilo extra expresivo que se ganó al jurado.
El turno le tocó a los Air Monsters y de entrada supe que estaban destinados a combatir por el podio. Abrieron con coreografías teatrales de la mano del inigualable Black Freak, un b-boy que, como pocos, sabe ganarse la simpatía de los concurrentes con un par de sus eclécticos movimientos de electro boogie. Robertón y el Colo también formaban parte de esta coalición y demostraron un tremendo avance en ambos casos, pero se guardaron lo mejor para el final. A su turno Robertón asombró a los desprevenidos leyendo el diario mientras hacía su giro de cabeza.
El postre del banquete era Aniquilación, algo así como las ligas mayores del b-boying argentino; si yo fuera director técnico y tuviese que armar un equipo para que represente al país bailado en el campeonato mundial de Alemania, sería algo muy parecido a Aniquilación. De entrada me incomodó un poco la situación, porque se sabía que podían (o debían) ganar por afano y me pareció casi una injusticia que se tuviesen que enfrentar con los grupos chicos. Aniquilación, además jugaba de local y tenía a todo el público de su lado. En sus filas contaban con el superoriginal Fresh con su estilo cada vez más complejo y exhibicionista (se sacó los lienzos mientras bailaba!); Mugre, el artífice máximo de los giros de cabeza; Jaime, la sorpresa del equipo; Davo y el Mendo, los marplatences, las armas secretas para tener la victoria asegurada; y Apolo, el personaje más carismático de la escena, líder de La Organización, tremendo MC y uno de los b-boys con más destreza que pude ver en mi vida (aunque hay que aceptar que le faltaba entrenamiento y en otras oportunidades se lo había visto lucirse con más maestría).
Por un momento deseé que Aniquilación cometiesen algún error imperdonable, o que los Air Monsters saltasen con alguna acrobacia asombrosa, y es que está en mi sangre el ponerme del lado de los más débiles, y como dije, la situación de “afano” me ponía muy incómoda, más sabiendo que yo iba a tener que tomar el micrófono y coronar a la troupe ganadora.
Fue en vano todo intento de inclinar la balanza para el otro lado, la precisión absoluta del Mendo en sus movimientos certeros, no dejó dudas de que el premio iba para él y su equipo. Pero lo que rescaté de la noche no fue el campeonato en sí ni sus ganadores, sino el espíritu de Hip Hop que se respiraba en el ambiente, la buena onda de los b-boys, que dieron todo de sí y se esforzaron por llegar a la cima (además no arrugaron aunque sabían contra quienes se iban a enfrentar), el público atento que aplaudió a todos como correspondía y la buena organización de La Organización (valga, de nuevo, la redundancia).
La noche terminó con una serie de rappeadas de micrófono libre donde tomaron la palabra Apolo y Mugre, Los Delincuentes del Sur, Comunidad, El Ejército Milenario (gran sorpresa gran), Tortuga, Is Real y la delegación de Senegal. Los de Tiro de Gracia que habían venido con la idea de tirarse una rimas en el micro, abandonaron el recinto minutos antes de la final.
Me volví a mi casa a las 11 de la noche con el estómago vacío y los bolsillos llenos (por las ventas de la revista), aunque claro, no podía usar esa guita para comer porque tenía deudas pendientes con la imprenta así que me tuve que aguantar hasta llegar a casa. Esa noche se hacía en la Tribu la fiesta regreso de las gloriosas “Hip Hop Reggae Party” del 98 y tenía la intención de ir pero el sueño me lo impidió.
TIRO DE GRACIA: Crónica de su visita a Argentina
Por Juan Data (originalmente publicado en laturma.com en julio de 1999)
Me levanté esa mañana preocupado porque no me acordaba exactamente dónde era la cita. Dos semanas atrás me había enterado de la sorpresiva visita de Tiro de Gracia gracias a su mánager con quién había arreglado telefónicamente una entrevista para algún momento de ese 9 de junio.
Siendo que me acuesto normalmente a las 2 o 3 de la mañana, estar levantado, cambiado, bañado y listo para salir a las 10 era todo una demostración de mi habilidad de madrugador. Desde el lunes que llamaba por teléfono a la compañía para verificar la dirección del hotel donde iban a estar, pero allí nadie me atendía. Desesperado y sobre la hora ese miércoles llamé a EMI y haciendo uso de subterfugios y estratagemas conseguí que me diesen el número de teléfono del hotel, con eso en mano, conseguir la dirección era pan comido.
Me aventuré al céntrico hospedaje suponiendo que la cita era allí, o con el deseo, al menos, de encontrarlos antes de que saliesen en su gira diaria por radios, canales y revistas.... promoción. Así llegué vestido de homie con capucha y pantalones baggy hasta el lujoso edificio de fachada blanca e interior dorado, donde me sentí un extraterrestre. Ingresé al salón principal de el hotel, con una idea clara, no iba a tener que acercarme a la recepción para hacer las preguntas, apenas me viesen vestido así me iban a mandar un mono que gentilmente me hiciese saber que estaba en el lugar equivocado, con un frío e irónico “buscaba a alguien, caballero?” (irónico por lo de caballero).
Tuve la suerte de que mientras pronunciaba el “llero” de caballero apareció tras las espaldas del mencionado simio un tipo con más pinta de chileno que de b-boy y supe que era mi salvación: “tu eres de la Moshpit?” me dijo y me sentí plenamente aliviado.
Me condujo hasta el restaurante del hotel donde “pronto los chicos bajarán a desayunar, se están levantando” y me senté a esperar con un pedido de café mediante a la bella camarera (la casa invitaba).
Apenas me puse a relojear mi entorno, lleno de enormes espejos, cuadros de marcos dorados, alfombras azules y obviamente los clásicos “yuppies” haciendo “lobby”, vi descender del ascensor a Lengua Dura y Juan Sativo que con una efusivo abrazo me recibieron “Cómo estás, tanto tiempo, bla, bla, bla...”.
La mesa se tuvo que fusionar con dos mesas más cuando siguieron cayendo el resto de la banda, mánagers incluidos. El desayuno, generoso en proteínas, constaba de huevos revueltos, jugos y ensaladas de fruta, café y tostadas. “Este lugar es una mierda” diría más tarde Zaturno, el último en despegarse de la almohada y el más escandaloso de los tres: bajó al restaurante con un grabador colgando de su brazo con la música sonando al tope.
Entre recuerdos, y preguntas del tipo “cómo anda todo por acá ?”, la conversación derivó, como era de esperarse en el nuevo disco que justamente tenían allí y “en exclusiva” me lo hicieron escuchar de punta a punta entes de editarse. El resultado no fue menos esperado, entre el volumen de la conversación que cada vez subía más y la música que salía del grabador intentando superar a las voces, el ruido de la mesa se tornó insoportable para el resto del hotel y no dudaron en mandarnos en dos oportunidades consecutivas a un mozo para que, con buenos modales, nos rogase nuestra ausencia.
Una vez ya en la calle la música volvió a subir de volumen, y sacamos unas fotos mientras esperamos que llegase la camioneta Traffic que los acompañaría durante su gira promocional diaria. Le comenté a Lengua sobre los embates graffiteros de las crews porteñas que cada vez abarcaban más terreno y el me dijo “allá en chile a los graffiteros ya los reconocen los pacos (carabineros) por su forma de vestir, con solo ir con pantalones anchos ya sos sospechoso y te pueden revisar, si te encuentran un tubo te tiran pintura en la cabeza”. Acá todavía se puede pintar tranquilo, todavía la policía no relaciona pantalones anchos con aerosol y eso es un alivio, no solo para nosotros, sino para los graffiteros extranjeros, que sabiendo de esto, visitan las costas argentinas como el caso de Zekis y su crew, los DVE, de Santiago.
Ellos estaban enterados de la visita de los DVE a Buenos Aires, los rumores se corren pronto en las escenas hip hopperas de todo el mundo. Cambiamos de tema, porque parece que con Zekis y su gente no estaban las cosas del todo bien, y es que, bueno, la popularidad y la sobreexposición mediática había colocado a los Tiro de Gracia en una posición, al menos incómoda, producto del recelo del mucha otra gente. Como pasa siempre. Sin embargo, esto parecía no molestarles mucho, “nosotros tocamos en todo el país, tenemos nuestro público” y claro, el éxito a demás de envidias les había traído viajes por el mundo entre los que cuentan a España.
España! Obviamente la conversación derivó en hablar del rap español que tanto estaba pegando en Chile y por estos lados empezaba a hacer estragos. Se enumeraron nombres como Frank T, La Gota Que Colma, Los Verdaderos Kreyentes De La Religión Del Hip Hop, Ari y CPV. Ya estábamos en la camioneta y segíamos hablando de las comparaciones de la lírica de Geronación cuando la mánager me miró y dijo “¿a dónde vamos?”
“Caballito!” fue mi respuesta instantánea. Camino al barrio de los graffitis, Lengua Dura y yo hablábamos de Rawkus y comentábamos los últimos lanzamientos, ellos habían escuchado ya el Soundbombing 2 antes de que saliese gracias a una amigo norteamericano, el editor de Stress. Yo me moría de ganas de escucharlo así que se me hacía agua la boca. Juan Sativo, mientras, asomaba la cabeza por la ventanilla de atrás e intercalaba entre sus aullidos y onomatopeyas, casi constantes, algún que otro “erótica!” dirigido a casi cualquier cosa con forma de mujer que caminase cerca de la camioneta.
Parada a mitad de camino. Compraron pilas para el grabador de Zaturno, que no dudó en pelar la clásica bolsita a penas tuvo oportunidad. Una vez en Caballito, nos dirigimos hacia los paredones de la convención de graffiti donde observaron el arte con atención y admiración. No les explico lo orgulloso que sentí cuando en plena recorrida por el lugar, pasó a pocos metros nuestros el vagón del tren Sarmiento que fue bendecido por los sprays de Lyte & Escher poco tiempo atrás, con un formidable “top to bottom” en plateado y negro.
De ahí nos fuimos a La Tribu, estación de FM porteña símbolo del underground y de fiestas Hip Hop Reggae. Allí respondieron, con admirable paciencia las preguntas poco originales de un periodista poco avezado en la materia. Son profesionales ya en el arte de responder...
Antes de la nota nos comimos unas empanadas de carne, que no venían mal, cuando el estómago empezaba a protestar alrededor de las 2 de la tarde. Mientras tanto, contemplábamos atónitos las tremendas redondeces pectorales de una señorita fotografiada por váyase a saber qué dichoso ser y en exposición en las paredes del recinto y recitábamos en castellano estrofas enteras del maestro KRS-1.
De regreso al hotel, pasamos por la puerta de uno de esos tenedores libres coreanos de la calle Corrientes a los que nadie en su sano juicio se entregaría por más hambre que tuviese. Nadie menos ellos, que obnubilados por la palabra “libre” hincharon como nenes caprichosos para que los llevasen a comer ahí (después me explicaron que en Chile no son comunes es tipo de restaurantes y entendí).
Antes tenían que ir al hotel. Les faltaba otra entrevista, esta era con un canal de televisión por cable que yo desconocía totalmente. Mientras esperaban que los representantes de dicho canal se hiciesen presentes en el lugar, cada uno se fue para su habitación y yo por una cuestión meramente azarosa terminé en la habitación de Zaturno, donde este me dejó escuchar las bases que él mismo había armado para una banda nueva que producía. Me comí medio paquete de galletitas Rex que tenía Zaturno en su cuarto mientras la mucama le hacía la cama y de fondo sonaba la música.
Pasó la entrevista (en la que se mofaron abiertamente de la ignorancia del periodista, tomándole el pelo e ironizando en sus respuestas... pero el chabón ni se dio cuenta) y pintó ir a comer al tenedor libre. Ya eran las cuatro de la tarde y mi estómago rezongaba como nunca, pero la comida ya fría del restaurante me espantó un poco así que comí lo mínimo indispensable para tirar hasta la 1 de la mañana (horario en que volví a mi casa), ellos en cambio se morfaron la vida y se levantaron para repetir, al menos tres veces cada uno. Terminado el almuerzo, me despedí porque ya se me había hecho la hora de entrar al laburo, y quedé en verlos al día siguiente en su recital de Buenos Aires News.
Casi cancelo mi visita “al news” como le dice la gente “bien”, debido a mi malestar estomacal, producto de aquella comilona. Pero, eso de salir de laburar a las 12 de la noche un jueves y tener un recital en un boliche lleno de perras, me tentó. Habiendo comido en el camino sólo una hamburguesa de las más baratas que venden en Mc’ Dollars, me mandé hacia el Paseo de la Infanta y como supuse que el recital empezaría tipo dos de la mañana, me fui caminando, para hacer tiempo.
Llegué cansado y resignado, con la calentura de no haber tenido un puto marcador o aerosol para decorar esa parte de la ciudad, tan pulcra que se me ofrecía generosamente sin policías a la vista. Una vez en la puerta debí enfrentar la pedantería de los patovas que, obviamente al verme vestido de pantalones anchos poca bola me iban a dar. Me acerqué a la entrada de los VIP’s donde un tipo armario con cara (inexpresiva, por cierto) me ignoró abiertamente durante largo rato, mientras canchereaba con unas cachorras de jugosos escotes. De adentro se escuchaba a Tiro de Gracia sonando y me avivé de que había llegado tarde por lo que me impacientó más el cinismo de esa bola de músculos. Le toqué el brazo, tímidamente y con cara de lástima, le pregunté por la chica esta, la mánager argentina del grupo, quién me había invitado. Se hizo el que no me escuchó, miró para otro lado, se quedó sin responder y al rato se dio vuelta y se puso a hablar con otro de su raza.
Resignación. A esperar. Mi paciencia de monje tibetano fue puesta a prueba nuevamente, mientras seguía escuchando como los temas pasaban y yo me estaba cagando de frío en la puerta. Se volvió hacia mi, se detuvo en mi vestimenta, y advirtió que me había sacado el pasamontañas que ocultaba mi verdadera identidad, ahí parece que me vio la cara de nene bueno (o boludo) y le pintó la compasión: “Vos buscabas a... ?”, “Sí, sí” me apresuré a decir, volvió a mirarme dudando y dijo: “está adentro, pasá y fijate si la encontrás”.
Regio. Una vez adentro me zambullí entre la maraña impenetrable de yuppies con cama solar y pelo con gel, y gatas de curvas generosas con toda la mercadería en vidriera.
Pensé, soy el único gil que vino a ver a TDG, nadie más tenía pinta de estar interesado en el Hip Hop. Me planté a unos metros del escenario y disfruté de los tres últimos temas del show, que dicho sea de pasa, fue uno de los mejores que les vi.
Empecé a recorrer al público con la mirada, algo impaciente, en busca de alguna cara conocida y ahí descubrí a tres fans (y/o grupies) del grupo coreando los temas y sacándoles fotos. Se distinguían muy bien del resto de las féminas presentes en el lugar, tenían unos cuantos centímetros menos de altura, unos cuantos más de circunferencia y varios colores no naturales en sus cabellos.
Al rato, a mis espaldas se me aparecen dos esbeltas siluetas de equipos deportivos Pumas y me saludan antes de que los reconozca, eran los Geo Ramma, ¿quién más?. Al toque los perdí de vista, pero minutos más tarde los volví a encontrar detrás del escenario, en la puerta de camarín, esperando por los tres MC´s chilenos. Ahí también estaban las tres damiselas.
Sonaba Dr Dre de fondo, esa era la pista “alternativa” del boliche. Lengua Dura fue el primero en asomar la cabeza y se mandó a bailar en seguida ante la mirada curiosa de toda la muchachada que rara vez habría visto como se baila el rap.
Fueron cayendo los demás, Valentino peló una botella de alto contenido etílico (y alto costo) y el Lengua se entró a encarar una morocha de suculenta figura sin éxito. Juan y Zaturno me invitaron a seguirlos cuando salieron por un rato del boliche para ir a escaviar afuera. Yo los seguí, pero me desvié cuando advertí que en la pista principal había un desfile de modas donde supuestamente podría ver porcentajes de epidermis femenina expuesta, mayores a los que me rodeaban.
Fue un fiasco, el desfile era de ropa “otoño/invierno” así que lo se llegó a pelar ni una transparencia que dejase adivinar las escarapelas de alguna de esas delgadas blondas. Volví a buscar al resto, pero ya los había perdido. Lengua se había ido con DJ Raf y los demás no habían regresado aún. Esperando reencontrarlos, me planté cerca de la puerta mientras me castigaba la vista contemplando a una negra hermosa bailando con un pantalón blanco tan ajustado que se notaba cómo el tremendo culazo que portaba hacía fuerza por emerger.
Al rato regresaron algo más alcoholizados y mientras discutían si nos íbamos o nos quedábamos, se prendieron en la autoflagelación psicológica de mirar bailar a la mulata. Eso fue hasta que encontraron un blanco mejor aún, una de esas promotoras que uno dice “de dónde las sacan?” vestida con mini-mini-minifalda y medias de red, estaba impunemente apoyada, unos metros más arriba que nosotros, sobre una baranda de acrílico transparente que desde nuestro ángulo de percepción, dejaba al descubierto toda la carga de altísimo voltaje erótico.
La misma Traffic, nos esperaba a la salida del boliche con el conductor -como corresponde- durmiendo. Subimos todos y nos fuimos, sin despedirnos de los Geo Ramma (no sé por qué) camino al Hotel. Zaturno, haciendo su papel de niño mimado de la banda, empezó a escandalizar el interior de la camioneta con sus agudos alaridos caprichosos, productos del hambre: “vamos a un mardonals (sic.)!”, “mánager conchetumadre cómprame una hamburguesina, sí?, consígueme un auspicio de una hamburguesina!”. Entre el chofer y quién les habla, los únicos dos que jugábamos de locales, tratamos de hacerlo entrar en razón explicándole gentilmente que en Buenos Aires no se podía ir a los fast food a las tres de la mañana. Sus gritos continuaron y a ellos se sumaron los de Juan Sativo que desde la última hilera de asientos profería insultos irreproducibles a su compañero de equipo y se reía, él mismo, de lo que salía de su boca.
Con excesos de “che, boludo” y “dale San Lorenzo” Juan intentaba, en vano, imitar la tonada argentina. Pato y yo estábamos en el medio y soportamos los chirridos de ambos hasta llegar al hotel. Momento en el que nuestros destinos se volvieron a distanciar ya que la siguiente -obvia- parada, era la cama.
Otra vez caminé por la ciudad de noche y otra vez me lamenté de no tener entre mis posesiones ni un aerosol.
No los volví a ver hasta el día del Jam en la reina, para lo que tendrán que leer la nota respectiva. El domingo, en La Diabla tocaron en un recital repleto de gente de hábitos saltarines y groupies de ropa interior humedecida. Una vez terminado el show me los reencontré en el improvisado V.I .P. donde no me dieron mucha bola ya que cada uno había pegado minita y estaban en plena etapa de flirteo mientras comían algún que otro chegusán de miga. Así llegó la hora de la despedida final y las promesas (siempre incumplidas) de viajes y visitas mutuas. Las despedidas son siempre tristes.
Me levanté esa mañana preocupado porque no me acordaba exactamente dónde era la cita. Dos semanas atrás me había enterado de la sorpresiva visita de Tiro de Gracia gracias a su mánager con quién había arreglado telefónicamente una entrevista para algún momento de ese 9 de junio.
Siendo que me acuesto normalmente a las 2 o 3 de la mañana, estar levantado, cambiado, bañado y listo para salir a las 10 era todo una demostración de mi habilidad de madrugador. Desde el lunes que llamaba por teléfono a la compañía para verificar la dirección del hotel donde iban a estar, pero allí nadie me atendía. Desesperado y sobre la hora ese miércoles llamé a EMI y haciendo uso de subterfugios y estratagemas conseguí que me diesen el número de teléfono del hotel, con eso en mano, conseguir la dirección era pan comido.
Me aventuré al céntrico hospedaje suponiendo que la cita era allí, o con el deseo, al menos, de encontrarlos antes de que saliesen en su gira diaria por radios, canales y revistas.... promoción. Así llegué vestido de homie con capucha y pantalones baggy hasta el lujoso edificio de fachada blanca e interior dorado, donde me sentí un extraterrestre. Ingresé al salón principal de el hotel, con una idea clara, no iba a tener que acercarme a la recepción para hacer las preguntas, apenas me viesen vestido así me iban a mandar un mono que gentilmente me hiciese saber que estaba en el lugar equivocado, con un frío e irónico “buscaba a alguien, caballero?” (irónico por lo de caballero).
Tuve la suerte de que mientras pronunciaba el “llero” de caballero apareció tras las espaldas del mencionado simio un tipo con más pinta de chileno que de b-boy y supe que era mi salvación: “tu eres de la Moshpit?” me dijo y me sentí plenamente aliviado.
Me condujo hasta el restaurante del hotel donde “pronto los chicos bajarán a desayunar, se están levantando” y me senté a esperar con un pedido de café mediante a la bella camarera (la casa invitaba).
Apenas me puse a relojear mi entorno, lleno de enormes espejos, cuadros de marcos dorados, alfombras azules y obviamente los clásicos “yuppies” haciendo “lobby”, vi descender del ascensor a Lengua Dura y Juan Sativo que con una efusivo abrazo me recibieron “Cómo estás, tanto tiempo, bla, bla, bla...”.
La mesa se tuvo que fusionar con dos mesas más cuando siguieron cayendo el resto de la banda, mánagers incluidos. El desayuno, generoso en proteínas, constaba de huevos revueltos, jugos y ensaladas de fruta, café y tostadas. “Este lugar es una mierda” diría más tarde Zaturno, el último en despegarse de la almohada y el más escandaloso de los tres: bajó al restaurante con un grabador colgando de su brazo con la música sonando al tope.
Entre recuerdos, y preguntas del tipo “cómo anda todo por acá ?”, la conversación derivó, como era de esperarse en el nuevo disco que justamente tenían allí y “en exclusiva” me lo hicieron escuchar de punta a punta entes de editarse. El resultado no fue menos esperado, entre el volumen de la conversación que cada vez subía más y la música que salía del grabador intentando superar a las voces, el ruido de la mesa se tornó insoportable para el resto del hotel y no dudaron en mandarnos en dos oportunidades consecutivas a un mozo para que, con buenos modales, nos rogase nuestra ausencia.
Una vez ya en la calle la música volvió a subir de volumen, y sacamos unas fotos mientras esperamos que llegase la camioneta Traffic que los acompañaría durante su gira promocional diaria. Le comenté a Lengua sobre los embates graffiteros de las crews porteñas que cada vez abarcaban más terreno y el me dijo “allá en chile a los graffiteros ya los reconocen los pacos (carabineros) por su forma de vestir, con solo ir con pantalones anchos ya sos sospechoso y te pueden revisar, si te encuentran un tubo te tiran pintura en la cabeza”. Acá todavía se puede pintar tranquilo, todavía la policía no relaciona pantalones anchos con aerosol y eso es un alivio, no solo para nosotros, sino para los graffiteros extranjeros, que sabiendo de esto, visitan las costas argentinas como el caso de Zekis y su crew, los DVE, de Santiago.
Ellos estaban enterados de la visita de los DVE a Buenos Aires, los rumores se corren pronto en las escenas hip hopperas de todo el mundo. Cambiamos de tema, porque parece que con Zekis y su gente no estaban las cosas del todo bien, y es que, bueno, la popularidad y la sobreexposición mediática había colocado a los Tiro de Gracia en una posición, al menos incómoda, producto del recelo del mucha otra gente. Como pasa siempre. Sin embargo, esto parecía no molestarles mucho, “nosotros tocamos en todo el país, tenemos nuestro público” y claro, el éxito a demás de envidias les había traído viajes por el mundo entre los que cuentan a España.
España! Obviamente la conversación derivó en hablar del rap español que tanto estaba pegando en Chile y por estos lados empezaba a hacer estragos. Se enumeraron nombres como Frank T, La Gota Que Colma, Los Verdaderos Kreyentes De La Religión Del Hip Hop, Ari y CPV. Ya estábamos en la camioneta y segíamos hablando de las comparaciones de la lírica de Geronación cuando la mánager me miró y dijo “¿a dónde vamos?”
“Caballito!” fue mi respuesta instantánea. Camino al barrio de los graffitis, Lengua Dura y yo hablábamos de Rawkus y comentábamos los últimos lanzamientos, ellos habían escuchado ya el Soundbombing 2 antes de que saliese gracias a una amigo norteamericano, el editor de Stress. Yo me moría de ganas de escucharlo así que se me hacía agua la boca. Juan Sativo, mientras, asomaba la cabeza por la ventanilla de atrás e intercalaba entre sus aullidos y onomatopeyas, casi constantes, algún que otro “erótica!” dirigido a casi cualquier cosa con forma de mujer que caminase cerca de la camioneta.
Parada a mitad de camino. Compraron pilas para el grabador de Zaturno, que no dudó en pelar la clásica bolsita a penas tuvo oportunidad. Una vez en Caballito, nos dirigimos hacia los paredones de la convención de graffiti donde observaron el arte con atención y admiración. No les explico lo orgulloso que sentí cuando en plena recorrida por el lugar, pasó a pocos metros nuestros el vagón del tren Sarmiento que fue bendecido por los sprays de Lyte & Escher poco tiempo atrás, con un formidable “top to bottom” en plateado y negro.
De ahí nos fuimos a La Tribu, estación de FM porteña símbolo del underground y de fiestas Hip Hop Reggae. Allí respondieron, con admirable paciencia las preguntas poco originales de un periodista poco avezado en la materia. Son profesionales ya en el arte de responder...
Antes de la nota nos comimos unas empanadas de carne, que no venían mal, cuando el estómago empezaba a protestar alrededor de las 2 de la tarde. Mientras tanto, contemplábamos atónitos las tremendas redondeces pectorales de una señorita fotografiada por váyase a saber qué dichoso ser y en exposición en las paredes del recinto y recitábamos en castellano estrofas enteras del maestro KRS-1.
De regreso al hotel, pasamos por la puerta de uno de esos tenedores libres coreanos de la calle Corrientes a los que nadie en su sano juicio se entregaría por más hambre que tuviese. Nadie menos ellos, que obnubilados por la palabra “libre” hincharon como nenes caprichosos para que los llevasen a comer ahí (después me explicaron que en Chile no son comunes es tipo de restaurantes y entendí).
Antes tenían que ir al hotel. Les faltaba otra entrevista, esta era con un canal de televisión por cable que yo desconocía totalmente. Mientras esperaban que los representantes de dicho canal se hiciesen presentes en el lugar, cada uno se fue para su habitación y yo por una cuestión meramente azarosa terminé en la habitación de Zaturno, donde este me dejó escuchar las bases que él mismo había armado para una banda nueva que producía. Me comí medio paquete de galletitas Rex que tenía Zaturno en su cuarto mientras la mucama le hacía la cama y de fondo sonaba la música.
Pasó la entrevista (en la que se mofaron abiertamente de la ignorancia del periodista, tomándole el pelo e ironizando en sus respuestas... pero el chabón ni se dio cuenta) y pintó ir a comer al tenedor libre. Ya eran las cuatro de la tarde y mi estómago rezongaba como nunca, pero la comida ya fría del restaurante me espantó un poco así que comí lo mínimo indispensable para tirar hasta la 1 de la mañana (horario en que volví a mi casa), ellos en cambio se morfaron la vida y se levantaron para repetir, al menos tres veces cada uno. Terminado el almuerzo, me despedí porque ya se me había hecho la hora de entrar al laburo, y quedé en verlos al día siguiente en su recital de Buenos Aires News.
Casi cancelo mi visita “al news” como le dice la gente “bien”, debido a mi malestar estomacal, producto de aquella comilona. Pero, eso de salir de laburar a las 12 de la noche un jueves y tener un recital en un boliche lleno de perras, me tentó. Habiendo comido en el camino sólo una hamburguesa de las más baratas que venden en Mc’ Dollars, me mandé hacia el Paseo de la Infanta y como supuse que el recital empezaría tipo dos de la mañana, me fui caminando, para hacer tiempo.
Llegué cansado y resignado, con la calentura de no haber tenido un puto marcador o aerosol para decorar esa parte de la ciudad, tan pulcra que se me ofrecía generosamente sin policías a la vista. Una vez en la puerta debí enfrentar la pedantería de los patovas que, obviamente al verme vestido de pantalones anchos poca bola me iban a dar. Me acerqué a la entrada de los VIP’s donde un tipo armario con cara (inexpresiva, por cierto) me ignoró abiertamente durante largo rato, mientras canchereaba con unas cachorras de jugosos escotes. De adentro se escuchaba a Tiro de Gracia sonando y me avivé de que había llegado tarde por lo que me impacientó más el cinismo de esa bola de músculos. Le toqué el brazo, tímidamente y con cara de lástima, le pregunté por la chica esta, la mánager argentina del grupo, quién me había invitado. Se hizo el que no me escuchó, miró para otro lado, se quedó sin responder y al rato se dio vuelta y se puso a hablar con otro de su raza.
Resignación. A esperar. Mi paciencia de monje tibetano fue puesta a prueba nuevamente, mientras seguía escuchando como los temas pasaban y yo me estaba cagando de frío en la puerta. Se volvió hacia mi, se detuvo en mi vestimenta, y advirtió que me había sacado el pasamontañas que ocultaba mi verdadera identidad, ahí parece que me vio la cara de nene bueno (o boludo) y le pintó la compasión: “Vos buscabas a... ?”, “Sí, sí” me apresuré a decir, volvió a mirarme dudando y dijo: “está adentro, pasá y fijate si la encontrás”.
Regio. Una vez adentro me zambullí entre la maraña impenetrable de yuppies con cama solar y pelo con gel, y gatas de curvas generosas con toda la mercadería en vidriera.
Pensé, soy el único gil que vino a ver a TDG, nadie más tenía pinta de estar interesado en el Hip Hop. Me planté a unos metros del escenario y disfruté de los tres últimos temas del show, que dicho sea de pasa, fue uno de los mejores que les vi.
Empecé a recorrer al público con la mirada, algo impaciente, en busca de alguna cara conocida y ahí descubrí a tres fans (y/o grupies) del grupo coreando los temas y sacándoles fotos. Se distinguían muy bien del resto de las féminas presentes en el lugar, tenían unos cuantos centímetros menos de altura, unos cuantos más de circunferencia y varios colores no naturales en sus cabellos.
Al rato, a mis espaldas se me aparecen dos esbeltas siluetas de equipos deportivos Pumas y me saludan antes de que los reconozca, eran los Geo Ramma, ¿quién más?. Al toque los perdí de vista, pero minutos más tarde los volví a encontrar detrás del escenario, en la puerta de camarín, esperando por los tres MC´s chilenos. Ahí también estaban las tres damiselas.
Sonaba Dr Dre de fondo, esa era la pista “alternativa” del boliche. Lengua Dura fue el primero en asomar la cabeza y se mandó a bailar en seguida ante la mirada curiosa de toda la muchachada que rara vez habría visto como se baila el rap.
Fueron cayendo los demás, Valentino peló una botella de alto contenido etílico (y alto costo) y el Lengua se entró a encarar una morocha de suculenta figura sin éxito. Juan y Zaturno me invitaron a seguirlos cuando salieron por un rato del boliche para ir a escaviar afuera. Yo los seguí, pero me desvié cuando advertí que en la pista principal había un desfile de modas donde supuestamente podría ver porcentajes de epidermis femenina expuesta, mayores a los que me rodeaban.
Fue un fiasco, el desfile era de ropa “otoño/invierno” así que lo se llegó a pelar ni una transparencia que dejase adivinar las escarapelas de alguna de esas delgadas blondas. Volví a buscar al resto, pero ya los había perdido. Lengua se había ido con DJ Raf y los demás no habían regresado aún. Esperando reencontrarlos, me planté cerca de la puerta mientras me castigaba la vista contemplando a una negra hermosa bailando con un pantalón blanco tan ajustado que se notaba cómo el tremendo culazo que portaba hacía fuerza por emerger.
Al rato regresaron algo más alcoholizados y mientras discutían si nos íbamos o nos quedábamos, se prendieron en la autoflagelación psicológica de mirar bailar a la mulata. Eso fue hasta que encontraron un blanco mejor aún, una de esas promotoras que uno dice “de dónde las sacan?” vestida con mini-mini-minifalda y medias de red, estaba impunemente apoyada, unos metros más arriba que nosotros, sobre una baranda de acrílico transparente que desde nuestro ángulo de percepción, dejaba al descubierto toda la carga de altísimo voltaje erótico.
La misma Traffic, nos esperaba a la salida del boliche con el conductor -como corresponde- durmiendo. Subimos todos y nos fuimos, sin despedirnos de los Geo Ramma (no sé por qué) camino al Hotel. Zaturno, haciendo su papel de niño mimado de la banda, empezó a escandalizar el interior de la camioneta con sus agudos alaridos caprichosos, productos del hambre: “vamos a un mardonals (sic.)!”, “mánager conchetumadre cómprame una hamburguesina, sí?, consígueme un auspicio de una hamburguesina!”. Entre el chofer y quién les habla, los únicos dos que jugábamos de locales, tratamos de hacerlo entrar en razón explicándole gentilmente que en Buenos Aires no se podía ir a los fast food a las tres de la mañana. Sus gritos continuaron y a ellos se sumaron los de Juan Sativo que desde la última hilera de asientos profería insultos irreproducibles a su compañero de equipo y se reía, él mismo, de lo que salía de su boca.
Con excesos de “che, boludo” y “dale San Lorenzo” Juan intentaba, en vano, imitar la tonada argentina. Pato y yo estábamos en el medio y soportamos los chirridos de ambos hasta llegar al hotel. Momento en el que nuestros destinos se volvieron a distanciar ya que la siguiente -obvia- parada, era la cama.
Otra vez caminé por la ciudad de noche y otra vez me lamenté de no tener entre mis posesiones ni un aerosol.
No los volví a ver hasta el día del Jam en la reina, para lo que tendrán que leer la nota respectiva. El domingo, en La Diabla tocaron en un recital repleto de gente de hábitos saltarines y groupies de ropa interior humedecida. Una vez terminado el show me los reencontré en el improvisado V.I .P. donde no me dieron mucha bola ya que cada uno había pegado minita y estaban en plena etapa de flirteo mientras comían algún que otro chegusán de miga. Así llegó la hora de la despedida final y las promesas (siempre incumplidas) de viajes y visitas mutuas. Las despedidas son siempre tristes.
Nación Hip Hop II - Eh! Discos
Por Juan Data (publicado originalmente en laturma.com circa 1999)
Almada contraataca. Y parecía que esta vez se venía con todo...
Nación Hip Hop 2 se queda a mitad de camino en todo. Las intenciones individuales de quienes participaron no las conozco, pero sÈ que muchos de los que ahí figuran pueden dar mucho más de lo que dieron. Empezando por el arte de tapa que es realmente vomitivo, hasta el peor graffiti de Cray es mil veces mejor que lo que hizo en esa tapa tan sobrecargada de clichés pintada para el orto en photoshop y dibujada en menos de dos horas. Por lo menos de algo sirve la tapa: ahuyenta a los verdaderos amantes del Hip Hop para no ser embaucados vilmente por un producto tan pero tan mediocre.
El contenido en la mayoría de los casos refleja la misma situación del arte. Natural Rap, por ejemplo se manda con un tema que no es, ni en pedo el mejor de su arsenal; bien podrían haber incluido alguno de los temitas más afrancesados con los que nos deleitaban últimamente pero no, se mandaron con un viejazo a la jump-jump lleno de puteadas... Algo parecido pasa con Alianza Latina que mandó un tema que ya es muy viejo, lo venían tocando desde hace más de un año y despuÈs de ese habían presentado temas mucho mejores y más atractivos musicalmente que ese monótono zumbido (ojo, me gustó la intro de Pizza Birra Faso). El tema de Alfa suena mejor en el cassette independiente que autoeditó que en este CD. Situación similar la de Impala que registra mejor sonido en grabaciones que le escuché caseras que en este disco. De los Comunidad y los Libres Bajo Palabra esperaba mucho más, sé que dan para más que eso. Con todos la situación, más o menos se repite... no voy a entrar en cada caso porque sería infinito.
La calidad de la grabación y presentación es peor que la del primer Nación Hip Hop y no es porque aquel haya sido bueno, pero por lo menos se le perdonaban los errores por ser un debut.
Lo que más rescaté? La base de Mike Dee sampleando Star Wars (a quién no le gustaría rappear sobre ella?), la letra de Alfa (aunque no sea nueva, es la única de todo el disco que vale la pena escuchar de punta a punta), los arreglos de Impala y las bandejas de Acido y la producción musical de Omega. Tengo que admitir que me sorprendieron los Delincuentes del Sur, sobre todo por la voz de chiquito que es espectacular y super clara.
Otra cosa. La pista de CD-Rom: Vieron alguna vez algo más al pedo que eso? Alguien me puede explicar de qué cabeza puede salir el incluir los agradecimientos en una pista virtual? Dios.... cuanta mediocridad.
Ahora entiendo por qué no salió por una compañía grande como el primer disco (iba a salir por DBN, decían...) ¿quién se iba a jugar a editar eso?
Para terminar, el tema de las promesas incumplidas. Un clásico del señor Almada. Supuestamente en septiembre tendrían que haber salido tres discos que ahí se anticipan y en octubre otro. Los que estamos en esto hace tiempo ya sabemos que esas son promesas hechas al viento y no nos ilusionamos, pero ¿Por qué jugar así con la esperanza de los pibes nuevos? Y la página de Internet, ¿alguien la encontró? No, no existe. En fin...
PD: Agradezco a Alfa, Golpe Bajo y Alianza Latina por acordarse de mí y la revista... y a Almada por dejarlos que me nombren.
Almada contraataca. Y parecía que esta vez se venía con todo...
Nación Hip Hop 2 se queda a mitad de camino en todo. Las intenciones individuales de quienes participaron no las conozco, pero sÈ que muchos de los que ahí figuran pueden dar mucho más de lo que dieron. Empezando por el arte de tapa que es realmente vomitivo, hasta el peor graffiti de Cray es mil veces mejor que lo que hizo en esa tapa tan sobrecargada de clichés pintada para el orto en photoshop y dibujada en menos de dos horas. Por lo menos de algo sirve la tapa: ahuyenta a los verdaderos amantes del Hip Hop para no ser embaucados vilmente por un producto tan pero tan mediocre.
El contenido en la mayoría de los casos refleja la misma situación del arte. Natural Rap, por ejemplo se manda con un tema que no es, ni en pedo el mejor de su arsenal; bien podrían haber incluido alguno de los temitas más afrancesados con los que nos deleitaban últimamente pero no, se mandaron con un viejazo a la jump-jump lleno de puteadas... Algo parecido pasa con Alianza Latina que mandó un tema que ya es muy viejo, lo venían tocando desde hace más de un año y despuÈs de ese habían presentado temas mucho mejores y más atractivos musicalmente que ese monótono zumbido (ojo, me gustó la intro de Pizza Birra Faso). El tema de Alfa suena mejor en el cassette independiente que autoeditó que en este CD. Situación similar la de Impala que registra mejor sonido en grabaciones que le escuché caseras que en este disco. De los Comunidad y los Libres Bajo Palabra esperaba mucho más, sé que dan para más que eso. Con todos la situación, más o menos se repite... no voy a entrar en cada caso porque sería infinito.
La calidad de la grabación y presentación es peor que la del primer Nación Hip Hop y no es porque aquel haya sido bueno, pero por lo menos se le perdonaban los errores por ser un debut.
Lo que más rescaté? La base de Mike Dee sampleando Star Wars (a quién no le gustaría rappear sobre ella?), la letra de Alfa (aunque no sea nueva, es la única de todo el disco que vale la pena escuchar de punta a punta), los arreglos de Impala y las bandejas de Acido y la producción musical de Omega. Tengo que admitir que me sorprendieron los Delincuentes del Sur, sobre todo por la voz de chiquito que es espectacular y super clara.
Otra cosa. La pista de CD-Rom: Vieron alguna vez algo más al pedo que eso? Alguien me puede explicar de qué cabeza puede salir el incluir los agradecimientos en una pista virtual? Dios.... cuanta mediocridad.
Ahora entiendo por qué no salió por una compañía grande como el primer disco (iba a salir por DBN, decían...) ¿quién se iba a jugar a editar eso?
Para terminar, el tema de las promesas incumplidas. Un clásico del señor Almada. Supuestamente en septiembre tendrían que haber salido tres discos que ahí se anticipan y en octubre otro. Los que estamos en esto hace tiempo ya sabemos que esas son promesas hechas al viento y no nos ilusionamos, pero ¿Por qué jugar así con la esperanza de los pibes nuevos? Y la página de Internet, ¿alguien la encontró? No, no existe. En fin...
PD: Agradezco a Alfa, Golpe Bajo y Alianza Latina por acordarse de mí y la revista... y a Almada por dejarlos que me nombren.
MustaFastApolo: La Santísima Trinidad
Por Juan Data (Originalmente publicado en Moshpit Posse #10, Buenos Aires, Noviembre 1998)
Caballito es el marco perfecto para reunir a estos tres luchadores del Hip Hop original. Los grafittis que quedaron de la convención que Rasta en parte promovió y organizó son el telón de fondo de sus cotidianas reuniones. Reuniones de "amigos que se preocupan por el Hip Hop" y buscan ser el germen de toda una movida de Hip Hop consciente en Argentina.
Son tres puristas. Nueva York es su punto de referencia inmediata a la hora de enumerar cualquier inspiración. A los tres les gusta además el raggamuffin y el rap francés. Aborrecen lo comercial y se mofan del gangsterismo y las pandillas. No son una banda, ni una posse, ellos prefieren que se los catalogue como una "Organización". Son Mustafá, Rasta y Apolo tres representativas figuras del undergroud porteño que se vislumbran como la esperanza nacional del Hip Hop verdadero.
Un punto en común los une: los tres afirman haberse iniciado de la mano de Hollywood y la gente de la vieja escuela refugiada en Caballito, aunque Rasta arriesga: "a mí nadie me enseñó nada, que no me vengan con eso, ellos me mostraron cómo era, me abrieron las puertas pero yo me esforcé sólo por averiguar las cosas".
Rasta es reconocido a nivel nacional como uno de los pioneros del Graffiti y uno de los escritores de paredes más activos de Buenos Aires. Se confiesa admirador de Os Gemeos y graffiteros norteamericanos como Twister. Con orgullo rememora las épocas en que tuvo la oportunidad de viajar a New York y graffitear con los grandes de la cuna del Hip Hop. Firmó paredes con el nombre de Sygs, Fasta, Fas y Rasta entre otros y en las crews de las que formó parte estuvieron Caverna, Tony y Joni.
En Buenos Aires se pueden ver sus obras a lo largo de la línea del tren Sarmiento y en boliches como La Negra y La Meka, en este último además pasa música y organiza las noches de pleno Hip Hop junto a Mustafá y Apolo. A nivel musical se dio a conocer primeramente junto a los Libres Bajo Palabra y se lo relacionó durante un tiempo con la gente de Zona Sur Clan una de las dos pandillas del lado sur del Conurbano Bonaerense, sin embargo hoy por hoy no se hace cargo para nada de la pose de gángster y dispara "Los gángsters son todos unos salames"
Mustafá es uno de los MC's más feroces y crudos del underground, purista hasta la médula, no admite ni por asomo nada de rap comercial, gangsteril, funky, ni fusionado; ni siquiera el Old School es de su agrado, obviamente tampoco le agradan las bandas nacionales. Bajo el título de "enviado de Alá" deja sus rimas con fuerza y lucidez sobre en micrófono en cuanto freestyle se le presente. A pesar de su agresividad y aparente falta de compasián es el más tranquilo y humilde de los tres y se preocupa realmente por la consciencia del Hip Hop. Entre sus anécdotas recurrentes se encuentra la de haber graffiteado un vagón del Sarmiento mientras este se había parado lejos de la estación... los guardas desde arriba del tren lo vieron y terminó en una comisaría por un día entero. El graffiti todavía se puede ver, aunque inconcluso...
El tercer miembro de la "organización" es Apolo, según muchos el mejor B-Boy de la nueva escuela. Se ganó su fama gracias a una tremenda agilidad y elasticidad demostrada en cuanto piso lustrado le permitió. Junto a Alfa parecÌan formar un dúo inseparable que dominaba toda la movida breaker de Buenos Aires. A comienzos de este año comenzaron a incursionar juntos en el rap formando el grupo "Guerreros Ancestrales" una mezcla de mística medieval y cultura old school que no llegó más allá de las fiestas underground. Sin embargo la mística se perdió y la unión se disolvió.
Un par de accidentes lo obligaron a abandonar el baile por imposibilidad física y no le quedó otra que dedicarse a pleno a perfeccionar sus cualidades líricas y su estilo vocal hasta llegar a ser hoy en día uno de los MC's más prometedores de la nueva camada con un excelente potencial lírico. Actualmente se está reincorporando a sus prácticas cotidianas de B-Boying aunque acepta que su estado y su nivel ya no es el que lo hizo famoso.
- Viéndolos desde afuera, ustedes parecen la encarnación de las distintas ramas del Hip Hop, un breaker, un MC y un graffitero... cualquiera diría que les falta un DJ nada más.
Apolo- A mí me gustaría ser DJ pero no tengo tiempo para dedicarme a eso también... soy DJ en la Meka pero sólo para pasar música... si pudiera me gustarÌa cubrir los cuatro elementos del Hip Hop.
- ¿Cómo grupo musical que pretenciones tienen?
Mustafá- Me gustaría llegar a la masividad pero nunca caer en lo comercial.
Apolo- Sería inútil salir ahora en la Argentina a hacer Hip Hop verdadero como hacemos nosotros, porque habría muy poca gente que lo entendería.
Rasta- Tendríamos que hacer algo comercial... y eso no nos importa.
- Durante la vieja escuela se dio mucho el elitismo en la escena Hip Hop argentina, la gente que tenía el conocimiento cierto de lo que era el Hip Hop se lo quedaba para sí mismo y sus amigos en vez de salir a difundirlo y fomentarlo. ¿Les parece que esto se revirtió y que ahora está todo un poco más abierto?
Apolo- Sigue habiendo mucha gente que sólo escucha rap dentro de sus casas y se quedan encerrados ahí y eso no es Hip Hop. Nosotros luchamos por el Hip Hop y nos preocupamos por imponer el movimiento y mostrar los cuatro elementos siempre.
Mustafá- Desde La Meka que es nuestro lugar, educamos a mucha gente.
Rasta- Hay mucha gente que se queda con la versión errónea de lo que es el Hip Hop, la que muestran las películas y los medios, y no se rompen el culo para saber realmente cómo es, si son reales se tendrÌan que preocupar, investigar, preguntar... así es como empezamos nosotros, yo una vez vi un graffiti que abajo decía Hip Hop, me gustó y desde entonces me rompí el culo por averiguar qué es el Hip Hop.
- Escuchándolos hablar cualquiera diría que ustedes están seguros de ser los que más saben de Hip Hop.
Rasta- Hay gente que sabe más de Hip Hop que nosotros y de la que me gustaría aprender... pero en otros países, acá me parece que más que yo...
Apolo- Yo no creo que nos las sepamos todas ni que tengamos la razón, pero sé que estamos bien encaminados, se que estamos en la posición correcta.
- ¿Cómo se toman el carácter competitivo del Hip Hop?
Rasta- Yo no compito con nadie, compito conmigo mismo, la competencia está en la autosuperación. Si hay estilos diferentes y personales es imposible decir que uno es mejor que otro. Si veo a alguien mejor que yo, voy a intentar aprender de él, no superarlo ni humillarlo.
- ¿Son bastante cerrados en cuanto a gustos musicales, no?
Rasta- Todos los que hacemos Hip Hop somos medio cerrados, escuchamos Hip Hop y nada más, por ahí algo de música negra como el Reggae, el Soul o el Funk. Pero lo que no me cabe ni ahÌ es la fusión del Rap con otros ritmos que no tienen nada que ver como el Metal, eso me parece una porquería.
- ¿Qué es lo más importante que hay que hacer por la escena local?
Rasta- A los que les interesa realmente el Hip Hop que se rompan el culo en serio, que se esfuercen y si no que no rompan las pelotas.
Apolo- El Hip Hop lo hace la gente que es Hip Hop, y Hip Hop son los que luchan, los que hacen algo por el Hip Hop, los demás son moda.
Mustafá- Acá nadie se esfuerza por mejorar el Hip Hop. Las bandas que están arriba no tienen un mensaje que enseñe, y la gente se conforma con eso, les exige poco.
Rasta- Tendría que haber un punto de encuentro de toda la escena, donde todos los que hacemos algo por el Hip Hop nos podamos reunir una vez por semana a conocernos, intercambiar ideas, debatir sobre el Hip Hop y organizar cosas. Eso es lo principal de lo que faltaría ahora.
Caballito es el marco perfecto para reunir a estos tres luchadores del Hip Hop original. Los grafittis que quedaron de la convención que Rasta en parte promovió y organizó son el telón de fondo de sus cotidianas reuniones. Reuniones de "amigos que se preocupan por el Hip Hop" y buscan ser el germen de toda una movida de Hip Hop consciente en Argentina.
Son tres puristas. Nueva York es su punto de referencia inmediata a la hora de enumerar cualquier inspiración. A los tres les gusta además el raggamuffin y el rap francés. Aborrecen lo comercial y se mofan del gangsterismo y las pandillas. No son una banda, ni una posse, ellos prefieren que se los catalogue como una "Organización". Son Mustafá, Rasta y Apolo tres representativas figuras del undergroud porteño que se vislumbran como la esperanza nacional del Hip Hop verdadero.
Un punto en común los une: los tres afirman haberse iniciado de la mano de Hollywood y la gente de la vieja escuela refugiada en Caballito, aunque Rasta arriesga: "a mí nadie me enseñó nada, que no me vengan con eso, ellos me mostraron cómo era, me abrieron las puertas pero yo me esforcé sólo por averiguar las cosas".
Rasta es reconocido a nivel nacional como uno de los pioneros del Graffiti y uno de los escritores de paredes más activos de Buenos Aires. Se confiesa admirador de Os Gemeos y graffiteros norteamericanos como Twister. Con orgullo rememora las épocas en que tuvo la oportunidad de viajar a New York y graffitear con los grandes de la cuna del Hip Hop. Firmó paredes con el nombre de Sygs, Fasta, Fas y Rasta entre otros y en las crews de las que formó parte estuvieron Caverna, Tony y Joni.
En Buenos Aires se pueden ver sus obras a lo largo de la línea del tren Sarmiento y en boliches como La Negra y La Meka, en este último además pasa música y organiza las noches de pleno Hip Hop junto a Mustafá y Apolo. A nivel musical se dio a conocer primeramente junto a los Libres Bajo Palabra y se lo relacionó durante un tiempo con la gente de Zona Sur Clan una de las dos pandillas del lado sur del Conurbano Bonaerense, sin embargo hoy por hoy no se hace cargo para nada de la pose de gángster y dispara "Los gángsters son todos unos salames"
Mustafá es uno de los MC's más feroces y crudos del underground, purista hasta la médula, no admite ni por asomo nada de rap comercial, gangsteril, funky, ni fusionado; ni siquiera el Old School es de su agrado, obviamente tampoco le agradan las bandas nacionales. Bajo el título de "enviado de Alá" deja sus rimas con fuerza y lucidez sobre en micrófono en cuanto freestyle se le presente. A pesar de su agresividad y aparente falta de compasián es el más tranquilo y humilde de los tres y se preocupa realmente por la consciencia del Hip Hop. Entre sus anécdotas recurrentes se encuentra la de haber graffiteado un vagón del Sarmiento mientras este se había parado lejos de la estación... los guardas desde arriba del tren lo vieron y terminó en una comisaría por un día entero. El graffiti todavía se puede ver, aunque inconcluso...
El tercer miembro de la "organización" es Apolo, según muchos el mejor B-Boy de la nueva escuela. Se ganó su fama gracias a una tremenda agilidad y elasticidad demostrada en cuanto piso lustrado le permitió. Junto a Alfa parecÌan formar un dúo inseparable que dominaba toda la movida breaker de Buenos Aires. A comienzos de este año comenzaron a incursionar juntos en el rap formando el grupo "Guerreros Ancestrales" una mezcla de mística medieval y cultura old school que no llegó más allá de las fiestas underground. Sin embargo la mística se perdió y la unión se disolvió.
Un par de accidentes lo obligaron a abandonar el baile por imposibilidad física y no le quedó otra que dedicarse a pleno a perfeccionar sus cualidades líricas y su estilo vocal hasta llegar a ser hoy en día uno de los MC's más prometedores de la nueva camada con un excelente potencial lírico. Actualmente se está reincorporando a sus prácticas cotidianas de B-Boying aunque acepta que su estado y su nivel ya no es el que lo hizo famoso.
- Viéndolos desde afuera, ustedes parecen la encarnación de las distintas ramas del Hip Hop, un breaker, un MC y un graffitero... cualquiera diría que les falta un DJ nada más.
Apolo- A mí me gustaría ser DJ pero no tengo tiempo para dedicarme a eso también... soy DJ en la Meka pero sólo para pasar música... si pudiera me gustarÌa cubrir los cuatro elementos del Hip Hop.
- ¿Cómo grupo musical que pretenciones tienen?
Mustafá- Me gustaría llegar a la masividad pero nunca caer en lo comercial.
Apolo- Sería inútil salir ahora en la Argentina a hacer Hip Hop verdadero como hacemos nosotros, porque habría muy poca gente que lo entendería.
Rasta- Tendríamos que hacer algo comercial... y eso no nos importa.
- Durante la vieja escuela se dio mucho el elitismo en la escena Hip Hop argentina, la gente que tenía el conocimiento cierto de lo que era el Hip Hop se lo quedaba para sí mismo y sus amigos en vez de salir a difundirlo y fomentarlo. ¿Les parece que esto se revirtió y que ahora está todo un poco más abierto?
Apolo- Sigue habiendo mucha gente que sólo escucha rap dentro de sus casas y se quedan encerrados ahí y eso no es Hip Hop. Nosotros luchamos por el Hip Hop y nos preocupamos por imponer el movimiento y mostrar los cuatro elementos siempre.
Mustafá- Desde La Meka que es nuestro lugar, educamos a mucha gente.
Rasta- Hay mucha gente que se queda con la versión errónea de lo que es el Hip Hop, la que muestran las películas y los medios, y no se rompen el culo para saber realmente cómo es, si son reales se tendrÌan que preocupar, investigar, preguntar... así es como empezamos nosotros, yo una vez vi un graffiti que abajo decía Hip Hop, me gustó y desde entonces me rompí el culo por averiguar qué es el Hip Hop.
- Escuchándolos hablar cualquiera diría que ustedes están seguros de ser los que más saben de Hip Hop.
Rasta- Hay gente que sabe más de Hip Hop que nosotros y de la que me gustaría aprender... pero en otros países, acá me parece que más que yo...
Apolo- Yo no creo que nos las sepamos todas ni que tengamos la razón, pero sé que estamos bien encaminados, se que estamos en la posición correcta.
- ¿Cómo se toman el carácter competitivo del Hip Hop?
Rasta- Yo no compito con nadie, compito conmigo mismo, la competencia está en la autosuperación. Si hay estilos diferentes y personales es imposible decir que uno es mejor que otro. Si veo a alguien mejor que yo, voy a intentar aprender de él, no superarlo ni humillarlo.
- ¿Son bastante cerrados en cuanto a gustos musicales, no?
Rasta- Todos los que hacemos Hip Hop somos medio cerrados, escuchamos Hip Hop y nada más, por ahí algo de música negra como el Reggae, el Soul o el Funk. Pero lo que no me cabe ni ahÌ es la fusión del Rap con otros ritmos que no tienen nada que ver como el Metal, eso me parece una porquería.
- ¿Qué es lo más importante que hay que hacer por la escena local?
Rasta- A los que les interesa realmente el Hip Hop que se rompan el culo en serio, que se esfuercen y si no que no rompan las pelotas.
Apolo- El Hip Hop lo hace la gente que es Hip Hop, y Hip Hop son los que luchan, los que hacen algo por el Hip Hop, los demás son moda.
Mustafá- Acá nadie se esfuerza por mejorar el Hip Hop. Las bandas que están arriba no tienen un mensaje que enseñe, y la gente se conforma con eso, les exige poco.
Rasta- Tendría que haber un punto de encuentro de toda la escena, donde todos los que hacemos algo por el Hip Hop nos podamos reunir una vez por semana a conocernos, intercambiar ideas, debatir sobre el Hip Hop y organizar cosas. Eso es lo principal de lo que faltaría ahora.
Entrevista a Quique Alcatena
Por Juan Data (originalmente publicada en el número 11 de la revista Ultimate Reports, Málaga, España, 2000)
Entrar al mundo de Quique Alcatena es entrar a una dimensión donde la magia y la mitología conviven entre los sueños y la realidad. Es encontrarse con un dibujante excepcional y por demás creativo.
Su obra, lejos de hacernos imaginar a un delirante con la percepción perturbada por los ácidos, nos hace sentir que estamos frente a una inagotable usina de conocimientos milenarios, como uno de esos viejos centenarios de barbas kilométricas que en los cuentos de hadas son el refugio del conocimiento ancestral.
Así es el verdadero Quique Alcatena (aunque le faltan muchos años para ser viejo y su barba sólo se mide en centímetros), una persona real de carne y hueso, que sin embargo parece salido del país de las maravillas de Alicia. Una mezcla de genttleman inglés con artista vanguardista de underground de quién uno imagina, debe vivir sólo como un ermitaño en un castillo medieval apartado de la ciudad. Y nos sorprende encontrarnos con un hombre casado, padre de familia tipo, que vive en un barrio céntrico de Buenos Aires. Así de contradictoria es su imagen y así de heterogéneo es su mundo interno.
Tal vez por eso sea un artista tan versátil como para trabajar al mismo tiempo para Italia, Francia y Estados Unidos sin dejar de lado nunca sus constantes emprendimientos para publicar en Argentina. Tal vez por eso genera la fascinación que genera en el mundillo del cómic vernáculo, pues uno puede tranquilamente esperar encontrarse con un soberbio rey de la historieta y se encuentra con un, por demás humilde y correcto caballero que, a pesar de su éxito mundial, no se sonroja por publicar una revistilla fotocopiada con cien ejemplares de tirada o colaborar ad honorem para cuanto fanzine le ofrezcan.
- ¿Cómo haces para tener éxito en un mercado tan estandarizado como el norteamericano, con un estilo tan poco convencional como el tuyo?
- Es que lo que hice para Estados Unidos, en general, no es tan poco convencional. Me adapto, primero porque los guiones no se prestan a hacer el delirio por el delirio mismo, entonces me atengo a dibujar lo que contribuye a la narración. Entonces, una historia muy puntual, de acción, con super-héroes que ya están muy fijados en la consciencia de la gente... me concentro en eso. La cosa más delirante y más imaginativa la vuelco más en los trabajos más personales.
- ¿Tienes que modificar tu estilo?
- No, el estilo es el mío. Un estilo mío pero más clásico. Nunca me dijeron que dibuje de alguna manera en especial. Siempre me dejaron hacer lo que yo quisiera, y dentro de los parámetros de cada guión, hice lo que yo quería.
- ¿Te sientes cómodo dibujando personajes de otros?
- Obvio que me gusta más hacer lo mío. Me divierte y me gusta dibujar los personajes que siempre me alucinaron de chico, pero una vez pasado el deslumbre inicial de decir “¡voy a dibujar a Flash!”, una vez que pasó ese gusto, ya está. No es que lo desprecie ese trabajo, o lo considere menor. Pero no es mío. No siento que Batman o Flash sean míos. Yo tengo más la consciencia de la historieta de autor. El trabajar con franquicias que no son propias...
- ¿Te pone límites creativos?
- Vos solo te los autoimponés inconscientemente. Quizás suene mezquino esto, quizás suene mal, pero se debe a que capaz, tuve una desilusión en su momento: poner mucha cosa personal en algo que, en última instancia, no es tuyo, es un poco bajoneante. Poner toda tu alma en algo que lo van a guardar otros, le van a sacar el jugo otros. No digo que haya que escatimar, pero tampoco regalar alegremente cosas que es mejor volcarlas en trabajos que te salieron de adentro.
- En un par de trabajos que hiciste para Estados Unidos sí tuviste la libertad de crear personajes, como aquel Elseworld de Linterna Verde o el Flash que estás haciendo ahora...
- Sí es cierto, te digo eso pero al mismo tiempo me contradigo. Para este número de Flash pude crear todo un panteón de personajes, pero bueno, yo se los regalé a DC, o se los vendí por un precio bastante irrisorio comparativamente. Por un lado estaba contento de crearlos, pero al mismo tiempo digo “los creé y nunca más voy a poder hacer una aventura de estos personajes, porque ya no son míos”. En este anual de Flash, la primera aventura es de Flash con estos personajes, pero en la segunda están los míos solos, o sea que la idea es mía, los personajes son míos y Dixon armó el guión, sobre un plot mío. Pero nunca más los voy a poder volver a usar libremente, salvo que a la DC se le ocurra hacer una continuación. Me di el gusto, pero al mismo tiempo decís “son buenas ideas y las tirás”.
- Por ahí pasa como con el Batman Pirata, que después de un par de años hicieron una nueva aventura.
- Puede ser, pero esto es más raro. Porque Batman es Batman.
- En esa obra también tuviste muchas posibilidades de crear y meter cosas bien tuyas.
- Sí, ese es un trabajo mío, totalmente de cero, es más, surgió a partir de un dibujo mío que yo le había mandado a Dixon. Yo le había hecho un dibujo de John Silver, el pirata de La Isla Del Tesoro y de ahí salió la idea de hacer algo ambientado en el caribe.
- Hubo intentos de continuarlo o hacerlo serie, ¿no?
- Sí, había una serie. Iba a estar el Pingüino, iba a estar Bane que era una especie de Hombre de la Máscara de Hierro. Batman volvía a Ingraterra a reclamar su título noviliario que se lo había robado el Pingüino y Bane era su ayudante. Pero bueno... quedó en el limbo. Tantas cosas quedaron en el limbo...
- ¿Qué otro trabajo te acuerdas que hayas hecho para Estados Unidos que te haya hecho sentir satisfecho?
- Los de Conan me gustaron bastante. Sin embargo, parece que mucho no gustaron allá. Pero hay que tener en cuenta que fueron muy mal impresos.
- Sobre todo los que salieron en color.
- Los de color eran imposibles de ver. Pero a los de blanco y negro también, les metían esos grises mal puestos que no ayudaban a hacer el trabajo lindo.
- Tienes un problema histórico con los coloristas...
- Porque yo trabajo para blanco y negro, no hay nada que hacer... Creo que la primera vez que hice un trabajo piola para color fue este Flash. Porque el original está bastante despojado en negros plenos y tramas, tengo la esperanza de que sea bien coloreado.
- Cuando hiciste la miniserie de los 4 Fantásticos para Marvel, la colorearon bastante bien.
- No estaba mal. Fue un lindo trabajo. Pero en general el resultado final, coloreado no se luce, no sé cómo la verá alguien que no conoce mis trabajos en blanco y negro... En Inglaterra por ejemplo han coloreado muchos trabajos míos, pero con colores planos y yo creo que es mucho más efectivo para mi tipo de dibujo. En Italia también algunas cosas las pintaron bien.
- Merlín, por ejemplo
- No lo de Merlín no, pero El Mago lo pintaron bien. Y después, bueno, están los trabajos que yo pinté que esos sí quedan bien, porque ya los hago pensando en cómo los voy a pintar y con qué colores. Es el caso de los trabajos que hice para Anteojito (revista infantil argentina en la que trabajó durante los 80’s) y ahora hice uno para Italia también coloreado, con guión de Robin Wood. Pero si me dan a elegir, prefiero blanco y negro, toda la vida. Me encanta. Para mi es irremplazable la fuerza, la sutileza y la subjetividad del blanco y negro.
- ¿A que adjudicas la preferencia especial que tiene el cómic under argentino por tí y por tu obra?
- Creo que más que nada por una cuestión afectiva. Porque creo que se dan cuenta que tengo pasión por la historieta como ellos. A lo mejor en gente de mi edad o más grande que yo, no es tan común. Acá era muy común trabajar de historietista. Era gente a la que le gustaba el dibujo por ahí, y hacía historieta como un trabajo. Pero a mi me gusta la historieta. El dibujo por el dibujo mismo mucho no me interesa. Dibujo siempre en función de los cuadros. Además tuve una relación muy cercana con el underground con las revistas Atiza y Hacha, de siempre estar en las convenciones... a mi me encanta eso. Yo creo que pasa más por una pasión compartida que por una predilección por mi obra desde lo artístico. Pasa por una cuestión de actitud. Es muy conmovedor ver a los pibes que con esfuerzo sacan sus fanzines y yo pienso que si estuviera en la situación de ellos haría lo mismo. Si yo hubiera nacido veinte años después sería un artista de fanzine. Yo agarré la última etapa de la historieta argentina que podías dedicarte a esto y vivir de la historieta. Los chicos de ahora no pueden darse ese lujo.
- ¿Cómo surgió lo de Atiza? ¿Cómo llega un dibujante profesional de renombre mundial a trabajar en un fanzine fotocopiado en 1997?
- Fue un intento medio trunco de continuar la revista Hacha (publicación independiente que había surgido de la unión de varios dibujantes argentinos entre los que también se encontraban Horacio Lalia y Leonardo Manco). Pero igual fue muy efímero, duró sólo dos números. No funcionó porque había muchos artistas con intereses incompatibles.
- ¿Pero no te parece que el hecho de que hayas tenido que trabajar en un fanzine, es un poco una radiografía de la crisis de la historieta tradicional argentina?
- Es probable. Es que por más que tenga trabajo para Europa o Estados Unidos, para mi es fundamental el lazo con el lector argentino. Yo, desde que no está la Skorpio en la calle, me siento como que no sé muy bien para qué público estoy trabajando. Para mi es muy importante trabajar para mi medio. A mi me gusta pasar por el kiosco y ver mi revista.
- ¿Ves alguna posibilidad de que vuelva a surgir una nueva explosión de la historieta nacional?
- Yo no sé si la historieta va a volver a ser masiva como fue una vez. No creo. En esa época, una editorial como Columba vendía 250 mil ejemplares de todas sus revistas, mensuales...Yo no sé bien donde se produjo el quiebre. Por un lado vos pensás “los chicos de ahora no se interesan tanto en la historieta” pero al mismo tiempo decís “pero los que leían masivamente las revistas de Columba no eran chicos, no dejaron la historietas por los juegos de computadora”. Es un público que se perdió en la nebulosa. Quizás porque no sabíamos darle cosas que lo retuviera...
- ¿La crisis, es de la historieta argentina en general, o de la historieta de autor en particular?
- Hay una crisis mundial de la historieta que es innegable, pero es inevitable también. Antes la historieta no tenía que competir con tantas propuestas diferentes como ahora. La historieta perdió mundialmente a su público consumidor masivo. Ahora está mucho más segmentizado. La pegan nada más los que hacen un comic que se aferra a un público en específico.
- Con esa teoría, los super-héroes clásicos tarde o temprano irían decantándose hasta quedarse sólo con el público fanático seguidor del personaje.
- Es lo que está pasando. Yo creo que a muchas revistas de super-héroes las siguen sacando nada más que para mantener la licencia abierta, para poder hacer merchandising, muñecos, video juegos... Yo he leído super-héroes de todas las épocas y antes tenían un encanto, una ingenuidad que ahora perdieron. No eran tan pretensiosas como ahora. Cuando se metieron con la continuidad y todo eso, dejaron la comprensión de la historia sólo para el seguidor fanático del título. Yo agarro una revista hoy de la JLA y no entiendo nada, y eso que estoy familiarizado con los personajes.
- ¿Cómo leíste el éxito masivo que tuvo el Cazador? Era una historieta de super-héroes exitosa hecha en argentina, cuando tanto la historieta argentina como la de super-héroes estaban en crisis.
- Era la excepción a la regla. Al público del Cazador ni le interesaba mucho la historieta, no era lector de historieta, era lector exclusivamente del Cazador. Fue un fenómeno interesante, pero de ningún modo yo lo pondría como uno de los hitos de la historieta nacional.
- ¿Hay algún super-héroe que te gustaría dibujar y que todavía no te ha tocado nunca?
- Sí, por ejemplo el Detective Marciano... Pero es como que ya se me pasó ese fetichismo por el personaje. Mis metas pasan por otro lado, por hacer historias propias, de autor.
Entrar al mundo de Quique Alcatena es entrar a una dimensión donde la magia y la mitología conviven entre los sueños y la realidad. Es encontrarse con un dibujante excepcional y por demás creativo.
Su obra, lejos de hacernos imaginar a un delirante con la percepción perturbada por los ácidos, nos hace sentir que estamos frente a una inagotable usina de conocimientos milenarios, como uno de esos viejos centenarios de barbas kilométricas que en los cuentos de hadas son el refugio del conocimiento ancestral.
Así es el verdadero Quique Alcatena (aunque le faltan muchos años para ser viejo y su barba sólo se mide en centímetros), una persona real de carne y hueso, que sin embargo parece salido del país de las maravillas de Alicia. Una mezcla de genttleman inglés con artista vanguardista de underground de quién uno imagina, debe vivir sólo como un ermitaño en un castillo medieval apartado de la ciudad. Y nos sorprende encontrarnos con un hombre casado, padre de familia tipo, que vive en un barrio céntrico de Buenos Aires. Así de contradictoria es su imagen y así de heterogéneo es su mundo interno.
Tal vez por eso sea un artista tan versátil como para trabajar al mismo tiempo para Italia, Francia y Estados Unidos sin dejar de lado nunca sus constantes emprendimientos para publicar en Argentina. Tal vez por eso genera la fascinación que genera en el mundillo del cómic vernáculo, pues uno puede tranquilamente esperar encontrarse con un soberbio rey de la historieta y se encuentra con un, por demás humilde y correcto caballero que, a pesar de su éxito mundial, no se sonroja por publicar una revistilla fotocopiada con cien ejemplares de tirada o colaborar ad honorem para cuanto fanzine le ofrezcan.
- ¿Cómo haces para tener éxito en un mercado tan estandarizado como el norteamericano, con un estilo tan poco convencional como el tuyo?
- Es que lo que hice para Estados Unidos, en general, no es tan poco convencional. Me adapto, primero porque los guiones no se prestan a hacer el delirio por el delirio mismo, entonces me atengo a dibujar lo que contribuye a la narración. Entonces, una historia muy puntual, de acción, con super-héroes que ya están muy fijados en la consciencia de la gente... me concentro en eso. La cosa más delirante y más imaginativa la vuelco más en los trabajos más personales.
- ¿Tienes que modificar tu estilo?
- No, el estilo es el mío. Un estilo mío pero más clásico. Nunca me dijeron que dibuje de alguna manera en especial. Siempre me dejaron hacer lo que yo quisiera, y dentro de los parámetros de cada guión, hice lo que yo quería.
- ¿Te sientes cómodo dibujando personajes de otros?
- Obvio que me gusta más hacer lo mío. Me divierte y me gusta dibujar los personajes que siempre me alucinaron de chico, pero una vez pasado el deslumbre inicial de decir “¡voy a dibujar a Flash!”, una vez que pasó ese gusto, ya está. No es que lo desprecie ese trabajo, o lo considere menor. Pero no es mío. No siento que Batman o Flash sean míos. Yo tengo más la consciencia de la historieta de autor. El trabajar con franquicias que no son propias...
- ¿Te pone límites creativos?
- Vos solo te los autoimponés inconscientemente. Quizás suene mezquino esto, quizás suene mal, pero se debe a que capaz, tuve una desilusión en su momento: poner mucha cosa personal en algo que, en última instancia, no es tuyo, es un poco bajoneante. Poner toda tu alma en algo que lo van a guardar otros, le van a sacar el jugo otros. No digo que haya que escatimar, pero tampoco regalar alegremente cosas que es mejor volcarlas en trabajos que te salieron de adentro.
- En un par de trabajos que hiciste para Estados Unidos sí tuviste la libertad de crear personajes, como aquel Elseworld de Linterna Verde o el Flash que estás haciendo ahora...
- Sí es cierto, te digo eso pero al mismo tiempo me contradigo. Para este número de Flash pude crear todo un panteón de personajes, pero bueno, yo se los regalé a DC, o se los vendí por un precio bastante irrisorio comparativamente. Por un lado estaba contento de crearlos, pero al mismo tiempo digo “los creé y nunca más voy a poder hacer una aventura de estos personajes, porque ya no son míos”. En este anual de Flash, la primera aventura es de Flash con estos personajes, pero en la segunda están los míos solos, o sea que la idea es mía, los personajes son míos y Dixon armó el guión, sobre un plot mío. Pero nunca más los voy a poder volver a usar libremente, salvo que a la DC se le ocurra hacer una continuación. Me di el gusto, pero al mismo tiempo decís “son buenas ideas y las tirás”.
- Por ahí pasa como con el Batman Pirata, que después de un par de años hicieron una nueva aventura.
- Puede ser, pero esto es más raro. Porque Batman es Batman.
- En esa obra también tuviste muchas posibilidades de crear y meter cosas bien tuyas.
- Sí, ese es un trabajo mío, totalmente de cero, es más, surgió a partir de un dibujo mío que yo le había mandado a Dixon. Yo le había hecho un dibujo de John Silver, el pirata de La Isla Del Tesoro y de ahí salió la idea de hacer algo ambientado en el caribe.
- Hubo intentos de continuarlo o hacerlo serie, ¿no?
- Sí, había una serie. Iba a estar el Pingüino, iba a estar Bane que era una especie de Hombre de la Máscara de Hierro. Batman volvía a Ingraterra a reclamar su título noviliario que se lo había robado el Pingüino y Bane era su ayudante. Pero bueno... quedó en el limbo. Tantas cosas quedaron en el limbo...
- ¿Qué otro trabajo te acuerdas que hayas hecho para Estados Unidos que te haya hecho sentir satisfecho?
- Los de Conan me gustaron bastante. Sin embargo, parece que mucho no gustaron allá. Pero hay que tener en cuenta que fueron muy mal impresos.
- Sobre todo los que salieron en color.
- Los de color eran imposibles de ver. Pero a los de blanco y negro también, les metían esos grises mal puestos que no ayudaban a hacer el trabajo lindo.
- Tienes un problema histórico con los coloristas...
- Porque yo trabajo para blanco y negro, no hay nada que hacer... Creo que la primera vez que hice un trabajo piola para color fue este Flash. Porque el original está bastante despojado en negros plenos y tramas, tengo la esperanza de que sea bien coloreado.
- Cuando hiciste la miniserie de los 4 Fantásticos para Marvel, la colorearon bastante bien.
- No estaba mal. Fue un lindo trabajo. Pero en general el resultado final, coloreado no se luce, no sé cómo la verá alguien que no conoce mis trabajos en blanco y negro... En Inglaterra por ejemplo han coloreado muchos trabajos míos, pero con colores planos y yo creo que es mucho más efectivo para mi tipo de dibujo. En Italia también algunas cosas las pintaron bien.
- Merlín, por ejemplo
- No lo de Merlín no, pero El Mago lo pintaron bien. Y después, bueno, están los trabajos que yo pinté que esos sí quedan bien, porque ya los hago pensando en cómo los voy a pintar y con qué colores. Es el caso de los trabajos que hice para Anteojito (revista infantil argentina en la que trabajó durante los 80’s) y ahora hice uno para Italia también coloreado, con guión de Robin Wood. Pero si me dan a elegir, prefiero blanco y negro, toda la vida. Me encanta. Para mi es irremplazable la fuerza, la sutileza y la subjetividad del blanco y negro.
- ¿A que adjudicas la preferencia especial que tiene el cómic under argentino por tí y por tu obra?
- Creo que más que nada por una cuestión afectiva. Porque creo que se dan cuenta que tengo pasión por la historieta como ellos. A lo mejor en gente de mi edad o más grande que yo, no es tan común. Acá era muy común trabajar de historietista. Era gente a la que le gustaba el dibujo por ahí, y hacía historieta como un trabajo. Pero a mi me gusta la historieta. El dibujo por el dibujo mismo mucho no me interesa. Dibujo siempre en función de los cuadros. Además tuve una relación muy cercana con el underground con las revistas Atiza y Hacha, de siempre estar en las convenciones... a mi me encanta eso. Yo creo que pasa más por una pasión compartida que por una predilección por mi obra desde lo artístico. Pasa por una cuestión de actitud. Es muy conmovedor ver a los pibes que con esfuerzo sacan sus fanzines y yo pienso que si estuviera en la situación de ellos haría lo mismo. Si yo hubiera nacido veinte años después sería un artista de fanzine. Yo agarré la última etapa de la historieta argentina que podías dedicarte a esto y vivir de la historieta. Los chicos de ahora no pueden darse ese lujo.
- ¿Cómo surgió lo de Atiza? ¿Cómo llega un dibujante profesional de renombre mundial a trabajar en un fanzine fotocopiado en 1997?
- Fue un intento medio trunco de continuar la revista Hacha (publicación independiente que había surgido de la unión de varios dibujantes argentinos entre los que también se encontraban Horacio Lalia y Leonardo Manco). Pero igual fue muy efímero, duró sólo dos números. No funcionó porque había muchos artistas con intereses incompatibles.
- ¿Pero no te parece que el hecho de que hayas tenido que trabajar en un fanzine, es un poco una radiografía de la crisis de la historieta tradicional argentina?
- Es probable. Es que por más que tenga trabajo para Europa o Estados Unidos, para mi es fundamental el lazo con el lector argentino. Yo, desde que no está la Skorpio en la calle, me siento como que no sé muy bien para qué público estoy trabajando. Para mi es muy importante trabajar para mi medio. A mi me gusta pasar por el kiosco y ver mi revista.
- ¿Ves alguna posibilidad de que vuelva a surgir una nueva explosión de la historieta nacional?
- Yo no sé si la historieta va a volver a ser masiva como fue una vez. No creo. En esa época, una editorial como Columba vendía 250 mil ejemplares de todas sus revistas, mensuales...Yo no sé bien donde se produjo el quiebre. Por un lado vos pensás “los chicos de ahora no se interesan tanto en la historieta” pero al mismo tiempo decís “pero los que leían masivamente las revistas de Columba no eran chicos, no dejaron la historietas por los juegos de computadora”. Es un público que se perdió en la nebulosa. Quizás porque no sabíamos darle cosas que lo retuviera...
- ¿La crisis, es de la historieta argentina en general, o de la historieta de autor en particular?
- Hay una crisis mundial de la historieta que es innegable, pero es inevitable también. Antes la historieta no tenía que competir con tantas propuestas diferentes como ahora. La historieta perdió mundialmente a su público consumidor masivo. Ahora está mucho más segmentizado. La pegan nada más los que hacen un comic que se aferra a un público en específico.
- Con esa teoría, los super-héroes clásicos tarde o temprano irían decantándose hasta quedarse sólo con el público fanático seguidor del personaje.
- Es lo que está pasando. Yo creo que a muchas revistas de super-héroes las siguen sacando nada más que para mantener la licencia abierta, para poder hacer merchandising, muñecos, video juegos... Yo he leído super-héroes de todas las épocas y antes tenían un encanto, una ingenuidad que ahora perdieron. No eran tan pretensiosas como ahora. Cuando se metieron con la continuidad y todo eso, dejaron la comprensión de la historia sólo para el seguidor fanático del título. Yo agarro una revista hoy de la JLA y no entiendo nada, y eso que estoy familiarizado con los personajes.
- ¿Cómo leíste el éxito masivo que tuvo el Cazador? Era una historieta de super-héroes exitosa hecha en argentina, cuando tanto la historieta argentina como la de super-héroes estaban en crisis.
- Era la excepción a la regla. Al público del Cazador ni le interesaba mucho la historieta, no era lector de historieta, era lector exclusivamente del Cazador. Fue un fenómeno interesante, pero de ningún modo yo lo pondría como uno de los hitos de la historieta nacional.
- ¿Hay algún super-héroe que te gustaría dibujar y que todavía no te ha tocado nunca?
- Sí, por ejemplo el Detective Marciano... Pero es como que ya se me pasó ese fetichismo por el personaje. Mis metas pasan por otro lado, por hacer historias propias, de autor.
El despertar de las larvas
Por Juan Data (publicado originalmente en el fanzine punk Tiempo de Cambio, circa 2000, Buenos Aires)
Ocurrió así. El Hip Hop en Argentina no se desarrolló como debía. A eso se debe, tal vez, su falta de prestigio. Si bien hoy el rap, como expresión musical, está mucho más respetado y mejor considerado que en las épocas de Jazzy Mel y el Hip Hop se hizo su lugarcito en el under, todavía debe enfrentar prejuicios varios, no siempre injustificados. Y no voy a saltar a refutar esos prejuicios ni voy a intentar convencerlos de convertirse al Hip Hop. Para nada.
Al contrario, voy a criticar al Hip Hop y contarles un poco, el por qué de su fracaso como escena under. O sea: ¿por qué el Hard Core o el Punk existen como escenas consolidadas y el Hip Hop no? ¿Por qué el Hip Hop como movimiento no tiene la credibilidad que se merece?
Bueno, yo todo lo que les voy a contar lo experimenté en carne propia. Yo edité un fanzine de Hip Hop entre 1996 y 99 e hice varias otras obras más para apoyar a un movimiento que nacía y crecía con fuerza (hice un video documental, monté una distro, edité material indepdentiente...). Yo creía en ese movimiento, y yo, que había seguido de cerca el surgimiento, apogeo y caída de la Buenos Aires Hard Core estaba convencido de que el Hip Hop como escena naciente a mediado de los 90’s (siempre tarde... el Hip Hop ya existía desde hacía veinte años) debía aprender de la experiencia de nuestros primos hermanos jarcors (¿y por qué no también de sus errores?) para llegar a fundar un movimiento sustentado en la autenticidad, la unión, el compañerismo y el impulso de la autogestión.
Nada. El Hip Hop en Argentina, como escena, resultó ser una farsa. Al toque me di cuenta de que había más actuación que realismo y que muchos que en el escenario se hacían los guachos malos gángsters después no tenían ni los huevos para enfrentarse a un mánager chupasangre que les manejaba la carrera a gusto e piaccere. Todos agachaban la cabeza. ¿O alguien se cree que Nación Hip Hop surgió de la iniciativa de las bandas que se propusieron unirse para salir adelante? Ni a palos. Fue toda una ficción pergeñada por una mentalidad comerciante marketinera, de un tipo que no tenía absolutamente nada que ver con el Hip Hop y que a costa de talento ajeno lucraba para beneficio propio y tomaba por idiotas a los músicos vendiéndoles chamuyos imposibles.
El Hip Hop que en otros países se había desarrollado a fuerza de empuje colectivo y que se caracterizaba por el activismo y compromiso de sus seguidores, en Argentina resultó ser una puesta en escena de lo más fantasiosa.
Yo pensé en ese entonces que tarde o temprano iban a abrir los ojos y se iban a poner las pilas y salir del estado larval dominante. Creí que así como yo había salido a hacer el primer fanzine del género, pronto iban a aparecer otros y luego saldrían sellos independientes, distros, ferias, radios barriales, centros culturales... todo lo que es habitual en una escena Hip Hop ya sea de Brasil, España, Italia o Chile, por nombrar algunos ejemplos.
Mis ilusiones a la larga se desvanecieron, me di cuenta que en realidad no era “el malo de la película” aquel tipo que congregaba a los grupos para tocar, grabar y llenarse sus bolsillos. El en realidad era un avivado que la estaba haciendo bien a la argentina y no tenía la culpa de la enfermiza situación. La culpa era de los mismos rapperos, y grupos que durmieron en los laureles dejándose manejar de la manera más vil y maquiavélica y nunca quisieron romper el cascarón para armarse una carrera en la música por su cuenta.
Tan acostumbrados estaban a sentarse en un sillón y fumarse un caño esperando que los llamasen para tocar en tal o cual lugar o dar una nota a algún medio, que les daba miedo cortar ese cordón umbilical y salir a la realidad. No sabían manejarse solos. No sabían armar una fecha, hacer volantes para promocionarla, llamar a los diarios para que figure, grabar un demo y venderlo. No sabían ni querían aprender, así que se quedaron cómodos en su sillón esperando que el teléfono vuelva a sonar... y si el teléfono en un año no sonaba, bueno, estaban un año sin tocar.
Semejante desencanto me llevó a dejar de sacar el fanzine, porque consideré que era gastar pólvora en chimangos. Un par de números antes del cierre apareció en el mundo del Hip Hop toda una nueva escena paralela a la de Nación Hip Hop, encabezada por un grupo conocido como La Organización, y vi en ellos la esperanza de una revolución hacia la independencia. Expresé mi claro favoritismo hacia esta nueva escuela en las páginas de mi revista que arengaban a las bandas a revelarse y optar por la autogestión y lo único que eso me trajo fueron problemas personales, amenazas y odio por parte de ciertas personas que estaban cómodas con las cosas como estaban.
En definitiva, las cosas no cambiaron mucho desde entonces. Pero por lo menos apareció gente nueva con ganas de hacer cosas y de moverse. Con ganas de organizar sus propios eventos y manejar sus propias carreras. Ahora estamos presenciando el despertar de las larvas y mi pronóstico es favorable. El Hip Hop en Argentina llegará pronto a establecerse y consolidarse como una escena auténtica y respetable. Tal vez entonces yo me ponga las pilas de nuevo y vuelva a sacar un fanizne...
Ocurrió así. El Hip Hop en Argentina no se desarrolló como debía. A eso se debe, tal vez, su falta de prestigio. Si bien hoy el rap, como expresión musical, está mucho más respetado y mejor considerado que en las épocas de Jazzy Mel y el Hip Hop se hizo su lugarcito en el under, todavía debe enfrentar prejuicios varios, no siempre injustificados. Y no voy a saltar a refutar esos prejuicios ni voy a intentar convencerlos de convertirse al Hip Hop. Para nada.
Al contrario, voy a criticar al Hip Hop y contarles un poco, el por qué de su fracaso como escena under. O sea: ¿por qué el Hard Core o el Punk existen como escenas consolidadas y el Hip Hop no? ¿Por qué el Hip Hop como movimiento no tiene la credibilidad que se merece?
Bueno, yo todo lo que les voy a contar lo experimenté en carne propia. Yo edité un fanzine de Hip Hop entre 1996 y 99 e hice varias otras obras más para apoyar a un movimiento que nacía y crecía con fuerza (hice un video documental, monté una distro, edité material indepdentiente...). Yo creía en ese movimiento, y yo, que había seguido de cerca el surgimiento, apogeo y caída de la Buenos Aires Hard Core estaba convencido de que el Hip Hop como escena naciente a mediado de los 90’s (siempre tarde... el Hip Hop ya existía desde hacía veinte años) debía aprender de la experiencia de nuestros primos hermanos jarcors (¿y por qué no también de sus errores?) para llegar a fundar un movimiento sustentado en la autenticidad, la unión, el compañerismo y el impulso de la autogestión.
Nada. El Hip Hop en Argentina, como escena, resultó ser una farsa. Al toque me di cuenta de que había más actuación que realismo y que muchos que en el escenario se hacían los guachos malos gángsters después no tenían ni los huevos para enfrentarse a un mánager chupasangre que les manejaba la carrera a gusto e piaccere. Todos agachaban la cabeza. ¿O alguien se cree que Nación Hip Hop surgió de la iniciativa de las bandas que se propusieron unirse para salir adelante? Ni a palos. Fue toda una ficción pergeñada por una mentalidad comerciante marketinera, de un tipo que no tenía absolutamente nada que ver con el Hip Hop y que a costa de talento ajeno lucraba para beneficio propio y tomaba por idiotas a los músicos vendiéndoles chamuyos imposibles.
El Hip Hop que en otros países se había desarrollado a fuerza de empuje colectivo y que se caracterizaba por el activismo y compromiso de sus seguidores, en Argentina resultó ser una puesta en escena de lo más fantasiosa.
Yo pensé en ese entonces que tarde o temprano iban a abrir los ojos y se iban a poner las pilas y salir del estado larval dominante. Creí que así como yo había salido a hacer el primer fanzine del género, pronto iban a aparecer otros y luego saldrían sellos independientes, distros, ferias, radios barriales, centros culturales... todo lo que es habitual en una escena Hip Hop ya sea de Brasil, España, Italia o Chile, por nombrar algunos ejemplos.
Mis ilusiones a la larga se desvanecieron, me di cuenta que en realidad no era “el malo de la película” aquel tipo que congregaba a los grupos para tocar, grabar y llenarse sus bolsillos. El en realidad era un avivado que la estaba haciendo bien a la argentina y no tenía la culpa de la enfermiza situación. La culpa era de los mismos rapperos, y grupos que durmieron en los laureles dejándose manejar de la manera más vil y maquiavélica y nunca quisieron romper el cascarón para armarse una carrera en la música por su cuenta.
Tan acostumbrados estaban a sentarse en un sillón y fumarse un caño esperando que los llamasen para tocar en tal o cual lugar o dar una nota a algún medio, que les daba miedo cortar ese cordón umbilical y salir a la realidad. No sabían manejarse solos. No sabían armar una fecha, hacer volantes para promocionarla, llamar a los diarios para que figure, grabar un demo y venderlo. No sabían ni querían aprender, así que se quedaron cómodos en su sillón esperando que el teléfono vuelva a sonar... y si el teléfono en un año no sonaba, bueno, estaban un año sin tocar.
Semejante desencanto me llevó a dejar de sacar el fanzine, porque consideré que era gastar pólvora en chimangos. Un par de números antes del cierre apareció en el mundo del Hip Hop toda una nueva escena paralela a la de Nación Hip Hop, encabezada por un grupo conocido como La Organización, y vi en ellos la esperanza de una revolución hacia la independencia. Expresé mi claro favoritismo hacia esta nueva escuela en las páginas de mi revista que arengaban a las bandas a revelarse y optar por la autogestión y lo único que eso me trajo fueron problemas personales, amenazas y odio por parte de ciertas personas que estaban cómodas con las cosas como estaban.
En definitiva, las cosas no cambiaron mucho desde entonces. Pero por lo menos apareció gente nueva con ganas de hacer cosas y de moverse. Con ganas de organizar sus propios eventos y manejar sus propias carreras. Ahora estamos presenciando el despertar de las larvas y mi pronóstico es favorable. El Hip Hop en Argentina llegará pronto a establecerse y consolidarse como una escena auténtica y respetable. Tal vez entonces yo me ponga las pilas de nuevo y vuelva a sacar un fanizne...
Monday, November 20, 2006
EL ANTICIPADO DEBUT DE LOS ABANDONED
Por Juan Data (originalmente publicado en LBEDigital.com)
Desde sus más tempranas apariciones en los escenarios del underground hispanoparlante angelino, Los Abandoned se han sabido distinguir del resto por su inimitable frescura y sorprendente originalidad. Cuatro años pasaron desde que la prensa especializada y la industria disquera los catalogase como la nueva gran promesa del rock en español made-in-usa. Ahora, después de dos exitosas producciones independientes y un single en vinilo, les llegó la hora de la verdad, la hora dar el gran paso y confirmar, con su anticipadísimo álbum debut, que son una de las mejores bandas bilingües que jamás hayan salido de aquella escena y la única con calidad de exportación.
Los Abandoned no es sólo, como se ha dicho, un grupo de art-school-post-punk que encandila por igual a music snobs y adolescentes aplaudidores de hits radiables, tampoco es simplemente la versión latina de una fusión entre Blondie y Talking Heads, Los Abandoned es ante todo, un grupo salido de Los Angeles, que a diferencia de la gran mayoría del resto de la escena, representa y le canta a Los Angeles, como ninguna otra banda lo había hecho desde los Red Hot Chili Peppers.
Luego de arrasar con en público mexicano en el festival Vive Latino por dos años consecutivos, darse el gusto de publicar su disco en Chile y girar por los escenarios más importantes de Los Estados Unidos teloneando a artistas de primera línea como Molotov y Café Tacvba, a Los Abandoned les quedaba sólo la deuda pendiente con su público de publicar su disco a nivel nacional y después de analizar propuestas de varios sellos -incluso multinacionales- optaron por Vapor Records, el sello de Neil Young.
“En el 2004 tocamos en South By Southwest y en ese festival fue cuando ellos nos vieron tocar en vivo,” recuerda Lady P. la chilena vocalista del grupo “y después de eso fueron a varios shows que tuvimos en The Echo durante todo ese verano, pero nunca se presentaron a nosotros, sólo nos estaban mirando y no fue sino hasta el final de ese verano que se nos acercaron a hablar y nos pidieron los datos de nuestra manager y desde ahí empezó. Luego la llamaron y le dijeron que querían firmarnos y eso. Tomó mucho tiempo después de ese primer encuentro porque empezamos a girar, así que lo dejamos en stand-by por un tiempo para poder ir a México”.
Mixtape es el título del que quedará para la posteridad como su primer trabajo oficial de estudio y continúa con la estética naif-minimalista y la línea de títulos genéricos anti-descriptivos de sus dos trabajos anteriores: Demotape (2002) y Self-Titled EP (2004). Aunque en este caso preciso, según Lady P., el título cobra mayor sentido por ser justamente un mix entre nuevas versiones de algunos clásicos de aquellos dos CD’s y varios nuevos: “mi opinión personal del disco es que está basado en el pasado, presente y futuro del grupo. Hay canciones que nosotros tocábamos mucho en vivo pero nunca las grabamos y después hay canciones completamente nuevas y también tenemos muchas canciones que no entraron. Pero el concepto inicial es porque se trata de un mix de canciones de diferentes estilos. Todas grabadas de maneras diferentes. En un momento yo dije: “you know guys? It’s like a mix-tape! It’s like a different band for every song.” Y ahí quedó el título.”
Aunque rebosante de satisfacción por la edición del tan esperado disco, Lady P. asegura que ya está “lista para la próxima”. Sea cual sea la próxima movida de este impredecible cuarteto multicultural (¿se titulará Second Album?) lo cierto es que Los Abandoned ya han hecho historia y para los que todavía no los han descubierto, Mixtape es un excelente portal para sumergirse en el maravilloso, surrealista y siempre bilingüe mundo de Los Abandoned.
ONCE PEGADITAS, NO CORRIDOS
MIX TAPE: CANCION POR CANCION
Stalk You: “Stalk You” y “Me quieren en Chile” son las únicas dos canciones que sobrevivieron de aquel primer Demotape, que los dio a conocer en la escena de Los Angeles allá por 2002. Buscando el contraste del efecto mixtape, Los Abandoned comienzan su disco con “la primera canción que yo escribí junto a Don Verde” y pegadita detrás viene...
A La Mode: “La última canción que escribimos y mi favorita del disco,” comenta Lady P. “Esas letras son muy surreales, pero más que nada se trata de uno tratando de encajar, no sólo por estar a la moda, sino también desde el punto de vista de la inmigración, uno necesita papeles para encajar”.
Conquistarte Bien: Otra de las nuevas, “Yo siempre estoy mucho con los chicos del grupo, tengo muy poco tiempo con mis amigas. Finalmente tuve una posibilidad de pasar un tiempo con mis amigas y yo tengo muchas amigas feministas, y yo las escuchaba hablar de política y dije: sería increíble poder tomar nuestros poderes femeninos que tenemos naturalmente y pode usar esa femenidad para resolver lo terrible que está pasando en el mundo ahora. No se trata de una mujer conquistando a un hombre, sino la mujer conquistando el lado oscuro de lo que pasa en el mundo”.
Van Nuys (Es Very Nice): Uno de los hits más pegajosamente irresistibles del disco es abiertamente “agridulce” e irónico (a nadie en su sano juicio se le ocurriría comparar a Van Nuys con el paraíso). “Cuando yo era súper pequeña fue ahí donde me crié,” comenta la cantante, “y es nice porque mi papá pudo tener un trabajo bueno, una casa con piscina, pero si lo comparas a lo que ellos tuvieron que dejar, Los Andes, Machu Pichu... eso es lo que hice con esa canción, mostrar ese contraste y lo que uno como latino tiene que dejar detrás para poder seguir acá en los Estados Unidos”.
Nada Mío Es Fake: El guitarrista Don Verde todavía tocaba con su banda anterior, Los Tijuana Bibles y allí estaba junto a Alex Flores (cantante de aquella agrupación) y Lady P. al finalizar un show, cuando una chica que se les acercó se presentó como Pam. “Ah, como Pam Anderson!” dijo Alex, a lo que ella replicó: “Sí, pero nada mío es fake” y el spanglish de la afirmación la transformó en una cita célebre que con el tiempo tomó forma de canción. “Ellos la habían grabado en un demo con la voz de Alex, pero yo les dije, algún día yo voy a cantar esa canción”. Y así fue.
Office Xmas Party: Fue el primer anticipo de lo que sería el álbum debut de Los Abandoned cuando para la navidad del 2005 salió junto al clásico “Electricidad” en un single de tirada reducida publicado en vinilo de siete pulgadas. “Esa canción la escribí yo en ukulele. Yo estaba viendo la película Cry Baby de John Waters y yo ya tenía la idea de hacer una canción sobre un amor que no puede existir y la película me inspiró mucho. De ahí surgió lo del romance de oficina”. El sonido se distancia tangencialmente del resto del álbum por ser la primera vez en que Los Abandoned, siguiendo el consejo del productor David Trunfio, dejaron los arreglos finales de la canción (cuerdas y violines) en manos de sesionistas.
Panic-Oh: Originalmente incluída en aquel Self-Titled EP del 2004, “Panic-Oh” es “básicamente un ataque de pánico. Un reflejo de lo que es la vida cotidiana en Los Angeles. El ritmo de vida acelerado de la ciudad, el tener que estar manejando todo el día de un lado al otro hasta que de repente el cuerpo ya no quiere más y entra en un estado de pánico”.
Heavy: Una de las composiciones más bellas del álbum, donde se transluce un nivel de sensibilidad poética inédito para el grupo. “Esa letra tomó tiempo, le tuve que dar mucho amor. Se trata de una relación que ha tenído mucho tiempo, que ha tenido mucha vida, pero que en un momento empieza a cambiar y uno piensa, ¿seguimos o terminamos porque el fuego ya se acabó? Es una experiencia común por la que casi todos pasamos en algún momento”.
Pantalón: Por primera vez, desde la fundación del grupo, Don Verde se anima a dar un paso al frente y agarrar el micrófono. “Lo tuvimos que dejar sólo para la grabación. Él tiene como su onda. Tenía que estar confortable,” comenta la vocalista chilena y agrega, “Escribimos esa canción hace tanto tiempo atrás, que ya ni me acuerdo cómo surgió la letra”
Me Quieren En Chile: Este reggae-punk-andino dejó marcado desde sus comienzos (aparecía en Canción Sampler, un demo inédito anterior a Demotape) el camino del eclecticismo e imprevisibilidad que el grupo tomaría de ahí en adelante. “La letra original fue un peoma de una amiga (Barbara Matas) que ella originalmente había escrito para un corto. Yo lo adapté a la forma de canción”.
State Of Affairs: “Es una canción de amor y de política,” explica Lady P. refiriendose a la composición de Don Verde que cierra la colección. “La idea surgió de un amigo personal del grupo que es alguien con mucho compromiso político y que una vez hizo un comentario sobre lo difícil que era conocer a alguien que compartiese sus ideales”.
Desde sus más tempranas apariciones en los escenarios del underground hispanoparlante angelino, Los Abandoned se han sabido distinguir del resto por su inimitable frescura y sorprendente originalidad. Cuatro años pasaron desde que la prensa especializada y la industria disquera los catalogase como la nueva gran promesa del rock en español made-in-usa. Ahora, después de dos exitosas producciones independientes y un single en vinilo, les llegó la hora de la verdad, la hora dar el gran paso y confirmar, con su anticipadísimo álbum debut, que son una de las mejores bandas bilingües que jamás hayan salido de aquella escena y la única con calidad de exportación.
Los Abandoned no es sólo, como se ha dicho, un grupo de art-school-post-punk que encandila por igual a music snobs y adolescentes aplaudidores de hits radiables, tampoco es simplemente la versión latina de una fusión entre Blondie y Talking Heads, Los Abandoned es ante todo, un grupo salido de Los Angeles, que a diferencia de la gran mayoría del resto de la escena, representa y le canta a Los Angeles, como ninguna otra banda lo había hecho desde los Red Hot Chili Peppers.
Luego de arrasar con en público mexicano en el festival Vive Latino por dos años consecutivos, darse el gusto de publicar su disco en Chile y girar por los escenarios más importantes de Los Estados Unidos teloneando a artistas de primera línea como Molotov y Café Tacvba, a Los Abandoned les quedaba sólo la deuda pendiente con su público de publicar su disco a nivel nacional y después de analizar propuestas de varios sellos -incluso multinacionales- optaron por Vapor Records, el sello de Neil Young.
“En el 2004 tocamos en South By Southwest y en ese festival fue cuando ellos nos vieron tocar en vivo,” recuerda Lady P. la chilena vocalista del grupo “y después de eso fueron a varios shows que tuvimos en The Echo durante todo ese verano, pero nunca se presentaron a nosotros, sólo nos estaban mirando y no fue sino hasta el final de ese verano que se nos acercaron a hablar y nos pidieron los datos de nuestra manager y desde ahí empezó. Luego la llamaron y le dijeron que querían firmarnos y eso. Tomó mucho tiempo después de ese primer encuentro porque empezamos a girar, así que lo dejamos en stand-by por un tiempo para poder ir a México”.
Mixtape es el título del que quedará para la posteridad como su primer trabajo oficial de estudio y continúa con la estética naif-minimalista y la línea de títulos genéricos anti-descriptivos de sus dos trabajos anteriores: Demotape (2002) y Self-Titled EP (2004). Aunque en este caso preciso, según Lady P., el título cobra mayor sentido por ser justamente un mix entre nuevas versiones de algunos clásicos de aquellos dos CD’s y varios nuevos: “mi opinión personal del disco es que está basado en el pasado, presente y futuro del grupo. Hay canciones que nosotros tocábamos mucho en vivo pero nunca las grabamos y después hay canciones completamente nuevas y también tenemos muchas canciones que no entraron. Pero el concepto inicial es porque se trata de un mix de canciones de diferentes estilos. Todas grabadas de maneras diferentes. En un momento yo dije: “you know guys? It’s like a mix-tape! It’s like a different band for every song.” Y ahí quedó el título.”
Aunque rebosante de satisfacción por la edición del tan esperado disco, Lady P. asegura que ya está “lista para la próxima”. Sea cual sea la próxima movida de este impredecible cuarteto multicultural (¿se titulará Second Album?) lo cierto es que Los Abandoned ya han hecho historia y para los que todavía no los han descubierto, Mixtape es un excelente portal para sumergirse en el maravilloso, surrealista y siempre bilingüe mundo de Los Abandoned.
ONCE PEGADITAS, NO CORRIDOS
MIX TAPE: CANCION POR CANCION
Stalk You: “Stalk You” y “Me quieren en Chile” son las únicas dos canciones que sobrevivieron de aquel primer Demotape, que los dio a conocer en la escena de Los Angeles allá por 2002. Buscando el contraste del efecto mixtape, Los Abandoned comienzan su disco con “la primera canción que yo escribí junto a Don Verde” y pegadita detrás viene...
A La Mode: “La última canción que escribimos y mi favorita del disco,” comenta Lady P. “Esas letras son muy surreales, pero más que nada se trata de uno tratando de encajar, no sólo por estar a la moda, sino también desde el punto de vista de la inmigración, uno necesita papeles para encajar”.
Conquistarte Bien: Otra de las nuevas, “Yo siempre estoy mucho con los chicos del grupo, tengo muy poco tiempo con mis amigas. Finalmente tuve una posibilidad de pasar un tiempo con mis amigas y yo tengo muchas amigas feministas, y yo las escuchaba hablar de política y dije: sería increíble poder tomar nuestros poderes femeninos que tenemos naturalmente y pode usar esa femenidad para resolver lo terrible que está pasando en el mundo ahora. No se trata de una mujer conquistando a un hombre, sino la mujer conquistando el lado oscuro de lo que pasa en el mundo”.
Van Nuys (Es Very Nice): Uno de los hits más pegajosamente irresistibles del disco es abiertamente “agridulce” e irónico (a nadie en su sano juicio se le ocurriría comparar a Van Nuys con el paraíso). “Cuando yo era súper pequeña fue ahí donde me crié,” comenta la cantante, “y es nice porque mi papá pudo tener un trabajo bueno, una casa con piscina, pero si lo comparas a lo que ellos tuvieron que dejar, Los Andes, Machu Pichu... eso es lo que hice con esa canción, mostrar ese contraste y lo que uno como latino tiene que dejar detrás para poder seguir acá en los Estados Unidos”.
Nada Mío Es Fake: El guitarrista Don Verde todavía tocaba con su banda anterior, Los Tijuana Bibles y allí estaba junto a Alex Flores (cantante de aquella agrupación) y Lady P. al finalizar un show, cuando una chica que se les acercó se presentó como Pam. “Ah, como Pam Anderson!” dijo Alex, a lo que ella replicó: “Sí, pero nada mío es fake” y el spanglish de la afirmación la transformó en una cita célebre que con el tiempo tomó forma de canción. “Ellos la habían grabado en un demo con la voz de Alex, pero yo les dije, algún día yo voy a cantar esa canción”. Y así fue.
Office Xmas Party: Fue el primer anticipo de lo que sería el álbum debut de Los Abandoned cuando para la navidad del 2005 salió junto al clásico “Electricidad” en un single de tirada reducida publicado en vinilo de siete pulgadas. “Esa canción la escribí yo en ukulele. Yo estaba viendo la película Cry Baby de John Waters y yo ya tenía la idea de hacer una canción sobre un amor que no puede existir y la película me inspiró mucho. De ahí surgió lo del romance de oficina”. El sonido se distancia tangencialmente del resto del álbum por ser la primera vez en que Los Abandoned, siguiendo el consejo del productor David Trunfio, dejaron los arreglos finales de la canción (cuerdas y violines) en manos de sesionistas.
Panic-Oh: Originalmente incluída en aquel Self-Titled EP del 2004, “Panic-Oh” es “básicamente un ataque de pánico. Un reflejo de lo que es la vida cotidiana en Los Angeles. El ritmo de vida acelerado de la ciudad, el tener que estar manejando todo el día de un lado al otro hasta que de repente el cuerpo ya no quiere más y entra en un estado de pánico”.
Heavy: Una de las composiciones más bellas del álbum, donde se transluce un nivel de sensibilidad poética inédito para el grupo. “Esa letra tomó tiempo, le tuve que dar mucho amor. Se trata de una relación que ha tenído mucho tiempo, que ha tenido mucha vida, pero que en un momento empieza a cambiar y uno piensa, ¿seguimos o terminamos porque el fuego ya se acabó? Es una experiencia común por la que casi todos pasamos en algún momento”.
Pantalón: Por primera vez, desde la fundación del grupo, Don Verde se anima a dar un paso al frente y agarrar el micrófono. “Lo tuvimos que dejar sólo para la grabación. Él tiene como su onda. Tenía que estar confortable,” comenta la vocalista chilena y agrega, “Escribimos esa canción hace tanto tiempo atrás, que ya ni me acuerdo cómo surgió la letra”
Me Quieren En Chile: Este reggae-punk-andino dejó marcado desde sus comienzos (aparecía en Canción Sampler, un demo inédito anterior a Demotape) el camino del eclecticismo e imprevisibilidad que el grupo tomaría de ahí en adelante. “La letra original fue un peoma de una amiga (Barbara Matas) que ella originalmente había escrito para un corto. Yo lo adapté a la forma de canción”.
State Of Affairs: “Es una canción de amor y de política,” explica Lady P. refiriendose a la composición de Don Verde que cierra la colección. “La idea surgió de un amigo personal del grupo que es alguien con mucho compromiso político y que una vez hizo un comentario sobre lo difícil que era conocer a alguien que compartiese sus ideales”.
Thursday, September 21, 2006
Rico Pabón: Rap Boricua, Del Bueno.
Por Juan Data (Originalmente publicado en LBEDigital.com, Estados Unidos, 2006)
Lo primero que se nos viene a la mente al pensar en raperos portorriqueños es el fenómeno global contemporáneo del reggaetón. Quizás los más aventurados en el hip hop piensen en Big Punisher, Fat Joe o algún otro MC de la gran manzana. A muy pocos, sin embargo, se les pasará por la cabeza considerar a la progresiva escena de hip hop underground de la Bahía de San Francisco como hogar de uno de los mejores nuevos talentos de la rima boricua.
A sus 32 años, Rico Pabón, está presentando su disco debut como rimador solista, Louder Than Fiction (Hard Knock Records, ’06), pero no es ningún novato en la matería. Asegura llevar más de 17 años en el hip hop y cuatro discos anteriores a este, que confirman su trayectoria en el under. Pero todos sus trabajos previos fueron con otras formaciones, ya sea con su grupo de rap Prophets of Rage o con la banda de jazz-funk-fusión-latina conocida actualmente como Agua Libre, pero antes llamada Omaya.
Rico nació en Queens, NY, hijo de una familia de salseros, pero se crió en Oakland California, ciudad cuya escena de hip hop ha parido a muchos de los mejores grupos de rap políticamente consciente de la actualidad (Blackalicious, Zion I, The Coup). Allí, junto a su hermano, manejan Sofrito, el único restaurante de comida tradicional portorriqueña en el este de la bahía. “cocinar y hacer música, eso es lo que hago”.
- ¿Cómo fue que te involucraste en el movimiento hip hop?
- La música es parte de mi vida desde siempre. Desde chico mis tíos me agarraban y me enseñaban a tocar en el clave ritmos tradicionales de conga, mambo, guaguancó... Así que la música estuvo siempre ahí. Pero por haber crecido en los Estados Unidos, siempre estuve en contacto con la música americana. Mi tía me introdujo desde chico a la música funk, Rick James, Prince... así fue como fui descubriendo esa música desde muy chico, creo que tenía cinco años cuando escuché hip hop por primera vez. A los nueve o diez ya me empecé a meter más, a través del break dance. Para mí, involucrarme en el hip hop fue algo muy natural porque el hip hop es el folklore de este país.
- ¿Dirías que tus influencias en cuanto a rap van más por el estilo de la costa este?
- Sí, por que a pesar de que me crié más en California que en New York, mis orígenes están en la costa este. Y en esa época, en los comienzos, era todo New York, no había mucho de west coast todavía. Entonces mis influencias primarias fueron definitivamente de artistas como Public Enemy, Big Daddy Kane, EPMD, aunque mi máxima inspiración fue KRS-One. Yo ya estaba familarizado con KRS One desde el ‘86, Criminal Minded, en esa época yo estaba en el Bronx, así que ese fue un clásico fundamental. Pero unos cuantos años más tarde, yo tendría quince o dieciseis años y escuché a KRS en la radio haciendo un freestyle y decía: “el hombre jamaiquino es africano, el hombre protorriqueños es también africano” y yo nunca había escuchado a nadie decir eso antes. Nunca había pensado en las raíces africanas de los portorriqueños. Así que agarré la enciclopedia y me puse a leer sobre la historia de mi gente y eso me abrió la cabeza y me obligó a ver todo desde otra perspectiva. Yo sabía tocar el clave, sabía de la salsa, el adobo y sasón, conocía la bandera de Puerto Rico, pero no sabía nada de quiénes éramos y por qué somos lo que somos. Eso me cambió en otra persona totalmente. Mi estilo, mi manera de vestir y de ver a la gente, todo cambió. Por eso soy muy consciente del poder que tiene el hip hop para cambiar la vida de la gente: ¡yo soy un ejemplo viviente de ese poder!
- ¿Reconoces como influencia a algún MC latino?
- Para mí fue siempre muy difícil encontrar un MC latino con el que me identificase. Había muy pocos y los que había... Me gusta Big Pun, por cómo usaba su voz a modo de instrumento de percusión. Pero yo lo que busco es MC’s que rimen con una visión más positiva de la vida, que tengan un mensaje que valga la pena escuchar. No me importa de qué nacionalidad son o el estilo que tienen. Si no tienen nada bueno para aportar no me llaman la atención.
- ¿Qué te parece el fenómeno actual del reggaetón?
- El reggaetón es enorme ahora. Pero en Puerto Rico el reggaetón ya está desde hace mucho más de diez años. Yo empecé a visitar Puerto Rico hace trece o catorce años, una vez al año, y desde entonces ya había reggaetón. No tengo mucha conexión con lo que pasa en en hip hop portorriqueño actualmente, pero lo que recuerdo de todas las veces que estuve allí, es que los raperos de hip hop estaban en una confrontación constante con la gente del reggaetón. Muchos artistas de hip hop defienden que lo que hacen es hip hop puro y rechazan el reggaetón, pero otros se debieron adaptar al reggaetón para poder hacer un poco de dinero y pagar sus cuentas, porque el hip hop no vende tanto como el reggaetón.
- ¿Cómo afecta el fenómeno del reggaetón a los raperos latinos en los Estados Unidos?
- Desde el crossover del reggaetón, mucha gente se está interesando en eso. Clubes, productores, me contactan y me piden hacer cosas de reggaetón. Me llama un productor y me dice, tengo un nuevo beat y tiene un poco de reggaetón, ¿quieres rimar sobre el? O me llama un organizador de eventos y me pide, canta esa canción que tienes que suena como reggaetón. Porque yo tengo canciones con mi prupo Agua Libre que tienen ritmo de dancehall y el reggaetón no es más que instrumentación de música house sobre un ritmo de dancehall. Entonces como suena parecido y como soy boricua y rapeo un poco en español dicen reggaetón.
- ¿Te parece que el éxito másivo del reggaetón puede ayudar de alguna manera al rap latino?
- Mi respuesta puede ser tanto afirmativa como negativa. Sí, creo que desde un punto de vista optimista puede ser que genere más interés en los artistas latinos. Si la gente está buscando reggaetón y llega hasta mi música, para mí es mejor porque puede que se interesen en mi hip hop. No voy a hacer un disco entero de reggaetón sólo porque eso es lo que vende ahora. Yo voy a seguir haciendo mi hip hop real de raíces old school. Pero el lado mío que te quiere contestar que no, es el lado que sabe que rítmicamente y líricamente el reggaetón es muy diferente del hip hop. Por lo que he visto hasta ahora de reggaetón, y no digo que sea un experto en este género, no hay mucha conciencia en las letras del reggaetón. Creo que si los artistas quiciesen, podrían hacer letras un poco más conscientes pero su única meta es hacer a la gente bailar y punto y cumplen con esa funsión. Pero el contenido es hueco. No te deja pensando en nada. En mucho del hip hop comercial de hoy en día pasa lo mismo. Es sólo para sacudir el culo y no pensar en lo que está sucediendo en el mundo. Así que no estoy diciendo que el hip hop sea totalmente puro y esté libre de culpas, porque también está lleno de vicios.
Lo primero que se nos viene a la mente al pensar en raperos portorriqueños es el fenómeno global contemporáneo del reggaetón. Quizás los más aventurados en el hip hop piensen en Big Punisher, Fat Joe o algún otro MC de la gran manzana. A muy pocos, sin embargo, se les pasará por la cabeza considerar a la progresiva escena de hip hop underground de la Bahía de San Francisco como hogar de uno de los mejores nuevos talentos de la rima boricua.
A sus 32 años, Rico Pabón, está presentando su disco debut como rimador solista, Louder Than Fiction (Hard Knock Records, ’06), pero no es ningún novato en la matería. Asegura llevar más de 17 años en el hip hop y cuatro discos anteriores a este, que confirman su trayectoria en el under. Pero todos sus trabajos previos fueron con otras formaciones, ya sea con su grupo de rap Prophets of Rage o con la banda de jazz-funk-fusión-latina conocida actualmente como Agua Libre, pero antes llamada Omaya.
Rico nació en Queens, NY, hijo de una familia de salseros, pero se crió en Oakland California, ciudad cuya escena de hip hop ha parido a muchos de los mejores grupos de rap políticamente consciente de la actualidad (Blackalicious, Zion I, The Coup). Allí, junto a su hermano, manejan Sofrito, el único restaurante de comida tradicional portorriqueña en el este de la bahía. “cocinar y hacer música, eso es lo que hago”.
- ¿Cómo fue que te involucraste en el movimiento hip hop?
- La música es parte de mi vida desde siempre. Desde chico mis tíos me agarraban y me enseñaban a tocar en el clave ritmos tradicionales de conga, mambo, guaguancó... Así que la música estuvo siempre ahí. Pero por haber crecido en los Estados Unidos, siempre estuve en contacto con la música americana. Mi tía me introdujo desde chico a la música funk, Rick James, Prince... así fue como fui descubriendo esa música desde muy chico, creo que tenía cinco años cuando escuché hip hop por primera vez. A los nueve o diez ya me empecé a meter más, a través del break dance. Para mí, involucrarme en el hip hop fue algo muy natural porque el hip hop es el folklore de este país.
- ¿Dirías que tus influencias en cuanto a rap van más por el estilo de la costa este?
- Sí, por que a pesar de que me crié más en California que en New York, mis orígenes están en la costa este. Y en esa época, en los comienzos, era todo New York, no había mucho de west coast todavía. Entonces mis influencias primarias fueron definitivamente de artistas como Public Enemy, Big Daddy Kane, EPMD, aunque mi máxima inspiración fue KRS-One. Yo ya estaba familarizado con KRS One desde el ‘86, Criminal Minded, en esa época yo estaba en el Bronx, así que ese fue un clásico fundamental. Pero unos cuantos años más tarde, yo tendría quince o dieciseis años y escuché a KRS en la radio haciendo un freestyle y decía: “el hombre jamaiquino es africano, el hombre protorriqueños es también africano” y yo nunca había escuchado a nadie decir eso antes. Nunca había pensado en las raíces africanas de los portorriqueños. Así que agarré la enciclopedia y me puse a leer sobre la historia de mi gente y eso me abrió la cabeza y me obligó a ver todo desde otra perspectiva. Yo sabía tocar el clave, sabía de la salsa, el adobo y sasón, conocía la bandera de Puerto Rico, pero no sabía nada de quiénes éramos y por qué somos lo que somos. Eso me cambió en otra persona totalmente. Mi estilo, mi manera de vestir y de ver a la gente, todo cambió. Por eso soy muy consciente del poder que tiene el hip hop para cambiar la vida de la gente: ¡yo soy un ejemplo viviente de ese poder!
- ¿Reconoces como influencia a algún MC latino?
- Para mí fue siempre muy difícil encontrar un MC latino con el que me identificase. Había muy pocos y los que había... Me gusta Big Pun, por cómo usaba su voz a modo de instrumento de percusión. Pero yo lo que busco es MC’s que rimen con una visión más positiva de la vida, que tengan un mensaje que valga la pena escuchar. No me importa de qué nacionalidad son o el estilo que tienen. Si no tienen nada bueno para aportar no me llaman la atención.
- ¿Qué te parece el fenómeno actual del reggaetón?
- El reggaetón es enorme ahora. Pero en Puerto Rico el reggaetón ya está desde hace mucho más de diez años. Yo empecé a visitar Puerto Rico hace trece o catorce años, una vez al año, y desde entonces ya había reggaetón. No tengo mucha conexión con lo que pasa en en hip hop portorriqueño actualmente, pero lo que recuerdo de todas las veces que estuve allí, es que los raperos de hip hop estaban en una confrontación constante con la gente del reggaetón. Muchos artistas de hip hop defienden que lo que hacen es hip hop puro y rechazan el reggaetón, pero otros se debieron adaptar al reggaetón para poder hacer un poco de dinero y pagar sus cuentas, porque el hip hop no vende tanto como el reggaetón.
- ¿Cómo afecta el fenómeno del reggaetón a los raperos latinos en los Estados Unidos?
- Desde el crossover del reggaetón, mucha gente se está interesando en eso. Clubes, productores, me contactan y me piden hacer cosas de reggaetón. Me llama un productor y me dice, tengo un nuevo beat y tiene un poco de reggaetón, ¿quieres rimar sobre el? O me llama un organizador de eventos y me pide, canta esa canción que tienes que suena como reggaetón. Porque yo tengo canciones con mi prupo Agua Libre que tienen ritmo de dancehall y el reggaetón no es más que instrumentación de música house sobre un ritmo de dancehall. Entonces como suena parecido y como soy boricua y rapeo un poco en español dicen reggaetón.
- ¿Te parece que el éxito másivo del reggaetón puede ayudar de alguna manera al rap latino?
- Mi respuesta puede ser tanto afirmativa como negativa. Sí, creo que desde un punto de vista optimista puede ser que genere más interés en los artistas latinos. Si la gente está buscando reggaetón y llega hasta mi música, para mí es mejor porque puede que se interesen en mi hip hop. No voy a hacer un disco entero de reggaetón sólo porque eso es lo que vende ahora. Yo voy a seguir haciendo mi hip hop real de raíces old school. Pero el lado mío que te quiere contestar que no, es el lado que sabe que rítmicamente y líricamente el reggaetón es muy diferente del hip hop. Por lo que he visto hasta ahora de reggaetón, y no digo que sea un experto en este género, no hay mucha conciencia en las letras del reggaetón. Creo que si los artistas quiciesen, podrían hacer letras un poco más conscientes pero su única meta es hacer a la gente bailar y punto y cumplen con esa funsión. Pero el contenido es hueco. No te deja pensando en nada. En mucho del hip hop comercial de hoy en día pasa lo mismo. Es sólo para sacudir el culo y no pensar en lo que está sucediendo en el mundo. Así que no estoy diciendo que el hip hop sea totalmente puro y esté libre de culpas, porque también está lleno de vicios.
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